One Shots / Un relato, una historia

En tu mente

Quiero que me mantengas en tu mente.
No, no lo quiero, necesito que me mantengas en tu mente, que yo siga viviendo ahí, que de una u otra forma, mi recuerdo no desaparezca ni se esfume del todo, porque no lo soportaría.
Y por eso paso por el lugar donde trabajas, solo para que me mires mientras suelto una carcajada falsa con mi grupo de amigas, para volver a sentir por un segundo tu mirada en mi espalda, sentir ese cosquilleo que ya no existe entre mis sensaciones diarias, porque mi cuerpo ya lo ha olvidado.
Necesito saber que me recuerdas, que sigo formando parte de tus pensamientos aunque ni tú te des cuenta de eso.
Necesito tener la esperanza que cada vez que miras la lluvia en invierno, recuerdas mi risa absurda junto a tus abrazos, que cuando suena una canción de mi artista favorita recuerdes que yo coreaba las canciones en tu oido  y que escribía los versos en nuestras fotos.
Mi abuela suele decir que uno muere de verdad cuando ya no hay nadie que pueda recordarte, y si es así, yo no quiero estar muerto, no puedo permitirme eso, aunque suene como el ser más egoísta del mundo.
No quiero que me borres de tus pensamientos, que me arranques de ellos como quien saca la mala hierba del patio porque no aporta nada.
No quiero ser eso que no aporta nada.
Y quiero seguir viviendo en tus recuerdos porque tu aun vives en los míos y quiero pensar que en algún lugar, aunque sea en algo tan abstracto como un pensamiento, podemos seguir estando juntos, a pesar de que estemos a mil vidas de diferencia, mil amores de diferencia, mil flechas, viajes,  estrellas y libros de diferencia el uno del otro.
Solo no me olvides, te lo suplico.