Capítulo XX

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Narra Emilio.
Llegamos a mi departamento, André tenía más sueño, así que lo dejé dormido en su cama, Sarahí llegó después.

Sarahí: Ten, es el aviso que me dio tu abogadito, el juicio es el lunes.

Me iba a retirar al cuarto de André sin decir nada para evitar una pelea, pero fue ella la que empezó.

Sarahí: En realidad creo que solo pelearé la custodia de André para joderte a tí, me convendría más que te lo quedaras tú, sólo me estorba.

Emi: Si es así por qué no simplemente vamos con mi abogado para que firmemos un acuerdo de visitas y ya.

Sarahí: Oye, no creas que te lo dejaré todo tan fácil, digamos que es una forma de vengarme.

EMI: ¿Como por qué o qué? Yo nunca te he hecho nada.

Sarahí: Exacto, nunca me pelaste ni nada, ni cerquitita, no me sirves como esposo, no me estoy rindiendo, apenas te estoy iniciando la guerra.

Emi: Tu defensa no tiene sentido, ambos sabemos que todo esto fue puro show de mis padres, desde el inicio te juré que nunca te amaré.

Sarahí: Como sea, me da igual, tú nunca intentaste ni siquiera caerme bien, por qué, no sé, yo sí, no pude, entonces pues busqué cualquier otro vato en lugar de tí, tampoco te iba a estar rogando.

Emi: Te pedí que no accedieras al juego de mis papás, pero lo hiciste tú por tu cuenta, te advertí muchas veces que no serías feliz conmigo, te valió, solo aceptaste hacerlo por pura envidia.

Sarahí: Sí pero eso también aburre oye y desgraciadamente en la única puta vez que te tuve quedé embarazada no bueno, contigo voy de mal en peor.

Emi: ¿Por qué te expresas así de André? Es tu hijo.

Sarahí: ¿Por qué? Porque es un estorbo, no puedo con sus berrinches, por su culpa no puedo salir con mis amigos, no tengo vida social desde que ese niño llegó.

Emi: Ay por favor, si te la vives en la calle, con mayor razón voy a darlo todo porque me den la custodia total de mi hijo, tú con ese odio puedes ser capaz de hacerle daño.

Sarahí: Obviamente no quiero pasar mi vida en la cárcel, si me lo quedo, obvio tendré quién se encargue de él, tendrá sus necesidades básicas.

Después de otro rato de pelear con esa loca, fui al cuarto de André, estaba despierto y llorando en su cama.

Emi: No mi amor, ya, no llores mi vida.

André: Sara no me quiere, tú no la quieres, yo tampoco.

Emi: Andy, es tu madre.

André: Yo soy su hijo y no me quiere, ella me odia.

Emi: No hijo, ella te ama, solo no sabe cómo expresarlo, ya sabes, agarra parejo cuando se enoja.

André: ¡No!— Más enojado — ¡Ella lo dijo, no me soporta!

Emi: André...

André: Quiero dormir, por favor pueden no pelear este ratito que voy a dormir, gracias.

Se acomodó en su cama, cubriéndose todo de pies hasta arriba de la cabeza, intenté hacer que se destapara la cabeza pero se hizo más bolita.

Emi: André...

André: ¡Vete! ¡quiero dormir!

Emi: Yo sí te amo mi Andy, muchísimo.

Salí de su habitación casi haciendo guardia para que la loca no se acercara, pasó un rato y lo hizo.

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