Ep. 19

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     La enorme ciudad empezó a desaparecer y pronto pudieron verse pequeñas casas hogareñas y enormes terrenos verdes y de cultivo que parecían extenderse hasta el horizonte y no terminar jamás. Era una hermosa mañana.
   Peverell se recostó en su asiento y espero hasta llegar a la casa de los Weasley.
   —Ya llegamos—Dijo Ron, aliviado—Todos te están esperando emocionados.
   La chica se asomó por la ventana y vio a toda una familia de pelirrojos. ¡Todos los Weasley son pelirrojos!
   Se tapó la boca, emocionada y aguantándose la risa de ternura. Estaban Ginny, Fred, George, un chico de cara desconocida y una señora y un señor pelirrojos.
    El auto se estacionó y la chica bajó de ella, acercándose tímidamente a la familia de pelirroja.
   —¡Hola! ¡Hola!—Saludó la agradable señora, que poseía baja estatura—¡Soy Molly! ¡Molly Weasley!
   —¡Señora Weasley! ¡Un gusto!—Le devolvió el gesto con todo y la emoción y recibió el agradable abrazo de Molly—________ Peverell.
   —Ay querida, ya se quien eres—Sonrió, tomando a la chica de los hombros—Entra, entra, ¿Ya desayunaste?
   —No, aun no.
   —Te hice muchas cosas deliciosas, huevo, pan tostado con mantequilla, papas a la francesa, arroz con pollo, cangrejo, ¿Qué deseas que te haga?—Sonrió mirándola atentamente y con mucha emoción.
   —¿A ella le hiciste todo eso de desayunar?—Se quejó Fred, mirándola incrédulo.
   —¡Chis! Ustedes, niños, ayuden a bajar sus maletas.
   —¡Ginny!—Saludó ________ y ambas se dieron un abrazo fuerte y largo.
   —Que bueno es volver a verte. Te presento a mi papá.
   —Arthur Weasley, para servirle—Saludó, un hombre alto, pelirrojo y muy carismático—Falta que conozcas a Percy, mi tercer hijo mayor.
   El mencionado sonrió y alzó su mano para saludar a la invitada.
   Entraron a la casa e inmediatamente la invitaron a pasar a su cocina, donde había un centenar de platos bien calientes y deliciosos.
   —Oh por las barbas de merlín, esto es una mina de oro—Exclamó fascinada, mientras se llevaba la mano a la boca. Olía tan bien que hizo que su estómago rugiera como león.
   —Siéntate, siéntate hija—Ofreció Molly.
   Después de que los chicos subieran las maletas a la habitación en la que se hospedaría _________, se quedaron deslumbrados al ver el desayuno y corrieron a tomar su lugar.
   Ron moría de sueño, pero sus deseos de comer era más grandes.
   Peverell comía el delicioso arroz de Molly, cuando un sonido interrumpió en todo el lugar. Harry y los Weasley voltearon a mirar lentamente al bolsillo del suéter de la chica.
   Se escuchaba una extraña voz conocida, así que se quedaron callados.
   —¿________? ¿________ ya llegaste?—Preguntó el rubio del otro lado.
   —Si—Contestó, avergonzada, sacando la gema del bolsillo. Sabía que entre ellos no se llevaban del todo bien—Estoy desayunando.
   —¿Qué? ¿Estas desayunando? ¿Con los Weasley?
   —Si, estoy desayunando con ellos.
   —Tch, ¿En serio?
   —Draco, por favor—Masajeo su entreceja—Cállate y no molestes.
   Volvió a apretar la gema  y la guardo de nuevo. Siguió comiendo pero tampoco podía ocultar la incomodidad de toda la familia.
   —Lo siento, se que ustedes no se llevan bien con los Malfoy pero, no puedo negar que Draco es mi amigo, se que a veces es un idiota, pero…
   —No te preocupes, querida. Son tus amistades—Sonrió Molly—Sigue comiendo, se enfriara.
   —Si, gracias.
   —¿Cómo es ser amiga de Draco?—Preguntó George. Ron le reclamó con la mirada—¿Qué? Tengo curiosidad.
   —Draco tiene un lado muy desconocido—Respondió y tomó un trago de ponche—Tiene un carisma muy único que no todos suelen entender y aceptar. Tengo en claro que fue educado de una manera estricta, que le impide tener sentido de socialización sana. Sabe contar chistes, es bueno en el trabajo en equipo—Mordió un pan—Incluso aprendió algunas bromas de Fred y George—Sonrió—Él piensa que ustedes son divertidos.
   —¿De verdad? Wow, eso es… Inesperado—Contestó Fred, con la boca llena.
   —Supongo que tienes la dicha de conocer ese lado de Draco—Comentó el señor Weasley—En todos lados no se habla más que de cosas malas sobre él.
   —Tengo en cuenta eso, Señor Arthur. Quiero ser alguien… En el que Draco tenga la confianza de apoyarse y refugiarse, él necesita a alguien que lo ayude y lo apoye en sus malos momentos—Sonrió, picando un pedazo de zanahoria—Aparte de que me gusta molestarlo, es muy especial para mi.
   Toda la familia de pelirrojos se quedaron callados al escuchar a la chica hablar de alguien a quien conocían como cruel y fastidioso. Es como si solo ella pudiera tener el encanto para domar un dragón o una bestia.

Hechizo ~ Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora