Capítulo 51 - Toneri

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Son tres ―susurró Toneri, dejando de respirar, mientras intentaba imaginar cómo lucirían esas pequeñas marionetas que limpiaban todo el palacio―. Tú ―dijo con solemnidad y lejanía, apuntando con su dedo índice a la figura más cercana, tornándose su tono de voz en algo bastante autoritario para un niño de su edad―. Juega conmigo.

La marioneta detuvo su accionar y se paró derecha en medio del refinado y silencioso cuarto. Las paredes estaban decoradas con enormes retratos de cuerpo completo de doncellas y famosos guerreros de la familia Ōtsutsuki a la cual el niño pertenecía, enmarcados con elaboradas decoraciones que denotaban la elegancia de todo el lugar. Cada pequeño detalle del salón estaba cuidadosamente pensando para representar la opulencia de su familia, del poder de su clan y de la importancia que le daban a su propia misión.

No obstante, todo alrededor de Toneri era sombras sin forma ni belleza, ya que no contaba con su visión. Incluso la marioneta que caminaba hacia él era tan sólo una imagen indefinida que intentaba imaginar a través del sonido que emitía. La pequeña figura no era más alta que él, creada para reflejar idénticamente a un niño de la edad de Toneri, de grandes ojos celestes y cabello rojizo. 

Las marionetas del palacio se movían y pensaban gracias al chakra infundido dentro de ellas a través de un poder que su padre llamaba Tenseigan. No obstante, de vez en cuando el pequeño Toneri irrumpía en su flujo de chakra ordenándoles cómo actuar y hasta qué decir con su mente y fuerza vital, que era bastante superior a lo normal dentro de su familia, o al menos eso había dicho su padre. Su chakra cubría como un manto todo lo que había a su alrededor, aprovechándose del poder que ejercía el Tenseigan sobre el palacio, para así darle vida y movimiento a los sirvientes.

La pequeña marioneta que Toneri llamaba Yu caminó hacia él, hizo una reverencia y lo miró con grandes ojos inexpresivos.

―¿Qué desea jugar hoy, Toneri-sama? ―preguntó con una voz infantil y apática.

―¿Conoces algún juego, Yu? ―le preguntó Toneri con un aire regio, pero igual de infantil.

Todas las marionetas que interactuaban con él eran sólo una pequeña extensión de su propia personalidad que se manifestaban en diálogos consigo mismo para combatir su soledad. Solía hacerlo a menudo, sin importarle que en realidad no había nadie más ahí, excepto él y sus distintos amigos imaginarios que tomaban personalidad y forma gracias a su increíble, así como preciso, control de chakra

―Yu, quiero jugar algo divertido.

―¿Qué tal una carrera? ―sugirió la marioneta―. Podemos perseguir a las mariposas del bosque.

―Eres muy lento. Siempre te gano ―le respondió suspirando―. Y no quiero tener que descender hasta la superficie. Me pone muy triste caminar entre las ruinas ―bajó suavemente los párpados al recordar las historias que contaba su padre sobre la manera en que esas enormes ciudades habían visto su final―. Yu, ¿Sabes contar historias?

―No, pero puedo recitarle el Decreto Celestial, Toneri-sama ―respondió la marioneta mientras ambos caminaban juntos―. Nuestra noble misión es cuidar la Estatua Gedo y evitar que Kaguya despierte. Ella debe dormir mientras sus hijos y los hijos de sus hijos cuidan de ella, hasta que el impostergable día de La Cosecha llegue. Cuando eso suceda, pelearemos una vez más junto con nuestros hermanos en la Tierra para evitar ser...

―Esa parte triste no ―dijo Toneri con un poco de miedo, pensando en esa profecía apocalíptica de sus ancestrales ascendientes―. Háblame de la última parte.

―Soportamos la oscuridad y sacrificamos nuestros ojos para honrar el legado de Ōtsutsuki Hamura con un sentido de deber y honor. El clan de la Luna nunca intervendrá con el clan de ojos blancos o con el mundo del Sabio de los Seis Caminos, a menos que La Princesa del Byakugan vuelva y la tierra y la luna sean nuevamente uno para evitar la Cosecha. Si el mundo del Sabio de los Seis Caminos se descontrola, de la misma forma que detuvimos a Madre, detendremos a...

Team Seven [Naruto Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora