Silencio

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Y aquí estoy de nuevo. Sentado en mi habitación viendo las fotografías que alguna vez tomamos y escuchando las canciones que me recuerdan a ti. Sonrío. No me queda otra opción. Le he mentido a todo el mundo. Lo admito.

 He dicho que me gusta estar solo, que es bueno poder reencontrarme conmigo mismo, que cada día es mejor y todas esas cosas que les gusta escuchar a la gente. Les he dicho a mis amigos que estoy bien, que estoy perfecto. Que empecé de nuevo y que ya avancé.

Y así, sigo mintiendo.

No puedo superar todo. No quiero superar todo. No quiero preocupar a las demás personas y mucho menos quiero que me digan que ya es mucho tiempo que voy con lo mismo. Cuando te nombran digo que ya todo pasó, que estás feliz con tu nuevo novio y me rio como si tan solo fueras un error del pasado, una cicatriz cerrada, un sueño que se acabó. Pero no me es tan fácil dar vuelta la página.

Quiero volver a ser esa persona que era antes, el que creía en la magia, en los príncipes, el que sonreía por todo, el que le gustaban los detalles pequeños, el que sonreía a montones. Pero te llevaste todo… mierda, en serio te llevaste todo lo que alguna vez tuve.

Te llevaste mis esperanzas, porque las tenía en ti, porque soñaba con un futuro mejor.

Te llevaste mis fuerzas, porque era valiente por ti.

Te llevaste mi alegría, porque eras tú quien me sacaba las sonrisas más sinceras.

Te llevaste la magia, porque tú eras el cuento de hadas que había estado esperando.

TE DI TODO, MALDITA SEA.

Esto se acaba de transformar en otro escrito de alguien que se enamoró y las cosas no salieron como esperaba. Somos muchos quienes hemos pasado por lo mismo. Pero a todos les digo que estoy bien, a pesar de no saber cómo transformarme en alguien a quien puedas extrañar.

Es como un grito silencioso. Todos me sonríen y yo también lo hago, a pesar que nada me está resultando y cada día se vuelve más monótono. No entiendo cómo demonios todo quedó así, tan solo debías quedarte, debías mostrarme que todo estaba bien.

¿Fui yo quien cometió un error? ¿No fui lo suficientemente simpático? ¿No fui lo suficientemente delgado? ¿Bonito? ¿Alto? ¿Sincero?

 Y así me sigo cuestionando todo, recordando todo muy bien.

Estoy en mi habitación. Solo y en silencio.

Veo nuestras fotografías en silencio y tontamente espero a que alguien reaccione y se dé cuenta que poco a poco me estoy marchitando.

Pero espero en silencio. Espero para poder recuperar todas las cosas que te llevaste de mí.

Y así estaré, hasta que el tiempo cure todas mis heridas por completo o hasta que reciba un abrazo donde pueda llorar, lo que llegue primero.

One Shots / Un relato, una historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora