Hechizo ~ Draco Malfoy

Ep. 20

       El juez tomó un receso de media hora para que Peverell pudiese conversar tranquilamente con la mujer.
   Fueron a un pequeño cuarto y se sentaron en una mesa frente a frente.
   —Tienes que creerme, no soy mala, vengo a protegerte.
   —¿Podrías decirme a protegerme de que?
   —No puedo decirte, pero tienes que confiar en mi—Se señaló a sí misma.
   —¿Cómo puedo confiar en ti? Ni siquiera sé cómo eres—Excusó masajeando sus ojos—Si lo que dices es verdad, no puedo ayudarte si no me das algo con que convencer.
   —¿Qué pruebas doy si no puedo revelar quien soy?
   —¿Qué clase de pariente mía eres?
   —Ya te dije que no puedo revelarte quien soy ni nada relacionado.
   —¿Ni siquiera eso?
   —Puedo alterar el futuro y eso no está en mis planes, podría desaparecer.
   —¿Puedo al menos verte? Incomodas con esa apariencia.
   —Esta bien—Refunfuñó y se quitó la capa que la cubría, mostrándose por completo—¿Feliz?
   Peverell quedó pasmada al ver a la chica.
   Era una chica muy joven, tanto como ella. De tez pálida y el cabello blanco como la nieve y un mechón oscuro.
   Pero lo más impactante de todo, eran esos conocidos ojos grises.
   —No… No eres pariente mía, eres de Draco.
   Dalila abrió sus ojos y levantó la cabeza. ¿Cómo…?
   —¿Qué dices?
   —No tienes nada que el no tenga—Farfulló, con el aliento ausente en su pecho—El cabello, la mirada, la boca… Que ¿Eres su hija?
   —¡N-No!—Gritó, antes de que todo pudiera malinterpretarse y salirse de control.
   —Pero eres tan parec-
   —No se quien es Draco—Respondió inmediatamente, para calmar la tensión—No se de que hablas, pero el que tenga rasgos similares a alguien más no significa que tenga una especie de relación.
   —¿Entonces no sabes quien es Draco, Draco Malfoy?
   Dalila negó con la cabeza.
   —Me apellido es Snouts, no Malfoy.
   —Ya veo. Pero son tan parecidos—Balbuceó—¿Y como piensas que te ayude?
   —Solo debes convencerlos de que soy tu familiar.
   —No puedo hacer eso porque yo tampoco estoy convencida.
   —Sabes que, al diablo—Dijo dando un golpe a la mesa, frustrada—Toma una poción de la memoria.
   —¿Poción de la memoria? ¿Y porque tomaría algo así?
   —Porque sabes el hechizo de tiempo pero no lo recuerdas y la única forma de salir de aquí, es que recuerdes el hechizo, lo confirmes conmigo y nos larguemos de una vez.
   Sonó una pequeña campaña, anunciando que el receso había terminado y era hora de regresar al juicio. Ambas chicas se miraron disgustadas, ¿Qué se suponía que tenían que hacer?
   —Bien, lo haré—Respondió ________ y ambas caminaron hasta tomar sus respectivos lugares.
   —¿Y bien? ¿A qué conclusión llegaron? ¿Señorita Peverell?
   Ella se paró y caminó al frente.
   —Tomaré una poción de memoria, si recuerdo el hechizo, significa que Dalila tiene razón.
   El juez confirmó. Tomando notas y buscando opiniones y determinar si se llevaría o no, a cabo el consumo de la poción.
   Al final solo dijo que el próximo juicio ser haría la siguiente semana, ya que no podía alargarse tanto una sesión. Llevaron a Dalila a un cuarto especial para que pudiera pasar la semana allí mientras se profesaba su juicio de liberación. Aunque todos decían que se notaba cierta confianza entre las dos chicas y era probable que si pudiese salir libre.
   Snouts no estaba para nada contenta, ¿Es que era justo pasar navidad sola en una especie de celda?
   Pero tenía que soportar si quería salir libre. Debía ser paciente.
   —Vendré a verte mañana, para que podamos seguir hablando—Le dijo Peverell—Júrame que no me mientes, o te daré tu merecido.
   La pelirrubia asintió.
   —Lo prometo.
   ________ asintió y se fue de allí.
   No podía evitar seguir pensando en el increíble parecido. ¡Es como si hubiese visto a Draco versión mujer!
   Sacudió su cabeza y nuevamente se encontró con el Señor Weasley. Quien le había dicho que se quedaría en el Ministerio, mientras tanto, ella debía regresar a su casa para la cena de nochebuena, así que regresó por las chimeneas.