Capítulo LXXXVI

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Narra Emilio.

Despierto al sentir los besos que me da mi prometido en los labios.

Joaco: Buenos días hermoso — Me estiro aún adormilado, se sienta a mi lado en la cama, me coloca encima una mesita con un plato servido del desayuno cuando finalmente estoy sentado con la espalda pegada al respaldo de la cama, él ya está arreglado para salir a trabajar — No quería despertarte pero tenía que hacerlo por André aún no despierta pero, no me siento cómodo si no sé tal vez él despierte antes que tú, mejor bajo supervisión, bueno, también quise despertarte porque sé que ahora sí tienes que ir a tu trabajo, y porque quiero que me de tiempo de consentirte antes de que yo tenga que salir a mi trabajo.

Emi: ¿Qué hora es? — Me da un poco de fruta picada en la boca y la acepto — Muchas gracias caballero.

Joaco: De nada guapo, son casi las diez.

Emi: Creo que ya se nos hizo muy tarde a los dos.

Joaco: Eso no me importa, tú si, y mucho.

Emi: Amaneciste más romántico de lo normal, digo... Me encanta verte así pero... Tú quieres algo...

Joaco: Bueno de hecho si — Se pone serio y deja el tenedor encima del plato — Simplemente... Con los recuerdos negativos que yo sé que ambos tenemos de repente... Pensé en ¿Por qué no hacerte disfrutar o celebrar aún más que terminamos juntos y próximamente estaremos casados? — Vuelve a darme de comer — ¿Sabías que un hecho negativo interfiere más en tu vida que cinco hechos positivos?

Emi: Hacernos disfrutar amor — Lo beso — Creo que eso es lo que intentamos hacer siempre ¿No?, no estoy afectado por los recuerdos si eso piensas...

Joaco: No digo que lo estés, solo quiero evitar que pase y complacerte, hacerte sentir infinitamente amado por mí.

Emi: Exactamente así me siento yo por tí mi amor, y espero que así sientas mi amor por tí también — Digo acariciando su mejilla, desvía la mirada, no sé si por pena o algo más — ¿Qué pasa? ¿Hay algo más? ¿No sientes que te amo infinitamente?...

Joaco: No... No... — Acaricia mi mano — No es eso mi amor, tengo muy claro tu amor por mí... Si hay algo más... — Vuelve a mirarme a los ojos, está muy nervioso — He estado pensando mucho y... Quiero que adoptemos un hijo... — Lo dice muy rápido con los ojos cerrados y apretando mi mano, yo me quedo callado intentando procesar la información — ¿Qué... Qué piensas de eso?

Emi: Bueno... Será un proceso largo y tal vez difícil... Pero si, si quiero tener otro hijo contigo mi amor.

Joaco: ¡¿Es en serio Emilio?!

Emi: Claro, ¿Por qué no querría hacerlo Joaquín?

Joaco: No lo sé, solo, pensé que dirías que no querrías por André o que tal vez él no lo acepte o...

Emi: ¿Bromeas? Sabes que André se muere por tener un hermanito, se la pasa apurando al que tiene Sarahí en su panza y todavía le falta ja ja, yo creo que será una noticia muy bien recibida por él y por todos los que nos importan.

Joaco: Ay Emilio — Me llena de besos y abrazos — ¡Te amo!

Emi: Y yo a ti Joaquín — Después de muchos besos más terminamos con nuestras frentes unidas — Joaco — Me contesta con un sonido bajo — Ya se nos hizo demasiado tarde a los dos.

Joaco: Me quiero quedar aquí contigo otra vez, no quiero separarme de tí — Se aleja un poco — Pero tienes razón, si no trabajamos nos darán a nuestro futuro hijo más difícilmente, así que mejor ya me voy — Me da un último beso y se acerca a la puerta de la habitación — Tú alístate y también ve al trabajo por favor, por nuestros hijos.

Emi: Claro, ahora ellos y tú son mi motivación.

Joaco: Y ustedes la mía, avísame si necesitas que me presente en el estudio.

Tampoco quiero alejarme de él pero llegó el momento, él se fue a su trabajo, después de ahogar un grito de felicidad en la almohada empiezo a arreglarme para salir a trabajar, hoy André aún no puede ir a su nueva escuela porque falta que lo agreguen a la lista o no sé qué tanta cosa de los administrativos de la escuela, así que también lo arreglo para que venga conmigo al estudio, aún no le diré nada sobre su nuevo hermano, hasta que estemos los tres juntos.

Terminamos por hoy las horas de grabación, aún estamos afinando algunos detalles para el próximo concierto, en unos días empezamos otra vez los ensayos. André y yo volvemos al departamento, él aún no tiene ni la más mínima idea de lo que tenemos planeado Joaco y yo.

Mientras esperamos a Joaco, André y yo empezamos a hacer la cena.

André: ¿Va a venir Max o David o los dos o alguien más?

Emi: No ¿Por qué?

André: ¿Por qué estamos haciendo una cena para muchas personas?

Emi: No es para muchas personas Andy, pero esta cena, será especial, ya verás porqué.

André: ¿Y no me puedes dar una pista?

Emi: No, no se puede, solo aguanta un poquito más.

André: Ni chiquitita.

Emi: No, y deja de intentarlo porque no vas a convencerme niño astuto.

André: Me molesta esperar — Dice después de suspirar fastidiado — Pero bueno.

Emi: Debes aprender a ser paciente mi niño.

André: No puedo, esperar es muy aburrido y desesperante.

Emi: Si, lo sé, pero mientras te puedes distraer con otras cosas como estabas haciendo ahorita.

Después de un tiempo terminamos la preparación y pasan unos minutos cuando llega mi prometido, se acerca a mí.

Joaco: Hola precioso, ¿Qué es esto?

Emi: Obviamente es una cena importante — Le susurro al oído — Creo que sería bueno decirle a André lo que tenemos planeado tú y yo — Me alejo un poco — ¿Qué dices?

Joaco: Claro que acepto, ya estoy esperando su reacción.

Me toma de la mano, nos dirigimos a la cocina a servir los platos y nos sentamos todos a empezar a cenar.

André: ¿Ya me van a decir la sorpre? Esperen... Si es algo muy bueno, ¿Verdad? Porque si fuera malo, sería todo lo contrario a una buena cena.

Río un poquito ante la desesperación de mi hijo.

Emi: Es que le adelanté que tenemos algo importante que decirle — Pongo en contexto a Joaco — Está muy inquieto desde que le dije, bueno... ¿Empiezas tú?

Joaco: A si bueno... André... Por favor me podrías recordar, ¿Qué es lo que le habías pedido a tu papá porque según tus amigos era una buena idea tener eso?

André: Huy no sé, dulces... — Sigue recordando — Juguetes... Salir...

Joaco: ¿Qué le dijiste a Emilio que querías cuando fuiste al trabajo mientras él trabajaba conmigo?

André: Mmmm... Un hermanito... — Joaco y yo nos miramos, nos quedamos callados pero sonriendo con cierta complicidad — ¿Es otro hermanito? — Ambos asentimos — ¡¿Me van a dar otro hermanito?! — Baja de su silla y empieza a correr y brincar de allá para acá, nosotros obviamente también nos paramos de nuestras sillas, me acerco a él intentando calmarlo un poco para evitar algún accidente pero es imposible detener ese pequeño remolino — Caray, lo pedí y de la nada ya me salieron mis dos hermanitos, ¡Ay qué bueno!

Emi: Así es chiquitín, tendrás dos hermanitos.

André: Pero... — Se detiene al fin — ¿Cómo?

Joaco: Pues, decidimos adoptar un niño, aún no hemos investigado nada, pero ya está dicho y se hará todo lo necesario para tenerlo en casa lo más pronto posible.

André: ¡Wow! ¿Será un niño ya grande? Creí que sería un recién nacido o no sé — Vuelve a su locura total — Pero ¡Qué divertido!

Emi: Bueno, como te dijimos antes, no sabemos aún qué edad tenga, ni cómo será físicamente ni nada...

André: ¡No importa! — Nos abraza a los dos al mismo tiempo— ¡Gracias!

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