Capítulo 35 - Eligiendo una Princesa

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CAPÍTULO 35
ELIGIENDO UNA PRINCESA

Cada verano tiene una historia.

Sólo se sabe si esa historia tendrá un final feliz cuando las hojas de los árboles comienzan a pintarse de amarillo y naranja.

Había evitado entrenar en ese lugar por bastante tiempo. Aún recordaba cuando siendo sólo un niño se posicionaba justo bajo aquellos altos árboles sintiéndose la persona más pequeña del mundo, observando a su hermano mayor parado sobre esa roca, preparándose para lanzar todos los kunais en medio de los blancos colgados en las diferentes ramas.

En ese entonces, era sólo un niño idiota que deseaba ser tan talentoso como Itachi, para así llamar de alguna manera la atención de su padre; su estómago se apretaba preocupado de que su hermano no lograra llegar al suelo de pie, o que algún kunai saliera de su trayectoria y se le clavara en un ojo. Su corazón latía nervioso y expectante, esperando el resultado, sólo para salir de su escondite gritando alabanzas cuando cada uno de los kunais se clavaba justo en medio de los círculos.

¡Nii-san! Eres asombroso... ¡Ahora es mi turno! ¡Ahora es mi turno!

Ten cuidado Sasuke. Estudia cada uno de los objetivos antes de lanzar un kunai.

¡No fallaré! ¡Obsérvame nii-san!

Espera. Cuando saltes, asegúrate de caer de pie y con las rodillas flexionadas o terminarás en el suelo.

Nii-san... ¡No me caeré! Deja de preocuparte tanto.

Recuerda Sasuke, nunca descuides tu retaguardia, pues un enemigo puede estar esperándote una vez que reveles tu posición al lanzar los kunais.

¡Si un enemigo me espera lo derrotaré!

Estoy seguro que sí. Ahora, toma el kunai con seguridad, pero lo suficientemente ligero para desprenderte de él sin mayor esfuerzo.

Podía escuchar los consejos de su hermano mientras se paraba en la roca. Podía observarse a sí mismo ahí abajo con Itachi atrás de él, sosteniendo sus brazos para dejarlos en la posición correcta. Era como si tan sólo ayer hubiesen estado juntos ahí, practicando hasta el anochecer, intentando aprender de él todo lo que pudiese con la esperanza de que algún día ambos pudiesen ser policías de Konoha y proteger al clan con orgullo, tal como lo hacía su padre y el resto de los Uchiha. Verse a sí mismo con esa edad en que abundaba la inocencia y la felicidad en su vida, sólo logró hacer que una línea recta cruzara sus labios, en una imagen de frialdad e indiferencia que ya se estaba volviendo común en él.

¡Nii-san! ¡Obsérvame!

La suave brisa veraniega hacía que aquellas palabras susurraran junto al ruido de las hojas meciéndose. Los recuerdos de su hermano y él realizando algo tan cotidiano como entrenar quemaban en su pecho y dolían como si alguien estuviese apretando su corazón con una mano. Incluso con el pasar del tiempo, el cambio en sus metas y el profundo odio que sentía por Itachi, seguía sintiéndose tan ansioso como cuando su hermano mayor lo observaba expectante, esperando que también él pudiese acertar en el blanco todos los kunais que lanzaba.

—Obsérvame...

¡Nii-san! ¡Nii-san! ¡Nii-san!

Respiró profundamente, cerró los ojos para concentrarse y activó el sharingan. Sus iris se volvieron rojas y tres aspas las decoraron de forma amenazante. La posición de su cuerpo se volvió muy alerta a lo que había a su alrededor y sus ojos comenzaron a moverse de un lado a otro memorizando exactamente donde se localizaba cada uno de los blancos.

Team Seven [Naruto Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora