Capítulo LII

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Narra Emilio.
Despierto yo primero, seguimos en el "antro" no hago ningún movimiento, solo me quedo viendo su hermoso rostro, tan relajado, muy angelical, pero si supieran cómo es conmigo cuando estamos solos, nadie lo creería y no los culpo; al sentarme en la cama siento algo de dolor.

Emi: Agh...

Joaco: Ja ja, ¿Quieres más chiquito?

Emi: Amor... — Estoy seguro de que estoy muy rojo — No, gracias así estoy bien... Aunque si tú quieres — Le doy un beso — Yo sin problema...

Joaco: Claro que quisiera quedarme así contigo todo el día, pero tenemos cosas que hacer amor.

Emi: Cierto, tengo que ir por mi papá.

Tomo mi celular de la mesita de al lado, es algo tarde, me levanto algo apurado de la cama y nos empezamos a alistar.

Emi: En cualquier momento darán de alta a mi papá y no hay nadie más que lo ayude, ya es tarde, tengo que apurarme.

Joaco: Vamos, yo te llevo amor.

Emi: A... No, gracias amor, pero creo que será mejor que vaya solo, no sé qué esperar de él si te ve.

Joaco: Bueno está bien, pero igual, me llamas si necesitas algo, yo voy a estar en el departamento.

Emi: Gracias mi amor, — Lo beso, se escuchan más gemidos de otros cuartos — Hay que apurarnos, quiero asegurarme de que no te quedes aquí solo.

Joaco: ¿Tienes miedo de que alguien se quede conmigo y no seas tú?

Emi: ¡Joaquín, cállate y apúrate!

No tardamos en salir ambos de ese lugar, pasamos juntos primero al departamento para arreglarnos mejor, cuando llego al hospital mi papá ya se está terminando de arreglar para salir de aquí.

Osorio: ¿Qué haces aquí? ¿Buscaste a tu madre?

Emi: Vine a ayudarte y si, si vi a mi madre, ¿Dónde quieres ir? Si quieres te puedes quedar conmigo...

Osorio: Ja, no, y con el pendejo ese, no, llévame a mi casa y ya.

Emi: Bueno, entonces estaré contigo unos días.

Osorio: No estoy jodido Emilio, no te necesito conmigo.

Llegamos a su casa.

Osorio: ¿Dónde está tu madre?

Emi: Creo que ya se fue, no quería quedarse aquí, me dio su dirección — Le doy otro papel con su dirección y su teléfono — Por si quieres hablar con ella, o verla.

Osorio: No, estoy mejor así, pinche loca casi me mata.

Emi: ¿Seguro que puedes estar solo?

Osorio: Si, gracias por traerme, ahora vete.

Seguimos en la entrada de la casa, noto que aún sigue algo adolorido, solo intenta disimular conmigo, por eso entro con él a la casa.

Emi: ¿Qué quieres comer? Me quedaré contigo mínimo hasta que hallas comido algo.

Osorio: Yo puedo hacerme de comer, tú ya vete, mejor atiende a André, él sí necesita ayuda.

Emi: André está con sus otros abuelos, está bien cuidado.

Osorio: Claro, mejor lo dejas con esos que con tus padres, no, a nosotros hasta esa fregada orden fuiste a ponernos.

Emi: ¿Qué quieres comer?

Osorio: Nada, ahorita solo quiero dormir, te digo que te vayas.

Mi papá se fue a su cuarto, yo limpio la casa, se nota que sí hubo una pelea fuerte, o que no han aseado desde hace mucho tiempo, hago la comida y también aprovecho para almorzar, pasan unas cuantas horas, la comida se enfrió y la caliento cuando mi papá empieza a hacer ruido desde su cuarto, señal de que ya está despierto, luego de poco tiempo sale de su cuarto hacia la cocina, yo estoy en la sala.

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