Y así me quedé. Odiándote y odiándome a mí mismo por ser tan tonto. Me quedé mirando ese mensaje como tonto por unos momentos, porque simplemente no creía lo que habías escrito.
Mis vacaciones de verano nunca habían sido la gran cosa. No salía demasiado ni tampoco tenía grandes panoramas. Y como tradición siempre venías a mi casa a pasar unos cuantos días. Era EL EVENTO que esperaba en los veranos desde que nos conocimos en secundaria.
Ese era el primer verano después de terminar nuestro primer año de universidad y como siempre, estaba esperando a que pudieras decirme “hey! Estaré la próxima semana en tu casa, saludos a tu Mamá y a tu Nani”.
Pero eso no pasó.
Pasé Enero saliendo al parque de la ciudad con mi hermana pequeña, leyendo o escribiendo, escuchando música y esperando. Sin embargo, tú tenías tiempo para todo lo demás. Para salir a fiestas, emborracharte, tener aventuras por una sola noche y toda esa cantidad de cosas que a mí no me vienen ni tampoco me gusta. Y me decías que después de ese mes, el cual lo habías ocupado para divertirte, podrías estar libre para mí.
Y llegó Febrero. Tuve mis caídas personales, sentimientos tristes, necesité esa palabra de mejor amigo que me ayudara o que simplemente me hiciera reír.
Pero nos las tuve.
Puede que me sienta celoso, y lo más probable es que eso esté siendo ahora, pero el sentimiento de abandonamiento no me lo pude sacar. Tuviste tiempo para todo. Para contarme de tus aventurillas amorosas, para reírte de las resacas con las que amanecías cuando salías a fiestas (las cuales eran muchas) e incluso para preguntarme qué tal mi corazón, sabiendo que si pasaba algo nuevo serías el primero a quien le contaría.
Pero ahí estaba yo. Esperando. Siempre había estado ahí esperando a que te dignaras a mandarme un mensaje diciendo cuando tendrías tiempo en tu copada agenda para venir a verme.
Pero me mandaste un mensaje diciendo que el día que habíamos reservado, ese día que finalmente podrías venir, apareció un “matrimonio”… ¿esos no se saben con SEMANAS de anticipación?
Nos dijeron que la universidad nos cambiaría y que mostraría quienes realmente somos.
Y me asusta en quien te convertiste.
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One Shots / Un relato, una historia
Fiksi RemajaAquí estarán mis One Shots, donde cada relato narra una historia de vida.