A ti, mi compañero de curso en la secundaria, mi primer amor, el primer niño que me gustó, el niño que me demostró que un hombre sí se puede enamorar de otro. Gracias por abrir una puerta de posibilidades y de ayudar a encontrarme a mí mismo, a pesar que a ti te gustaran las niñas.
A ti, el muchacho del pelo ondulado y castaño… no tengo nada de qué agradecerte, ya que al final, preferiste involucrarte con mi mejor amigo.
A ti, el niño alto con ojos azules; el que vive en otra ciudad, gracias por hacerme entender que los “amores” a primera vista sí existen, sobre todo si van disfrazados de “El Principito”. Me arrepentiré toda la vida de no haberte pedido una fotografía.
A ti, el niño que también estaba en la secundaria, el del cabello claro con los ojos color cielo. Gracias por ilusionarme, y a pesar que me dijiste que “nunca encontraría novio porque era feo” me diste el coraje suficiente como para seguir queriéndome a mí mismo. Juro que cuando tenga una pareja, iré al local de comida rápida mundialmente famoso donde trabajas solamente para que me veas feliz.
A ti, mi amor a distancia, el que ama la serie “Glee”, gracias por escucharme, por hacerme reír y por estar conmigo a través de la pantalla de un computador cuando nadie de mis amigos estuvo a mi lado. Me alegra saber que ahora estás con alguien que te hace feliz (y que vive en tu misma ciudad).
A ti, mi primer enamoramiento en la universidad, el muchacho con el cabello castaño y el acento británico. Gracias por demostrarme que puedo ser mejor que todos, si es que me lo propongo, ya que, a pesar de tu enorme ego, me diste fuerza para poder superarme, y créeme, no voy a rendirme.
A ti, el hombre mayor que me hizo clases, gracias por hacerme sentir protegido, gracias por todos los juegos psicológicos y todas las enseñanzas que me dio, pero por sobre todo, gracias por haberme subido la nota cuando necesitaba un “supera las expectativas” en una de sus pruebas.
A ti. El niño que me destrozó la vida. El muchacho que me cambió la forma de ver el otoño, de apreciar la lluvia y el que me dio tema suficiente como para poder escribir una novela con todas nuestras aventuras. Gracias. Muchas gracias por ser el príncipe azul, el muchacho que toda persona querría como pareja (quizás por eso también te involucras con todas las personas que te encuentras) gracias por hacerme sentir especial, por tomarte tantas fotos conmigo, por dedicarme canciones, pero por sobre todo, gracias por romperme el corazón. Espero que estés feliz con tu actual pareja y que dures un poco más de lo normal.
A ti, mi amor de bus, el muchacho a quien le dediqué la mayoría de mis One Shots, el que me confundió y me movió todo el mundo, a pesar que tenías novia, el niño que posee el color de ojos más bello de la vida, ese color que nunca podré definir. Gracias por acompañarme en mis viajes a casa, gracias por tomar mi mano cuando tenía miedo o tristeza, por contar mis lunares cuando nadie nos miraba, por besar mis mejillas, por escucharme, abrazarme y por simplemente hacerme cariño porque te gustaba la forma en me mi cara se ponía roja.
Repito, gracias por hacer eso, a pesar que tenías novia.
A ti, el muchacho pequeño con los ojos claros. Gracias por quererme tal cual soy, creo que eso nunca podré terminar de agradecértelo. Y discúlpame por haber terminado contigo. Siendo sincero, nunca me enamoré de ti.
Y a ti, el muchacho a quien metí en problemas, el que tiene miedo de sus capacidades y que al parecer nadie se da cuenta, el que tiene cara tierna y que tiende a comer chocolates cuando está triste. Gracias por demostrarme que es lindo volver a sentir mariposas en el estómago, a pesar que sea por la persona equivocada.
En serio, gracias por formar parte de la lista de “las personas que me han gustado”.
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One Shots / Un relato, una historia
Teen FictionAquí estarán mis One Shots, donde cada relato narra una historia de vida.