Caminata

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        -hola- dijo él con una gran sonrisa, iluminando su rostro y haciéndolo lucir más tierno aún -¿puedo caminar contigo?

        -claro- contestó ella, acomodando con coquetería su corto cabello castaño. El viento soplaba libremente y una que otra hoja traviesa se dejaba caer, dando a entender claramente que el otoño estaba llegando.

La conversación era distendida, ligera, divertida, especial para conocer a alguien por primera vez. Caminaban con paso tranquilo; el tiempo debía acomodarse a su ritmo y los minutos se daban unas pequeñas vacaciones admirando a esta pareja de adolescentes que se reía como si fuera la primera vez que escucharan el sonido de sus propias carcajadas.

Él le coqueteaba, era imposible de no darse cuenta.

Ella se dejaba querer, era imposible evitarlo.

Él la miraba como quien veía los colores después de mucho tiempo de oscuridad, como si su vida dependiera de la belleza de su compañera de universidad.

Ella simplemente admiraba la valentía de ese muchacho, el cual desde el primer día le había llamado la atención.

Él era un caballero, gentil, guapo y preocupado por su acompañante, con unos ojos que no dejaban nada que esconder, un color café tan translúcido que podrías haber visto las mismísima alma del muchacho a través de su mirada. Su cara lisa y tierna hacía que la chica se reprimiera las ganas de acariciarlo.

Ella era perfecta, con sus labios brillantes y llamativos, su cabello peinado con dedicación y una figura increíble, una personalidad tan llamativa, que cualquier hombre hubiese caído rendido a sus pies.

Como él.

Y el tiempo se hizo corto para poder conversar sobre todas las cosas que habían pasado en el día.

-aquí me despido- dijo ella llegando al final de una calle y mirándolo de frente, quedándose ahí por un momento, respetando el silencio entre ellos.

Él le tomo el rostro con delicadeza y posó lentamente sus labios en la mejilla de la chica, haciéndole cariño con sus dedos pulgares.

-quiero volver a caminar contigo- dije él en un susurro, al lado del oído de la muchacha.

Ella se apartó, lo miró y sonrió.

-créeme- agregó ella- caminaremos juntos cuantas veces quieras.

One Shots / Un relato, una historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora