Nostalgia

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Lo último que había pensado en ese día era en encontrarte. Me levanté feliz ya que me juntaría con algunos amigos que me habían quedado de la secundaria, entre esos mi actual mejor amigo; de esa secundaria donde alguna vez tú y yo también tuvimos momentos lindos. Me dirigí al baño como de costumbre, hice mi aseo personal y quedé listo y dispuesto para lo que sería una genial tarde junto a una grata compañía.

El clima era típico de un día de verano. El sol brillaba con una fuerza casi descomunal, lo que provocaba una sensación de derretimiento en la piel, como si fuéramos figuras de cera cerca de una estufa, por eso, cuando en reuní con mis ex -compañeros, decidimos ir al parque principal de la ciudad para poder sentarnos en el césped y conversar de la vida.

Nos estaba preparado emocionalmente para verte, lo admito. Fue una gran sorpresa cuando Ricardo, mi mejor amigo, pronunció tu nombre e hizo gestos para que te acercaras. Pero no andabas solo, claramente. Te acompañaba la hermosa novia que ahora tienes, esa muchacha con el hermoso físico y la preciosa tez morena.

Te acercaste a saludar y yo, casi por efecto de inercia, me levante del césped y te quedé mirando. Había olvidado el color miel de tus ojos, ese color que me derretía cada vez que posabas la mirada en mí y del que escribía de vez en cuando.

Me abrazaste en señal de saludo. Aun ocupas ese perfume, el que por mucho tiempo fue mi droga y que amaba oler en ti. Tus brazos están más fuertes y musculosos, y por un momento, me sentí tan protegido como un año y medio atrás.

Pero algo había distinto, se notaba en tu mirada.

A pesar de comportarte tal cual cómo lo habías hecho tiempo atrás, tus ojos dejaban entrever distancia y tengo claro el motivo. Recuerdo todo muy bien, al igual que tú y te entiendo. Intenté sonreír mientras conversabas sobre lo que habías hecho en tu vida y luego de un momento, te marchaste siguiendo tu camino con tu linda novia.

Muchos recuerdos me invaden. No es tristeza lo que siento ya que no he pensado en ti, hace tiempo que eso dejó de ocurrir. No es amor, ya que después de ti, tuve otras historias y aventuras tontas. Tampoco es odio por haberme enamorado de ti en esa época, sabiendo que no me ibas a corresponder. Simplemente es nostalgia.

Éramos buenos amigos antes que eso pasara, ese suceso que cambió todo en la secundaria. Las personas no controlan sus sentimientos e inevitablemente me había enamorado de ti como un tonto... y te lo confesé, dinamitando todo tipo de relación entre nosotros.

Una buena amistad es capaz de soportar de todo, menos una declaración de amor.

¿Cierto Gustavo?

One Shots / Un relato, una historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora