Te Necesito

Capítulo X

Narra Emilio
Hoy es lunes, día de grabación para la novela otra vez, compré un aparato para poder monitorear a mi hijo y vigilarlo aunque sea de lejos, Sarahí no sabe del aparato y lo puse en un lugar bien escondido, lo bueno es que, sino veo algo, el aparato lo deja grabado. Salgo a grabar mis escenas y, a mitad de estás escucho cómo llora mi hijo del otro lado del aparato, me hierve la sangre nada más de pensar lo que esa desgraciada le pudo haber hecho, voy rápidamente hacia el aparato y alcanzo a ver y escuchar cómo le grita.

Sarahí: Ya te dije que en la cama no te puedes cagar, yo no te voy a limpiar, ahí ves tú cómo le vas a hacer con eso, y tú solo te vas a bañar y lavar tu ropa y esa mancha que dejaste ahí.

En cuanto veo ese vídeo dejó el estudio de grabación, antes le pedí al productor que me diera el resto del día libre y sí me dio permiso, cuando llego a la casa encuentro a mi hijo llorando desconsolado.

EMI: Ya mi niño, ya no llores, yo aquí estoy, yo te voy a limpiar va, ven, vamos a bañarte bebé. - Cuando me dirigía hacia el baño se apareció esa loca. -

Sarahí: ¿Y tú qué haces aquí?, ¿no deberías estar grabando?

Estaba muy enojado, pero porque estaba con mi hijo escuchando la conversación decidí ignorarla por completo.

Sarahí: ¡Te estoy hablando Emilio! - Seguí ignorándola hasta que acabé de bañar a mi hijo, lo llevé a su cuarto, donde se quedó dormido muy rápido porque había llorado mucho.
-

Emi: Te juro que si veo que le vuelves a tocar un pelo a MÍ hijo, te las vas a ver conmigo.

Sarahí: A o sea que me estás amenazando Emilio, tú cómo crees que no me voy a acercar a mi hijo.

EMI: Siempre que está solo contigo tiene muchos riesgos de salir lastimado, a parte, no sé de qué te quejas si haz dicho antes que solo te estorba, tú solo lo quieres cerca de tí para presumirlo en las redes.

Sarahí: Ay bueno, que de algo sirva el niño, ¿no? A parte, cosas que necesita un niño para sobrevivir no le hacen falta, ¿de qué te quejas tú?

EMI: Sabes qué, ya no puedo contigo, ya me tienes harto, te dejo que te metas conmigo, critícame, grítame, pégame si quieres, pero a mi hijo, a mi hijo no, no te voy a pasar que le pegues ni siquiera que roces tu piel con la de él.

En cuanto André se despertó salimos los dos a buscar un abogado, sí, la voy a demandar y le pediré el divorcio, con mi niño nadie se mete.

Ya estando con el abogado.

Emi: Buenas tardes abogado quisiera pedir dos cosas: divorcio y una demanda a mi esposa por maltrato infantil.

Abogado: Buenas tardes señor Osorio, claro que sí, con el divorcio podemos dar inicio desde ahora, pero con lo de que su esposa es una madre desobligada tenemos que esperar a que se hagan la cantidad de pruebas necesarias para poder proceder en su contra.

EMI: Si, no se preocupe, yo ya tengo algunas grabaciones que me pueden servir como prueba de eso.

Abogado: Bueno entonces hay un avance y también empezaré con eso, ¿Su esposa sabe del divorcio?

EMI: No se lo he dicho así directamente, pero igual supongo que ya debe tener la idea de lo que estoy haciendo justo en este momento.

Abogado: Está bien, si está seguro de proceder con ambas cosas espere mi llamada para que lo vuelva a citar ya nada más para firmas.

EMI: Si claro, gracias abogado.

Abogado: Solo necesito unos datos por favor. - Me pasó un papel donde pedía información sobre mi y la acusada. - Bueno señor Osorio, le aseguro que en cuanto tenga todo listo yo le aviso, mientras asegúrese de tener más evidencias para su demanda.

EMI: Si señor abogado muchas gracias.

Al salir del juzgado preferí mejor pasar la tarde fuera del departamento con mi hijo, estuvimos tranquilos dando vueltas por todo el centro, hasta que André empezó de travieso y yo trataba de calmarlo.

EMI: André cálmate, te puedes caer. - No me hacía caso y en parte me preocupaba cómo se movía porque estábamos en un piso algo resbaloso.- André ya.

Cuando me di cuenta él ya casi se caía por andar dando vueltas, por suerte alguien pudo agarrarlo para que no se golpeara contra el piso, llego donde él.

EMI: Ja, ya ves, te dije. - Yo estaba con la cabeza hacia abajo mirando a mi hijo, cuando vi quiénes eran los que lo atraparon, sentí una incomodidad que en realidad muy en el fondo es pura tristeza, lo sé perfectamente bien. -.