Capítulo XIV

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Narra Joaquín
La mañana estuvo tranquila en comparación con las otras mañanas, solo bebimos café, vimos un poco de programas de la televisión y volvimos a dormir, hasta que sonó la alarma de Max, señal de que debíamos empezar a cambiarnos para ir con André, terminamos de arreglarnos muy rápido y llegamos puntuales al lugar, era un restaurante con juegos para niños, pero ellos aún no llegaban así que Max y yo elegimos la mesa, pedimos de una vez nuestra comida.

Max: Huy señorito se ve muy guapo así arreglado eh.

Joaco: Yo siempre estoy guapo amor, y usted tampoco se queda atrás eh, se ve demasiado sexy.

Entre el juego hubieron besos largos, pero no obsenos, estamos en un lugar público.

Emi: Egem. - Se aclaró la garganta para que nos diéramos cuenta de que ya estaba ahí. - Hola buenas tardes, perdón por el retraso, es que vengo saliendo de trabajar.

André: Hola Max, hola Joaco, pa, ¿Puedo ir primero a los juegos?

Emi: Mejor primero pedimos y luego vamos a jugar, ¿va?

André: Bueno.

Llegó el mesero y ellos pidieron su comida.

André: ¿Ya puedo ir?

Emi: Ay que niño tan apurón, bueno ya vamos, ¿Ustedes se quedan aquí o van también?

Max: Como fue Andy quien pidió que nos viéramos pues que él decida.

André: ¡Vamos todos!

Joaco: Pero uno se tiene que quedar cuidando las cosas y para avisar cuando llegue la comida.

Emi: ¿A quién sacrificas André?

Joaco: Yo me quedo, no hay problema.

André: No, ay ya perdimos tiempo y creo que ya hasta va a venir la comida.

Emi: A ver pues, te llevo yo primero ahorita y después de comer vamos los cuatro ¿Te parece?

André: ¡Siiii!

Se fueron a jugar mientras la comida llegaba, la mesa estaba algo cerca de los juegos, por lo mismo se podía ver lo que hacían los niños, mientras estábamos hablando Max y yo, notaba que Emilio volteaba de reojo, no me sorprende tanto simplemente porque siempre ha sido celoso desde su primer noviazgo, pero bueno, eso ya no importa ahora, llegó la comida y ellos volvieron.

André: Entonces, ¿Ustedes me van a cuidar cuando mi papá no esté en la casa?

EMI: Oye, no le hemos dicho nada de esto a tu madre.

Max: Bueno, nosotros no tenemos problema, le avisas a tu mujer y cuando quieran vamos.

André: Huy entonces ya valió. - Dice cruzándose de brazos. -

EMI: André.

Joaco: ¿Por qué? - Emilio quedó viendo serio a André para que no dijera alguna barbaridad. -

André: No cierto, pero ya quedaron en que van a cuidarme al menos un día eh.

Emilio no dijo nada, solo siguió comiendo algo serio.

Max: Es una promesa Andy.

Seguimos comiendo y contando chismes cada uno, hasta que acabamos de comer.

André: Vamos otra vez a los juegos, ¿puedo? Dijiste que después de comer iríamos todos.

Emi: Si André sí puedes. - André ya estaba por irse solito, pero Emilio lo tomó rápido de la mano sin lastimarlo. - Pero, después de que se te pase un poquitito lo lleno, estás muy lleno y corriendo te puedes marear o vomitar.

André: Qué delicados somos, pero bueno.

Todos reímos cuando dijo eso, pasamos otro rato hablando.

André: ¿Ya podemos ir todos?

Emi: Bueno ya, vamos.

André entró primero a los juegos siendo seguido por Emilio, Max y yo, en algún momento Max y André se entretuvieron mejor ellos, a Emilio y a mí no nos hacían tanto caso, así que Emilio se alejó un poco primero para que pudieran correr libremente como locos por todo ese espacio, nos orillamos.

Joaco: Y emmm, ¿Cuándo es su cumpleaños?

Emi: Faltan tres meses, casi cuatro, y tú, ¿Cuándo volviste? ¿Te irás en dos meses?

Ninguno volteaba a ver al otro directamente a los ojos, estábamos viendo hacia el piso, o viendo cómo jugaban André y Max.

Joaco: A bueno, yo estoy aquí desde el sábado pasado, y sí, nos vamos en dos meses.

Emi: Y ¿Por qué viniste? Digo, ya tenías mucho sin volver.

Joaco: Es que, hubo algunos problemas con el jefe de Max, problemas personales supongo porque no le dijo nada a sus trabajadores, solo que se ausentaría por mínimo dos meses.

Emi: Pero tú no trabajas en la misma empresa que él ¿o sí?

Joaco: No, ese mismo día que les dijo su jefe, Max me dio la idea de hacer lo mismo con mi empresa y por eso estoy aquí.

Emi: A bueno, y ¿Cuánto tiempo llevan juntos?

Joaco: Cuatro años.

Emi: Mmmm.

Joaco: Y tú ¿Cuánto tiempo llevas con tu esposa?

EMI: Casi cinco años... Pero...

Ni siquiera sé por qué andaba preguntando cosas de las que ya sé la respuesta, Emilio iba a hablar pero se escuchó un grito y luego el llanto de André y fuimos a ver, estaba cerca de una resbaladilla unida a una casa para niños, se cayó de la resbaladilla, la casa estaba grande, era más bien para niños como de entre 8 - 10 años.

André: ¡Me duele mucho! - Se quejó llorando. -

Emi: Tranquilo André ya estoy aquí, no te muevas mucho, te llevaré al doctor.

Max ayudó a Emilio a llevar a André hasta el carro.

Max: Perdón, te juro que yo intenté atraparlo, pero no pude hacerlo a tiempo.

André estaba sangrando un poco de sus rodillas, y le dolían también los brazos.

Al llegar con el doctor pasaron solo André y Emilio a su consultorio y Max y yo nos quedamos en la sala de espera.

Joaco: ¿Qué pasó? ¿Por qué se cayó?

Max: Eso no fue un accidente, yo vi cuando otro niño estaba atrás de él en la resbaladilla y lo empujó de la nada, Andy se estaba acomodando para resbalarse, cuando el chamaco de atrás lo empujó haciendo que Andy se fuera casi de lado y yo no lo pude cachar.

Joaco: Bueno ya pasó amor, no te preocupes, no fue tu culpa ok, él va estar bien, vas a ver.

Max: Y si por eso Emilio ya no nos deja ver a Andy, yo le hice una promesa, cuando le intenté explicar a Emilio lo que pasó no dijo nada.

Joaco: No creo que se haya enojado, solo está preocupado por su hijo, igual y André se lo pide y le explica lo que pasó.

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