Capítulo XXI

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Narra Joaquín.
Entramos al estudio.

Joaco: Max, enserio no sé ni qué decir, solo perdóname, por favor, yo sé que tú no te mereces esto, yo...

Max: Hey Joaco, tranquilo, yo sabía que esto tarde o temprano iba a pasar.

Joaco: ¿Qué?

Max: Si, incluso lo supe desde antes de conocer a Emilio y, desde antes de que tú y yo fuéramos novios, pero yo elegí tomar ese riesgo.

Joaco: Max no te estoy entendiendo nada ¿No estás enojado?

Max: Joaquín, yo fui la primera persona que se pudo acercar a tí allá en España, yo sé cómo llegaste y cómo haz cambiado desde esa vez, sé perfectamente bien lo enojado que estabas con la vida, tú nunca me quisiste hablar de ese tema, ni yo te iba a presionar, pero, ahora que volviste a México, y desde que conocí a Emilio, supe que lo que sentías el primer año en España, podía estar relacionado con él, todo tú cambiaste desde el primer día que lo vimos, sí, como dije antes, yo ya sabía que era eso, o al menos algo parecido, ahora, con lo de hace rato, pude comprobar que tú y yo, no estamos hechos para estar juntos como pareja, yo simplemente te hice volver al lugar donde fuiste feliz antes de conocerme, aprovecha esta nueva oportunidad Joaquín.

Joaco: Max, no, yo, perdón.

Max: Joaco, no tienes que pedirme perdón, ni tú, ni Emilio.

Joaco: Cómo no te voy a pedir perdón, si, otro en tu lugar ya hubiera hecho un caos ahora mismo, se hubiera vuelto loco o no sé.

Max: Tú lo haz dicho Joaco, otros, no yo, yo te entiendo, los entiendo, y ni se te ocurra decir que entonces se acaban de ir cuatro años de noviazgo a la basura, porque bueno, de noviazgo obviamente si verdad, pero a ver, podemos seguir siendo amigos, yo no guardo rencor, yo sé que eso solo hace daño, eso también me lo enseñaste tú.

Solo fui hacia él, lo abracé y lloré.

Joaco: Enserio eres una gran persona Max, muchas gracias.

Max: Ay no llores porque si no yo también lloro caramba, ya Joaquín.

Joaco: Ja ja, bueno ya. — Me separé. — Pero, entonces, ¿Nadie se irá?

Max: No, claro, si tú no tienes problema con que yo me quede después de que ustedes se hagan novios y hagan sus cosas de adultos. — Me puse rojo. — Mientras me quedo aquí todavía otro rato.

Joaco: Ay no Max, tú luego luego te vas a lo extremo, pero ¿No te sientes incómodo?

Max: No Joaco, incluso puede que en este tiempo que nos queda aquí, consiga un novio, muy guapo, no sé, quién sabe, igual y sí, igual y regresando a España me encuentro un español sabroso, uno nunca sabe.

Joaco: Lo conseguirás Max, eres una persona maravillosa y muy divertido.

Max: ¿Nada más divertido? No compita, también soy guapo, inteligente, educado, trabajador, es bueno que cada quién reconozca sus habilidades, virtudes y defectos.

Joaco: Bueno, ya te lo dijiste todo tú solito. — Otro abrazo. — Te quiero mucho Maxito, enserio te admiro.

Max: Y yo a tí Joaco, bueno, mejor volvamos con Emilio y Andy, antes de que se adelanten y quieran salir por la ventana.

Reí un poco y fuimos a su habitación, Emilio ya estaba guardando algunas de sus cosas en su maleta, nos acercamos Max y yo y le volvimos a acomodar las cosas en el lugar que las había puesto hace rato.

Emi: Déjenme ir, antes de que arruine otras cosas en este lugar.

Volvió a meter otras cosas en la maleta, cosas que igual, Max y yo volvimos a poner en su lugar.

Max: Emilio, no es necesario que alguien se vaya, ya todo está arreglado, no te preocupes por nada amigo.

Emi: ¿Cómo quedaron?

Max: Terminamos pero...

Emi: A no sí, lo arreglaron, perdón por hacerlos terminar, yo ya me voy.

Joaco: No es necesario Emilio, terminamos, pero nadie está enojado con nadie, Max me explicó algunas cosas y pues ya está todo bien.

Emi: ¿Eh?

Joaco: Es algo raro de explicar pero, tú solo, no te vayas Emilio, por favor.

Max: Ya oíste, te lo está pidiendo por favor eh.

Emi: Está bien, si, me quedo, pero sigo sin entender bien cómo está la cosa.

Max y Joaco: Gracias.

Max: Luego entenderás Emilio, solo hay que hacer tiempo, y ahora que ya está todo bien, ¿Quién tiene hambre?

Emiliaco: ¡Yo!

Pedimos de comer, ya era noche, así que después todos nos fuimos a dormir, André no despertó hasta la mañana siguiente.

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