One Shots / Un relato, una historia

Carta de Desahogo

En serio, ¿cómo demonios resulta tan fácil para ti poder iniciar de nuevo? ¿Cómo es que es tan fácil encontrar parejas nuevas y cambiarlas y volver a estar con alguien? Pero lo que más me molesta es el hecho que me afecte tanto, ¿cómo es que me quedé tan enganchado de ti? Han sido meses intentando salir adelante, gracias a mi abuela y mis amigas, las cuales nunca se han rendido y siempre han estado ahí para levantarme cuando un recuerdo tuyo me hacía caer. Siempre me seguí enterando de las cosas que hacías, vivimos en un lugar pequeño donde las noticias vuelan y tú siempre has sido popular. Me he tenido que tragar las lágrimas cuando paso caminando por un lugar que me recuerde a tu aroma o a tus ojos y he tenido que fingir sonrisas cuando casualmente veo a algunos de tus amigos, o a ti mismo.

Pero ya ¡basta! No sabes cuan enojado estoy conmigo mismo por ser tan débil o por llegarte a querer tanto, siendo que nunca alcanzamos a ser nada. Pero hoy ya fue la gota que rebalsó el vaso. Vi con mis propios ojos que tienes pololo nuevo ¿qué número es este? ¿El octavo? Y no han pasado más de 6 meses y medio desde que terminó lo poco (por no decir nada) que teníamos. En cierta parte me da mucha envidia la facilidad que posees para poder empezar de nuevo, ya que a cada pareja nueva que tienes le llamas “el amor de tu vida”… nunca dejarás de ser un rompecorazones (por no tratarte de prostituto) y compadezco a las personas que se encuentren en tu camino. Por mi parte, esta fue la última vez que lloro por ti, por alguien que ya no merece ni mis lágrimas, ni las canciones de Taylor Swift, ni mucho menos estas palabras. No me arrepiento de haber escrito una novela completa sobre ti, ya que me serviste como lección: nunca creas en el príncipe.

Lo que más me angustia, es que fuiste la primera persona de quien me enamoré y que en cierta parte, me correspondió. Siempre ocuparás ese lugar. Pero te juro, por mi nombre que es Pablo Obando, que me dedicaré a ser feliz, como lo he hecho todos estos meses sin tu recuerdo. Si las cosas tardan en llegar es solamente porque Diosito allá arriba me tiene preparado algo bueno.

Te deseo lo mejor, juro que sí, y ojalá que alguna vez aprendas que es lo más denigrante de la vida jugar con los sentimientos.

Buena suerte.