Una vez dada la información por recibida. Félix acató la orden a muy triste cara, asintió y se despidió del profesor Flitwick.
Draco en ningún momento le quitó el ojo de encima. Cruzado de brazos y recargado en una de las paredes, esperando a que otra cosa sucediera, Malfoy por poco se quedaba dormido de tanto esperar.
Desde que Leroux volvió a meterse a la cocina, no pudo creer lo mucho que se demoró en salir, pero al hacerlo notó el porqué.
—________...
De la puerta salió Bob Hoffmann, Emily Jones, Félix Leroux y ________ Peverell.
Todos estaban explotando a carcajadas sin parar, mientras que se limpiaban las lágrimas de tanto hacerlo.
Bum, bum.
La castaña llevaba un lindo vestido de un amarillo pastel que combinaba con el amarillo de sus botillas. Se veía tan ligera y preparada para la llegada de la primavera.
Draco se levantó de la banqueta en que estaba sentado.
Sabía que automáticamente se había humillado al quedarse encogido en una orilla esperando a que una chica saliera de divertirse.
Félix ayudó a ________ a cargar con la colorida canasta y los postres bien hechos y cortados en rebanadas, en su rostro se veía la duda, pero no podía seguir ocultando la noticia y simplemente improvisar.
—Chicos, tengo algo que decirles—Se detuvo y bajó la cabeza algo tímido.
—¿Y qué es?
—A partir de ahora están canceladas las salidas a Hogsmeade, es vital para la seguridad de los estudiantes. Lo siento.
—¿Qué?
Todos se quejaron, soltando bufidos con molestia, pero al final, no había de otra. Sonaban a órdenes bastante estrictas después de que lo dijera un prefecto, quizá todos ya lo sabían.
¿Qué más daba?
—¿Y entonces qué haremos ahora?—Preguntó la morena, verdaderamente molesta; incluso se había puesto bloqueador para el caluroso sol y ahora resultaba que nunca lo harían.
—Ya que no tendremos el tiempo de ir a Hogsmeade—Mencionó Bob, con la mano bajo la barbilla, pensativo—Eso quiere decir que se tomara tiempo libre para todos aquí, ¿Por qué no mejor elegimos un lugar cómodo para merendar?
—Tiene razón, será mejor buscar un lugar, creo que será divertido el tiempo que estemos aquí.
—Eso espero—Emily suspiró con lastima y se volvió al camino para caminar a la salida de las mazmorras.
La bola de amigos decidieron por salir en busca de un lugar, mientras que Draco intentaba explicarse como ________ rayos había sucedido todo eso, ¿Su chica estaba con ese idiota?
Y se encontraba en un dilema sobre ir a interrumpirla y volverle a hacer una escena o mejor callarse y suplicar su perdón.
Quizá.
Respiró hondo y miró al techo.
Un rato ¿Cierto? Solo tenía que esperarla un rato.
Ella vendrá a él, porque claramente ambos se gustan y no pueden estar separados dos personas que se quieren.
¡Pero era tan injusto!
¡No quería, no quería, no quería!
________ era solo para él. Odiaba la idea de tener que aceptar que en ese preciso momento estaba cerca de otro chico, era celos normales que consumían su nerviosismo.
Pero al tener título de idiota grabado en su frente, se merecía su silencio.
Dio la media vuelta, tragándose la dura decisión y fue camino a su sala. Un poco más de paciencia podía aguantar su desquiciado tiempo.—Uno, dos, tres, cuatro, cinco…—Comenzó a contar, mientras lanzaba una pelotilla al aire. Intentando no perder la cordura—Diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete… ¡________!—Suspiró y dejó caerse totalmente en su cama—Me… Estoy… Volviendo… Loco… Por… Ti.
Se enderezó sobre su cama y se retiró los zapatos, debía buscar una manera de quitarse la frustración de encima.
Lanzó el zapato izquierdo, pero en el momento en que desataba los cordones del zapato derecho, notó una luz brillante que sobresalía por debajo del ropero.
¿Pero que era eso?
Se acercó lentamente y abrió las puertas, encontrándose con el mismo característico rollo que le habían obsequiado las sirenas a _______ y él.
Brillaba a un ritmo constante, una luz celestial.
Lo tomó firmemente en su mano y se lanzó a la cama. Llevaba días tratando de averiguar que era ese rollo, pero jamás dio resultado, hasta entonces que empezaba a soltar su esplendor.
Era como si estuviera debajo del mar, podía sentir las mismas ondas y la humedad en su mano.
Extendió el pergamino y la luz le dio directo en la cara, demasiado fulgor para sus ojos, así que lo cerró levemente, esperando un cambio y al poco tiempo, la luz se apagó por completo.
—¿Cómo funciona esto?
Lo giró a todos lados, pero no había más que puro papel dorado y repentinamente, apareció una marca plateada que contrastaba al papel y eso le llamó la plena atención.
—“Bienvenido, Draco Malfoy”, ¿Draco Malfoy? ¿Cómo conoce mi nombre?—Giró la cabeza a todos lados, notando que no había nadie en la habitación, así que cerró la puerta y volvió a su cama—“Soy el legado de Madam Thulevev, la bruja más confusa y perdida, que en busca de su salvación y corazón, creo este mapa, para conocer los rumbos del corazón. Sé quien es usted, señor Malfoy, ya que es la persona quien está sosteniendo este rollo mágico”.
Era extraño. Más extraño de lo que creía, ¿Cómo era que de repente aparecía esto cuando en días no lo había hecho?
¿Cómo se activó precisamente?
–¿Se supone que… Puedes escucharme? ¿No tengo que escribir?—Preguntó, y acto seguido las letras cambiaron—“Por eso es un rollo mágico”. Cielos… Que patético—Bufó—¿Puedes decirme que es lo que haces exactamente?
—“Antes de poder decirle más, usted debe decir la clave para ingresar al uso de este mapa”.
—¿Y bien? ¿Cuál es?
Unos sonidos a la puerta lo desconcertaron por un momento.
—¡Draco! ¿Estas ahí?
—¡Si, idiotas! ¡Largo de aquí!
No hubo más ruido.
Volvió a la vista al pergamino.
—“Búscame y te encontraré; te buscaré y tu me encontrarás”.
—¿Qué rayos? Que contraseña tan estúpida—Rodó los ojos y lamió sus labios—Búscame y te encontraré; te buscaré y tu me encontrarás.
Después de decirlo, las letras sobre el pergamino desaparecieron.
—¡Hola!
Draco soltó un enorme grito y resbaló por la borde de la cama.
—¡¿Q-Quién eres tú y como entraste?!
La figura quedó algo confundida, pero no pudo hacer más que sonreír con alegría y verle fijamente.
—Soy Madam Thulevev, o al menos, lo que queda de su conciencia.
—¿Eres una conciencia?
—Eso es correcto—Miró a todos lados y empezó a curiosear, por la ropa y las camas de los demás chicos de Slytherin que se hallaban ausentes y por equivocación encontró una revista algo obscena—Cielos, si que están madurando, ¿Eh?
—Deja eso allí—Le indicó Draco, algo avergonzado—¿Por qué… No puedo verte bien?
Ciertamente, era una persona, pero brillaba demasiado que no se le podía ver con nitidez.
—Como soy una conciencia puedo moldearme a tu gusto, ya que… Desde ahora, estaremos juntos por siempre.
—¿Qué? ¿Por siempre?
—A menos que renuncies como propietario del mapa o se lo concedas a alguien más—Respondió, apareciendo y desapareciendo en todos los puntos de la habitación, moviendo y curioseando por todos lados—Puedo ser tu mamá—Apareció a un lado de él, con la figura de su madre—El chico que odias—Apareció al otro lado, como Harry Potter—Como tu peor temor—Chilló, transformándose en Voldemort—O como…—Susurró a su oído con suavidad—Lo que más deseas.
El rubio movió la cabeza lentamente y sus pupilas se dilataron al ver a Peverell allí sentada sobre la orilla de su cama, con una tierna sonrisa.
Sonrió ligeramente pero luego recordó… Que realmente ni siquiera era ella, solo… Un reflejo, así que agitó la cabeza y desvió la mirada.
—Preferiría que fueras yo… Esto sería demasiado incómodo.
—¿Estas seguro?—Sonrió, al ver al chico sonrojado—Esta bien.
Su cuerpo tomó la figura completa de quien era Draco Malfoy y pronto, hubo dos chicos idénticos en la misma habitación.
—¿No arriesgado que estés aquí? Los demás podrían verte-
—No te preocupes. Solo el propietario puede verme y usarme, pero te lo advierto, niño—Se dio la media vuelta y tomó un diario del suelo—Soy bastante… Fastidioso, ahora que estoy transformada en un chico, puedes llamarme Thulev.
El pelirrubio apenas comenzaba a procesar lo que estaba sucediendo en ese momento. Se relajó sobre la silla al lado de su mesa y se quedó mirando fijamente al chico idéntico a él.
—¿Por qué Madam Thulevev creó este… Mapa?
—Madam Thulevev se golpeó la cabeza cuando era solo una niña y usar magia en partes delicadas del cerebro podría provocar consecuencias aún peores. Así que vivió el resto de su vida de un inminente mundo de fantasía y se volvió una loca sin cura, aunque todos en su exterior la vieran como una enferma, ella en el interior sabía sobre lo que le sucedía, así que huyó de casa y en busca de su propia felicidad, creó este mapa. Yo. Te enseñaré el camino a tus destinos, a donde quieras llegar y… A quien quieras llegar.
—¿Cuál es el significado del doble sentido de esa última frase?
—Eres un chico muy perdido, Draco… Tu…—Se detuvo en seco, antes de tomar el cuchillo que estaba al lado de una manzana cortada en trozos—Tu no quieres matar a Dumbledore.
—¿Cómo sabes sobre eso?
Su cuerpo tembló al ver la sonrisa del otro chico asomarse por encima de su hombro.
—Conozco a todas las personas… Absolutamente a todas, conozco sus decisiones, más… No sus futuros. Justo ahora presiento tus ganas de… Ahorcarme. Pero vamos, niño, solo soy una conciencia.
Draco bajó la cabeza.
—¿Qué otra opción tengo?
—¿Me repites la pregunta?
El chico tragó saliva.
—¿Qué otra opción tengo? ¿Cómo puedo proteger a mi familia si yo…?
—El amor incondicional a tu familia—Sonrió, acariciando suavemente las cortinas de la cama de algún otro estudiante—Es claro que todo lo haces por ellos… Fuiste elegido por Voldemort para asesinar a Albus Dumbledore, por supuesto que estas dispuesto a hacerlo para salvar a tu familia, pero…—Se giró a Malfoy, quien aun se mantenía con el rostro decaído—Dime… ¿Cuál es esa otra… Variante?
—________...
—¡Ah! ¡Claro! La chica que vino del pasado—Chasqueó los dedos—Estas enamorado de ella, pero ahora resulta que ella influye en tus decisiones, ¿Matar a Dumbledore o planear algo diferente con ella? ¿Buscar una salida o seguir arreglando el Armario Evanescente?—Sonrió—Draco Malfoy… El amor te está metiendo en problemas…
—Quizá tenga la certeza de que seguiré con el plan que me concedió Voldemort, pero… Me…
—¿Te…?—Le cuestionó, apareciéndose a su lado.
—Me provoca miedo… Que ella no… Siga a mi lado.
—¿Y que importa si ella no sigue a tu lado? Tienes otras chicas que te aman, tienes a tu familia, ¿Ella que tiene de importante?
—Yo…
Thulev sonrió. Ese niño estaba completamente perdido.
—Será mejor que tomes una decisión Draco, recuerda que sólo soy alguien parlanchín.
—Dime…—Farfulló, desesperado por una respuesta ante el dolor que surgía de la conversación—¿Qué tengo que hacer? ¿Cómo… Cómo puedo tenerla de mi lado aun si sabe… Que soy un monstruo?
—Creo que no depende de ti, es ella quien decide si verte como un monstruo o no. Eso se decidirá, en ‘ese’ día—Sonrió al notar el semblante tensionado de Draco—Aún faltan meses, ¿No?
—Podría ser en cualquier momento.
—No lo sé, algo me dice que será dentro de unos meses, ya que el auténtico Draco Malfoy dejó de reparar el Armario Evanescente.
—Esto es tan frustrante.
—Tranquilo, niño, tienes tiempo de pensar y elegir—Thulev se sentó tranquilamente sobre una cama, frente a Draco.
Éste levantó y tomó sus zapatos. Se sentía ahogado por los pensamientos tan mortíferos que ardían en el corazón del dolor y la desesperanza.
Una vez más sin ella, volvía a ser como antes.
Todo se volvía a ver como antes.
“________, ¿Dónde estas?”.
“Perdón”.
Y salió de la habitación.
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Hechizo ~ Draco Malfoy
FanfictionUna linda y divertida historia en la gran y sorprendente escuela de magia y hechicería, Hogwarts. Había una vez un desafío para el mundo de la magia que cayó desde el cielo. Literalmente. La era de la magia se enfrentará al descubrimiento de h...