Capítulo XLVI

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Narra Emilio.
Después de la película David se fue a su casa, antes nos dio su dirección, según por si acaso, cada quién durmió en su habitación.
Me levanté más temprano para empezar a arreglar nuestras cosas, aún no sé cuándo habrá vuelo a México pero mejor empiezo.
Después de medio arreglar casi todo, tocan la puerta y es Joaquín.

Emi: Huy, hola hermoso, ¿Por qué tan guapo?

Joaco: Hola precioso, guapo siempre estoy, vine porque quiero verificar que todo esté en orden, y quería ver si Max no estaba aquí, salió, no sé a dónde, no dejó ningún recado, cuando desperté ya no estaba.

Emi: Tranquilo amor, de seguro se dio su escapadita para verse con su nueva conquista, ¿No crees? Además, — Me acerco a él acomodando un poco su ropa — ya no tenemos riesgo, al menos no con esos tipos que contrató mi papá.

Joaco: Bueno, tienes razón — Él me acaricia la cintura, mis  brazos quedan en su cuello, ve que André sigue dormido — Deberíamos aprovechar el tiempo como Max, ¿No te gustaría?

Emi: Si, me encantaría — Baja sus manos hasta mis glúteos, apretándolos, pero yo aparto sus manos — Pero ahorita no puedo, para empezar, André ya no tarda en despertar, no he ni pedido el almuerzo y estoy arreglando mis cosas para cuando tengamos boletos de regreso y que a la mera hora no me estrese con tanto reguero.

Joaco: ¿Me vas a dejar así?

Dirige una de mis manos a su pantalón, donde se sentía un bulto, su erección.

Emi: Si, perdón, pero ahorita no, tú te lo buscaste, yo no tengo la culpa de ponerte así.

Finalmente terminé haciéndole un oral en el baño porque no me dejaba en paz, luego de eso obvio limpiamos el baño, él me ayudó arreglando también parte de las cosas que me faltaban, después la puerta otra vez fue tocada y esta vez era Max.

Max: ¿Qué creen muchachos? ¿Qué creen? ¡Ya conseguí boletos de regreso! — André se despertó por su grito —Ups, perdón Andy — Nos enseña los boletos — Son para el próximo lunes, aún es miércoles ya sé, pero fue la fecha más cercana que había.

André: Ay no, eso quiere decir que ya voy a regresar a la escuela, pa, ¿Nos podemos quedar más tiempo aquí?

Emi: No señorito, usted ya perdió muchas clases, en cuanto volvamos tendrás que tomar clases extras para recuperar las clases perdidas.

André: Ay no qué flojera.

Joaco: Ja, a pero bien que andas jugando con tus amigos en los descansos verdad.

André: Si, eso es lo único bueno de ir allá, y Joel es el que más me ayuda, de los tres él es el inteligente.

Emi: Tú también lo eres mi niño — Me acerco a él acariciando sus mejillas — todos lo somos, solo hay que ejercitar el cerebrito y justo para eso son las clases extras.

André: Mmmm bueno.

Joaco: Max, gracias por conseguir los boletos.

Max: De nada, aunque, no pagué yo con mi dinero, ya saben que todo lo que tengo es prestado.

Max se nota algo triste y sabemos por qué, André se fue a lavar los dientes.

Emi: Max, ¿Qué vas a hacer con David?

Max: Ja, a no pues nada — Se sonrojó — O como ¿Qué querías que hiciera?

Emi: Max, es obvio que te gusta — Se puso más rojo de lo que ya estaba — ¿Por qué no sales con él por ahí? Tú invítalo.

Max: No tiene caso si dentro de unos días me voy de aquí, mejor no me ilusiono.

Preferimos no seguir intentando convencerlo para que no se hartara de nosotros, pero nosotros le ayudaremos.
Al siguiente día le dimos la noticia de los boletos a David, él también se puso triste.
Pasaron más días, en todos esos días invitamos a David a pasar un rato con nosotros, los dos se dan señales, pero ninguno dice nada.
Hoy ya es sábado, pasamos todo este día en la alberca, luego aún hubo tiempo para que André estuviera jugando ya en la habitación, se notaba cansado de tanto andar corriendo como loco por donde pudiera pero aún así no para de jugar con sus jueguetes en el suelo, estamos los cuatro otra vez en la misma habitación.

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