Capítulo XIII

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Narra Emilio
Noche del jueves.

Sarahí: Emilio puedes ¿explicarme qué carajos es esto?

Me muestra una hoja donde viene lo del divorcio supongo que mi abogado se la envío a su trabajo.

Emi: Una hoja.

Sarahí: ¡Emilio ya! No estoy jugando, no te pongas de mamón carajo.

EMI: Shhhh, no grites, André está durmiendo, lo vas a despertar, qué quieres que te explique a ver, es una hoja que especifica sobre el divorcio.

Sarahí: Ajá si tú, y ¿Por qué te esperaste hasta ahora para pedirme el divorcio? Además, ni siquiera hay necesidad, ya te di permiso de cojer con quien se te dé la gana. - Lo dice todo casi gritando. -

EMI: Que no grites, solo me faltaba un motivo, un maldito motivo para que me den la razón a mí, como te dije hace días, a mí te dejo que me hagas lo que quieras, pero a André, no le pones una mano encima.

Sarahí: ¡Ay no mames Emilio! Fue él quien la cago literalmente, o sea, se hizo en la cama.

Emilio: Wey, por qué no captas que es un niño, tiene cuatro añitos, además, si sabes que se puede hacer en la cama todavía, ¿Por qué no le pusiste pañal?

Sarahí: Hay niños que a los tres ya saben perfectamente bien que deben avisar cuando quieran ir a cagar.

Emi: No todos los niños son así, mi hijo no es lento, simplemente no tiene la atención que merece, yo sí trato de pasar más tiempo y de calidad con él enseñándole cosas que tiene que hacer, modales, tú tienes más tiempo libre que yo y no estás con él, siempre te vas a cualquier otro lado y cuando están solos, te la pasas gritándole en lugar de disfrutar estar a solas con él.

Sarahí: Tampoco voy a dejar mi vida social oye, o sea, ese niño solo me quita tiempo, aparte, cómo crees que voy a disfrutar estar con él, ni entiende.

Emi: Ya me hartaste, ya me voy a ver cómo está André.

Cuando entré a su cuarto estaba despierto, obviamente, con tanto grito afuera.

EMI: Perdón Andy, tú tranquilo okey, no pasa nada, intenta dormir ya, va.

André: ¿Y si mejor duermes tú conmigo?

EMI: Okey, mi vida, solo me lavo los dientes y regreso ¿está bien?

André: Si papi.

Después de hacer lo que tenía que hacer, volví y él seguía despierto.

EMI: Bueno, a dormir chamaquito. - Me acosté en la cama junto con él y lo abracé. -

André: ¿Y si duermes conmigo solo tú? Hasta que ya no tenga miedo.

EMI: Dormiré contigo siempre que quieras mi vida.

No es que antes durmiéramos en cuartos separados, sino que, todas las noches peleamos Sarahí y yo, y mi niño siempre se esconde en el cuarto que será de él para cuando ya tenga edad suficiente y yo sepa que no hay tanto riesgo de que le pase algo, dejo pasar un tiempo algo largo después de la pelea y siempre voy al cuarto de él cuando ya está completamente dormido y va como por su cuarto sueño, ya no vuelve al cuarto donde supuestamente los tres debíamos dormir.

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