Capítulo 37 - Enter! Uzumaki Naruto

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TERCER ARCO

CAPÍTULO 37

ENTER!
Uzumaki Naruto

La sombra de las hojas jugaba sobre su rostro mientras caminaba bajo los árboles. Subió la mirada hacia las ramas sonriendo al sentir el fresco olor a los altos abedules que crecían por la orilla del camino. Muchas veces había pasado por ahí antes, pero nunca hasta ese momento había apreciado lo bien que olían en esa época del verano. Se sentía hogareño, pues queriendo o no, había pasado la mayor parte de su infancia corriendo entre esos árboles mientras se escondía con una sonrisa abnegada de las miradas llenas de odio de las personas de ese lugar.

—Tal como lo recuerdo —murmuró con una sonrisa llena de añoranza por el tiempo lejos de lo que consideraba su hogar—. ¿No huele genial, Ero-sennin? —le preguntó a su maestro, mirándolo curioso al notar su expresión.

—Nostálgico, sin duda.

Jiraiya parecía perdido en algún recuerdo de juventud que Naruto no quiso indagar. Por la mirada afilada y las mejillas sonrojadas, seguramente pensaba en alguna mujer. Sólo le mostraba ese rostro cuando recordaba las damas de su vida, lo cual asqueaba al rubio, sobre todo cuando comenzaba a narrar con detalles sus pequeñas aventuras románticas.

Definitivamente, entrenar junto a Jiraiya había sido grandioso, pero ya no aguantaba más estar con un anciano pervertido como él y escuchar sobre sus imaginarias conquistas, pues sin duda ni si quiera la mitad de las historias de grandes romances de las cuales hablaba eran verdad.

Se sentía entusiasmado con la idea de que finalmente estaba de vuelta en Konoha y que pronto podría reintegrarse al servicio activo de la Aldea, y claro, sentarse en Ichiraku y pedir la orden más grande y lujosa que tuviesen. El ramen en otras ciudades simplemente no era tan bueno como el de ese lugar. De hecho, se preguntaba si el viejo Takeuchi habría inventado alguna nueva receta mientras estuvo ausente. Sólo esperaba tener suficiente dinero para poder pagar la cantidad que planeaba comer. Lo que le recordaba...

—Ero-sennin, ahora que regresamos a la Aldea, supongo que podrás sacar el dinero de tu escondite secreto y pagarme, ¿No?

Le había prestado mucho, mucho dinero (todos sus ahorros) a ese anciano, con la promesa de recibirlo de vuelta tan pronto regresaran a Konoha. Bueno, a decir verdad, el hombre le había quitado su monedero en forma de sapo con la excusa de que era mejor que él lo guardara para que Naruto no lo gastara en tonterías. Eventualmente, cuando el joven quiso algo de dinero para comprar ropa y otras cosas, Jiraiya terminó confesando que el dinero había sido gastado en "implementos absolutamente necesarios para su investigación" (sake y mujerzuelas), pero que se lo devolvería cuando volvieran a Konoha. Le contó sobre un escondite secreto en que guardaba sus posesiones de valor, y aunque en un principio creyó en la historia, había una voz en el fondo de su mente que le decía que nunca vería ese dinero de vuelta.

—Claro, claro. Sólo tengo que... ahm... pero no te preocupes, tan pronto venda mi libro tendrás el dinero de vuelta. Es el mejor de la serie Icha Icha —respondió Jiraiya con un toque de orgullo.

—¿Ese libro aburrido que estabas escribiendo mientras entrenaba? —le preguntó subiendo una ceja, un tanto confundido.

—¡Ey! ¡No lo llames aburrido! Un mocoso como tú jamás podría entender el arte del amor entre un hombre y una mujer.

—¡Claro que podría! Pero tu libro no habla precisamente de amor sino de... bueno no sé. Me aburrió después de las primeras diez hojas.

—Me sorprende que hayas leído diez hojas —dijo Jiraiya cruzándose de brazos y mostrándose levemente ofendido—. De hecho, por tus calificaciones en la Academia, me sorprende que sepas leer.

Team Seven [Naruto Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora