Capítulo LX

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Narra Joaquín.
Ya es jueves, despertamos con el tiempo justo para arreglarnos e ir al trabajo, todo va normal, al menos hasta la hora de descanso, Emilio y yo estamos en mi oficina comiendo juntos nuestras ensaladas, noto a Emilio algo intranquilo, pero no digo nada para no incomodarlo, hasta que él habla primero.

Emi: Amor... Emmm... — Dejando su ensalada a un lado, hago lo mismo para darle toda mi atención — Como ya sabes, mi disquera ya me está esperando con las nuevas letras, tenía planeado empezar a grabar el próximo lunes pero, tendré que estar en el estudio por muchas horas si quiero volver a los conciertos pronto y, creo que si me quedo trabajando aquí aún, no te seré muy eficiente y, por eso mismo, he decidido... Renunciar...

Me dice con algo de pena.

Joaco: No es necesario que me dés alguna explicación — Acaricio sus manos — Ya sabíamos que tenías que volver a tu vida como cantante entonces...

Emi: Si, pero antes quiero saber si haz buscado a alguien que ocupe mi lugar, no quiero irme de aquí sin antes saber que tienes quien te ayude, sé lo apurado que estás siempre aún teniéndome a mí como tu secretario.

Joaco: No te preocupes amor, tú solo enfócate en lo tuyo, ¿Okey? Y pues, tengo algunas propuestas, he estado revisando todo lo que han avanzado los demás en sus áreas, hay muchas personas que sin duda están bien para ese puesto.

Emi: Bueno, entonces, renuncio, mañana será mi último día de trabajo aquí.

Joaco: Me parece bien — Acaricio su mejilla y le doy un beso — Me alegra saber que ya volverás a trabajar en lo que en verdad te apasiona, yo también seré parte de tu nueva etapa y podré verte como el gran artista que eres.

Emi: Gracias amor, tú no te quedas atrás he, eres de los diseñadores de moda más reconocidos de todo el mundo — Se acerca a mi oído y me susurra — Y mi favorito obvio — Me da un beso —  Los dos estamos cumpliendo nuestros sueños juntos.

Joaco: Te amo precioso.

Emi: Yo más mi amor.

Seguimos con nuestro trabajo hasta la noche, hoy pasamos por André a casa de Sarahí, todo este tiempo estuvo con ella, los primeros días porque Emilio le había pedido a Sarahí quedarse con él porque no sabía cómo iban a seguir las cosas entre él y yo, y no quería que André presenciara las peleas, aunque solo se me aplicó la ley del hielo, los otros días André prefirió quedarse por cuenta propia ahí porque se aprovechó de que su maestro había dejado un trabajo en equipo para llevar a sus amigos a conocer "Una de sus casas". Decidió regresar hoy porque ya extraña a alguien y no precisamente a mí o a Emilio.
Llegamos al departamento y André fue directamente a ver su pareja de pájaro australianos.

André: Hola, los extrañé mucho — Emilio baja la jaula para ponerla sobre una pequeña mesa y que así André pueda estar más cerca de ellos, André abraza la jaula — ¿Tienen hambre?

Emi: A mira — Se cruza de brazos — Y a mí no me pelaste cuando me viste verdad chamaco.

André: Perdón pa, pero los pajaritos son mis pajaritos.

Emi: Y yo tu padre — Susurra alejándose de André para que no lo escuche — Eso les gana por mucho.

Yo abrazo a Emilio dándole besos para que se relaje.

Joaco: Ya no peleen por favor — Me dirijo a André y Emilio va hacia la cocina — Andy ellos sí han estado bien cuidados por nosotros, no les falta agua ni comida ni nada.

André: Gracias Joaco.

Hicimos lo mismo, ayudamos a André con sus tareas, ya era algo tarde, por lo que a André no le quedó mucho tiempo despierto, poco rato después se durmió, Emilio lo llevó a su cuarto, ahora estamos él y yo en el nuestro, ya estamos acostados, él tiene su cabeza en mi pecho y estamos abrazados.
Emilio levanta un poco su cabeza y se me queda viendo unos segundos.

Emi: Amor... ¿Qué tan cerquita de tí quisieras verme en mi regreso como artista?

Joaco: Como un chicle pegado obvio, entre más cerquita mejor.

Vuelve a recostar su cabeza en mi pecho y hace figuras con sus manos en él, yo acaricio su pelo y de vez en cuando parte de su espalda.

Emi: ¿Cantarías conmigo en mi gira de regreso?

Me tomo unos segundos procesando lo que me acaba de pedir, vuelve a mirarme cuando no escucha ni una sola palabra salir de mi boca e intento descifrar si me está engañando, pero es tan buen actor que no logro ver un solo gesto o movimiento que lo delate.

Joaco: Amor... Ammm... ¿Es... Es en... Es en serio Emilio?

Emi: Si — Se acomoda en la cama quedando sentado con su espalda pegada en la cabecera de ésta — ¿No te gustaría?

Joaco: Es... Es una muy buena idea, pero... — Copio su acción, ahora los dos estamos sentados — Ya tiene que no canto para muchas personas en vivo y a todo color...

Emi: Pero cantas hermoso y bailas espectacular.

Joaco: ¿Y si a quienes vayan a tus conciertos no les gusta la idea? No a todos les gustó la noticia.

Emi: Bueno es que, eso fue lo que se me ocurrió para la sorpresa de regreso, si tú aceptas pues, creo que no tendrán de otra más que aceptar porque pues, va a ser sorpresa, o sea que hasta el momento del concierto se revelará, igual se va hacer, si no aceptas pues, abro mis conciertos como las otras veces y ya veré qué otra cosa se me ocurre, solo fue una idea no pasa nada, pero sí me acompañarás estando en primera fila o escondido en alguna parte del escenario.

Joaco: No — Lo pienso y me doy cuenta que esa sería la ocasión perfecta también para mi sorpresa — ¿Sabes qué? Tienes razón — Lo tomo del mentón para que me mire fijamente a los ojos — Dije que sería parte de tu nueva etapa, ¿Qué importan los demás? — Otra vez está en su rostro esa hermosa sonrisa que nunca me cansaré de ver — Acepto ser parte de tu gira.

Emi: ¡¿Es neta mi amor?!

No me deja hablar, me abraza con toda sus fuerzas, claro que yo correspondo el abrazo y entre risas le respondo.

Joaco: Si amor, acepto ser el invitado especial de cada uno de tus conciertos.

Se separa del abrazo y me toma de mis cachetes.

Emi: Te amo... — Beso — Te amo... — Beso — ¡Te amo Joaquín Bondoni!

Tuve que cubrir su boquita con mi mano porque estaba haciendo mucho ruido.

Joaco: Shhh... Vas a despertar a André...

Emilio cae de su nube y vuelve a la realidad, va al cuarto de André y yo lo sigo, él sigue muy dormido.

Después de un tiempo con André, vamos a nuestro cuarto, estando a punto de dormir, Emilio recibe una llamada, es el número de su papá, pongo el altavoz.

Osorio: ...Tú nos prometiste dinero, nosotros te cumplimos — Es otra voz, se escuchan golpes y quejidos de dolor, Emilio está tratando de contener sus lágrimas — Ahora páganos pendejo... — No... No cumplieron... — Ese fue Osorio, nos empezamos a arreglar, yo llamo a la policía mientras sigo escuchando la llamada — Cumplimos con nuestra parte — Otro golpe — Otra cosa es que tú no hayas vigilado bien y esos estorbos se te hayan escapado... — Más golpes, hablo también con Sarahí para que cuide de André — ¡Páganos ya maldita mierda!

Salimos del departamento Emilio tiene a André durmiendo en sus brazos, manejo lo más rápido posible, llegamos donde Sarahí, ya nos esperaba en la puerta.
Luego de poco tiempo llegamos a la casa de Osorio.

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