Miro la vitrina de la librería con la atención de un niño pequeño hacia una tienda con dulces. Los libros han sido mi salvación estos últimos meses, donde he tenido que empezar de nuevo. A veces ocurren cosas en la vida que nos desmoronan, pero debemos salir adelante, y mi manera de superación fueron los libros y mis amigos.
Al no tener nada más importante que hacer en toda la tarde, entro a la librería con aires de dueño de casa. No es la primera vez que ingreso al lugar, de hecho, ya soy lo que llamarían “cliente habitual” en la tienda. Hay pocas personas en el lugar.
Recorro las estanterías mirando todos los lomos de los libros con letras brillantes, opacas, llamativas, grandes, pequeñas y de todos los colores que pueda imaginar. No voy con un objetivo, simplemente estoy mirando para ver o descubrir algo que me llame la atención.
Nada.
Me voy a un sector más alejado del lugar y me encuentro con los libros en inglés. La gente que está en la librería normalmente no visita esa sección de libros ya que no están en español, pero yo, al estar estudiando para ser profesor de idioma extranjero, me siento atraído a esa repisa.
Repaso los nombres de los libros con una mirada curiosa. Me siento libre, en mi hábitat, en mi ambiente natural. A veces incluso ocurría que la gente me pedía recomendaciones y yo con gusto le hablaba de los libros que he leído para que tuvieran una idea de lo que se enfrentaban.
De pronto, encuentro las versiones en inglés de la saga Harry Potter, mis libros favoritos, e inmediatamente tomo el primer volumen para leer la contratapa.
Una corriente eléctrica me recorre la espalda y hace que mi corazón se detenga por un segundo. De forma disimulada, miro a mi lado izquierdo y me encuentro con un joven al parecer de mi edad, que mira con mucho interés la misma sección de libros en la que estoy yo.
De pronto, su vista se separa de los libros y me mira con unos vibrantes ojos café oscuro, mi debilidad. Es más alto que yo, con el cabello castaño desordenado a propósito y una piel morena de ensueño. Es hermoso por donde se le mire.
Me descubro a mí mismo mirándolo y de un respingo vuelvo a centrar mi atención al libro de Harry Potter que está entre mis manos. Pero me es prácticamente imposible. Siento su presencia, siento una descarga de energía que me recorre el cuerpo, como si el muchacho desconocido fuera una fuente de poder. Da un paso más cerca hacia mí. No lo veo, pero puedo sentirlo.
Cierro los ojos para concentrarme en no salir corriendo del lugar como un loco. El desconocido se acerca más a la repisa y toma un ejemplar de Los Juegos Del Hambre en inglés. Está exactamente a mi lado y mi piel está de gallina. Dejo el ejemplar de Harry Potter donde estaba y sigo mirando libros ya que siento mis pies pegados al piso y no puedo moverme. Tengo la ilusión de que la librería en general poco a poco va desapareciendo.
Me mira.
No lo hace de una forma disimulada, simplemente se toma el atrevimiento de mirarme y siento como mi cara se pone roja.
Lo miro.
Me sonríe.
Me derrito.
Sin saber cómo reaccionar, vuelvo a mirar libros y me siento completamente estúpido. Algo en mi pecho aparece, una sensación que creí dormida durante muchos meses. Esta sensación se cuela por cada uno de mis nervios y me hace sentir de una forma que ya creía olvidada.
Es como si todo empezara otra vez.
-esos libros son súper buenos- comenta el muchacho señalando los libros de mi saga favorita. Lo miro y él me devuelve la mirada de una forma cálida.
-si- digo casi tartamudeando. Pero le brindo una sonrisa gigante, a la cual él corresponde y se acerca un poco más a mí.
Después de tanto tiempo, todo empieza de nuevo.
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One Shots / Un relato, una historia
JugendliteraturAquí estarán mis One Shots, donde cada relato narra una historia de vida.