Capítulo 9

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Desde cuando Hermione trataba a Ron con tanto cariño. Luego, ella se acercó tanto a Ron dándole palmaditas de aliento, que Harry no quiso mirarlos. Era como si algo grande y áspero hiciera erupción en el estómago de Harry, clavándose en sus entrañas, la sangre caliente parecía inundar su cerebro, para extinguir cualquier pensamiento, reemplazado por una urgencia salvaje de hechizar a su amigo pelirrojo.

Cuando Harry empujó el tapete para tomar su atajo usual hacia la torre de Gryffindor, se encontraron con Dean y Ginny, enlazados en un fuerte abrazo, besándose ferozmente. Peleando con su locura repentina, escuchó la voz de Ron como si estuviera a una gran distancia.

— ¡Ey!

Dean y Ginny se separaron y voltearon a mirarlos.

— ¿Qué? —preguntó Ginny despreocupada.

— ¡No quiero encontrar a mi hermana besuqueándose en público!

Dean se veía avergonzado. Le hizo un guiño engañoso a Harry que no respondió, pues el recién nacido monstruo dentro de él, rugía por explotar contra Ron.

—Ven Ginny —dijo Dean —. Vamos a la sala común.

—Ve tú, yo quiero hablar con mi querido hermano.

Dean se fue, sin parecer apenado por tener que dejar el lugar.

—Bien—dijo Ginny, quitando su pelo rojo de la cara, mirando ferozmente a Ron —vamos a dejar las cosas claras de una vez por todas. No es de tu incumbencia con quien salgo.

—Si lo es —respondió Ron igual de enojado — ¿Crees que quiero que la gente esté diciendo que mi hermana es una...?

— ¿Una qué, exactamente? —gritó Ginny, sacando su varita.

Harry no quería meterse en la discusión, estaba desinteresado de lo que hacían Dean y Ginny, por otro lado, de manera extraña, demasiado molesto con Ron como apoyarlo

—Él no quiere decir nada—intervino Hermione automáticamente.

— ¡Oh si, si quiere decir! —dijo ella centelleando —. Solo porque él nunca se ha besuqueado con nadie en su vida, el mejor beso que le han dado ha sido de nuestra tía Muriel.

— ¡Cállate! —bramó Ron, pasando del color rojo al marrón, tratando de saltar sobre su hermana, pero Hermione lo detenía.

Ron había sacado su varita también y Hermione se paró rápidamente en medio de los hermanos, poniendo ambas manos sobre el pecho de Ron para controlarlo de sus salvajes impulsos, sabía que con una pelea todos terminarían perdiendo, en especial Harry a dos de sus mejores elementos del equipo de Quidditch.

—No, no me voy a callar —chilló Ginny fuera de si —. Si te besuquearas con alguien, entonces no te importaría que los demás lo hicieran.

—No sabes de lo que estás hablando —vociferó Ron, intentando conseguir un tiro libre hacia Ginny alrededor de Hermione, quien ahora estaba parada enfrente con sus brazos estirados —. Solo porque no lo hago en público.

— ¿Has estado besando a Pigwidgeon? ¿O conseguiste una foto de la tía Muriel y la escondiste bajo tu almohada? —Ginny gritó con una risa burlona, tratando de empujar a Hermione fuera del camino.

Un rayo voló bajo el brazo izquierdo de Hermione, Ginny apenas logró quitarse. Aquella cercanía entre Ron y Hermione le voló la cabeza a Harry, entonces empujó a Ron hacia la pared.

— ¡Harry se ha besuqueado con Cho Chang! —soltó Ginny, que parecía estar a punto de llorar —. Y Hermione con Víctor Krum, tú actúas como si fuera algo desagradable, porque tienes tanta experiencia como un niño de doce años.

Elegido con el corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora