Capitulo 58

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Lo primero que ambos pensaron era en la segunda guerra mundial desatandose ahí adentro.
Yoongi conocía perfectamente a su madre, la cual muy probablemente este arrancandole los cabellos a la señora Park mientras los padres platicaban amenamente en el patio con una cerveza en mano.

Estaba seguro que Jimin sufriría una crisis si su madre volvía a insistir con lo de la escuela y la compañia, aunque no encontraba nada de negativo en que Jimin fuese a la escuela.
Era alguien muy inteligente y capaz, aprendía rapido las cosas y mas de una vez fue el quién resolvió problemas inimaginables en su compañía, aunque seguía comportandose como un niñito de 10 años.

-Yoonie hyung, si mamá insiste la corres, ¿si?.- exigió melosamente, acariciandole el brazo como cada que le gustaba manipularle, y Yoongi nunca se negaba a las bonitas peticiones de su amado novio.

Se limitó a asentir, con el corazón bombeando a mil por hora cuando tomo el pestillo de la puerta.
Su imaginación le hizo creer que gritos e incluso una escena tragica podría desatarse en cualquier segundo, pero contrario a todos esos pensamientos, solo en uno tuvo razón.

Los padres si estaban en el jardín bebiendo cerveza y charlando amenamente.

La madre de Jimin y la propia estaban en la cocina, de la cual provenía un aroma exquisito que le hiz flaquear.

Estofado de res, su favorito de la infancia.

Avanzó despacio con Jimin a su lado hasta la cocina, encontrandose con un banquete en el mesón del desayuno.

-¿Mamá?.- Si, Jimin y Yoongi lo preguntaron al mismo tiempo.

-Hola cielo.- si, la señora Jeon y Park lo dijeron al mismo tiempo.

-¿Qué es todo esto?.- preguntó Yoongi, colandose al lado de su madre para saludarla con un beso en la mejilla.

Las risas en el patio captaron la atención de Jimin, quién se encamino hasta allá para abrazar a su padre.
Su relación con él era mas agradable que con su madre. Su padre le daba tants confianza y cariño posible que hasta dudaba un poco de si realmente era hijo de ambos adultos, pero las fotos de su nacimiento terminaron por confirmarle que realmente llevaba la sangre de aquella testaruda mujer con corazón de hierro.

-Hola pastelito.- saludó su padre, acariciandole los cabellos ahora platinados que poseía con orgullo.-¿Te cortaste el cabello?

-Solo los lados, ¿Cómo está señor Jeon?.-saludó cordialmente, atrayendo al hombre en un abrazo fraternal. Aquel hombre era la copia exacta de au hijo Jungkook, el cual no a llamado en dias por estar emocionado encerrado en su burbuja de amor junto a Taehyung.

-Es un gusto verte otra vez Jimin. Estamos aquí porque a mi esposa se le ocurrió sorprenderlos, pero no esperabamos que a tus padres se les ocurriera la misma idea.

-¡Sorpresa!

Las ligeras risas calidaron el ambiente, encaminandose todos juntos a la cocina donde las mujeres intentaban enseñarle a Yoongi como funcionaba la arrozera.

-¿Todo en orden por aquí?.- preguntó el padrastro de Yoongi, abrazando a su esposa por detras y aprisionando sus hombros.

-Mi hijo es un idiota.

-¡Mamá!

-¡No sabes encender la arrozera!

-¡Tengo sirvientes que lo hacen por mi!

Las risas no tardaron en aparecer, en especial la melodiosa de Jimin que siempre alegraba sus amargos dias de estres laboral.
Le amaba tanto, tanto, tanto, que le pediría matrimonio ahora mismo.

-¿Por qué mejor no comemos?.- ofreció el señor Park, ayudando a llevar los platos y las caserolas con comida casera recién echa.

Todos asintieron, haciendose lugar en el lujoso comedor que rara vez Yoongi y Jimin usaban.

-¿Dónde está el idiota de tu hermano? Ya debió haber llegado.-la señora Jeon era una malhablada, eso era muy notorio.

-¿Invitaste a Kook?

-Claro, también es mi hijo.

Todos guardaron silencio, compartiendo los plqtos repletos de comida para que cada uno se sirviece.
Antes de empezar a comer las risas alocadas y los apodos tiernos aparecieron en la sala de estar.
Jungkook y Taehyung llegaron muy melosamente a casa de Yoongi, sin contar con la presencia de los padres de ambos.

-Ahora sé quién es el que da.- comentó sarcastica su madre, llevandose un trozo de carne a la boca.

-¡Mamá por dios!.- se quejó Jungkook, dandole un besito en su cabellera y sentandose a su lado.

-B-buenas tardes señores Jeon.- saludó Taehyung, rojo hasta las orejas y avergonzado por que le hayan visto en una situación algo sugerente, pero las miradas divertidas de ambos adultos le pusieron los pelos de punta.

-Ahorrate las explicaciones Tae, que desde niño se te notaba que te gustaba mi hijo, aunque pensé que él era el de arriba.

-A-ah, s-sobre eso.

-Somos versátiles mamá, ahora come.

Todo era tan bizarro, así era su familia.

Ahora el problema seria que cara les daría a los Park que presenciaron todas esas escenas y conversaciones de su revelde madre.

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Cuando todos alagaron a las mujeres por su excelente comids casera, y los adultos tuvieron que abandonar el lugar por cuestiones de trabajo, Yoongi pudo preguntarle con mas calma a Jimin cómo le habia ido en su corta sesión con el psicologo.

-¿Recuerdas como me encontraste?.-preguntó de pronto, ignorando las miradas curiosas y las millones de preguntas que deseaban salir de la boca de su novio.

Ambos, en la intimidad de su habitación, con la televisión encendida en una película que dejaron de ver hace algunos minutos cuando Yoongi empezó a besarle el cuello con cariño, e ignorando que  muy probablemente en otra de las habitaciones Jungkook y Tae se estaban comiendo entre ellos, Jimin se sintió con la calidez y libertad de entender porque aún seguía teniendo aquellos dolorosos sueños que solo lo confundian.

¿Cómo podía aferrarse a un pasado que solo deseaba olvidar?

Yoongi tragó en seco ante su pregunta, confundido y tenso ante eso.

-¿Cómo te encontré? Pues... estabas casi congelado, con ropa sencilla y ya.

-¿Qué le paso a esa ropa?

-¿Por qué me preguntas todas esas cosas?

-El psicologo... dijo que estaba aferrado a algo del pasado pero no se que sea, específicamente en cosas materiales.

Un silencio encordesedor se apoderó del ambiente, volviendolo lúgubre y abrumador.
Las corrientes de aire en las ventanas era lo único que  podian sentir y que hacia ruido al mover lso cristales del candelabro.

¿Por qué de pronto Yoongi dejó de hacerle mimitos?

Se mantuvo quieto, a la espera de que su novio resolviera los conflictos en su mente.
Era extraño, confuso y también doloroso.
Solo quería... no, deseaba y anciaba poder dormir tranquilo, dejar de tener esas pesadillas y alejar todos esos oscuros pensamientos y sentimientos que albergaban su mente y corazón.

-¿Yoongi?.-preguntó ante la desesperación del silencio y la confusión.

-Creo que es mi culpa...

-¿Tu culpa? No, Yoongi. Nada es tu culpa, tu no eres un objeto que me aferre a mi pasado, tu eres mi presente y mi futuro. Eres mi todo, eres mi cielo y eres los recuerdos mas hermosos y perfectos que una persona podría tener. ¿Me entendiste? Te amo...








-Jiminnie... la ropa con la que te encontré sigue en la casa.







-¿Qué?, ¿C-cómo dices?













*Inserte suspenso para el siguiente capítulo*

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