Ep. 23

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   —Y unas orejitas de gatito—Mencionó la chica mientras dibujaba en sus fotografías.
   —Borra eso, me veo ridículo.
   Una vez que se tomaron las divertidas fotografías en poses graciosas, se acercaron a la pantalla frente a ellos para dibujar diseños encima de éstas.
   Peverell le dibujaba dos pequeñas medias lunas sobre la cabeza.
   —Te ves tan tierno.
   —Parezco un hurón. Me recordó a la vez que un estúpido profesor me convirtió en uno para castigarme.
   —¿Qué? ¡No es cierto!—Estalló en risas—¿¿Te convirtió en un hurón?? ¿¿En un hurón, Draco??
   —No exageres, no fue divertido—Rodó los ojos y miró hacia afuera. Las cápsulas de la rueda de la fortuna empezaban a vaciarse y la gente se veía muy emocionada por subir al juego, ya era tiempo de regresar—Saquemos las copias, ya tenemos que subir.
   Malfoy presionó un botón rojo y suavemente empezaron a salir las tiritas de fotos. Algunas vacías y otras con diseños, pues ya no había mucho tiempo para diseñarlas todas.
   Después de pagar, salieron corriendo hacia el juego mecánico para tomar su capsula apartada. Allí esperaron a un par de personas a que subieran.
   Un señor se acercó a ellos y extendió su mano.
   —Sus boletos, por favor.
   Draco los sacó de su bolsillo y se los dio, éste solo los perforó y se los regresó. Al guardarlos de nuevo en su pantalón se dio cuenta de que ________ miraba muy emocionada el juego, porque sus ojitos brillaban mucho y denotaban su gran asombro. ¿Por qué estaba así? Parecía un cachorro.
   Sentía las enormes ganas de abrazarla. Era esa sensación de querer seguir cuidando su felicidad, ¿Qué la hacía tan importante para ella?
   Hay miles de chicas en el mundo, algunas también son muy tiernas, otras compasivas, otras muy diablas y atractivas.
   ¿Qué era esa tonta que le daba su toque especial?
   Era como ver su salida. Como sentir la ansiedad de su pecho salir en un suspiró por los ojos, las malas vibras que rodeaban su cuerpo salían por su boca como una sonrisa.
   Ella le gustaba y no quería negarlo. Ahora conseguir su corazón sería mejor competencia de todas.
   Tomó su mano suavemente, sin miedo a romper la delicada línea que los separaba como amigos, y entrelazó sus dedos con las de ella.
   Peverell borró su sonrisa. No porque se hubiese incomodado, si no porque la tomó por sorpresa y nunca lo esperó, así que lo miró a los ojos. Unos oscurecidos ojos grises, con las pupilas dilatadas, que poco a poco se acercaban más y más.
   Hasta llegar a su mejilla y situar un tierno beso en ella.
   Su corazón explotó en miles de cohetes y fuegos artificiales. ¡¡Le había dado un beso!! Y… Se sintió tan genial… Pues labios estaban tibios al igual que su mano, y el aroma de su piel.
   —Adelante, siguen ustedes—Interrumpió el portero, abriendo la puerta de la capsula que les tocaba a ellos.
   Aquello los desconcertó a ambos, así que en silencio ingresaron al amplio cuarto y escucharon el sonido del seguro cerrarse detrás de ellos. El lugar no tenía tanta calefacción, pero desde luego no estaba tan frío como afuera.
   Se mantenían callados. Después de lo sucedido, ahora los sentimientos y las emociones eran confusas para _________. Claro que no podía ser normal ese tipo de besos después de negar la atracción.
   Pues bien, era hora de aclararlo.
   —Lo siento, fue extraño, ¿Verdad?
   —Supong-
   En ese momento la capsula se movió bruscamente y esto asustó a la chica, estremeciéndose y saltando a los brazos de Draco.
   —Aww, no me digas que la brujita se asustó—Dijo burlonamente atrapándola en su pecho.
   Peverell se avergonzó y hundió su cara en su pecho, provocando una explosión de emociones en Malfoy, delatando sus latidos la sensibilidad del interior de él.
   —Tu corazón…
   —Es obvio, ¿No?—Respondió inmediatamente, y un acogida se volvió un delicado abrazo.
   —¿Desde cuando?
   —No lo sé, pero esta mañana me di cuenta. Creo que…—Recargó su barbilla encima de la cabeza de la chica—Fui algo cabeza dura.
   —Pero esta mañana, tu-
   —Lo sé, lo sé. Pero mi pecho no miente, ¿O si?
   —Draco-
   —Nunca fui comprensivo con mis emociones, ¿Sabes? Fui trastornado para sentir repugnancia y superioridad. Se que no es fácil tratar con alguien como yo, incluso entiendo que me odien y se alejen de mi, creo que me lo merezco. Es… Es extraño, ahora que me siento libre de poder ser de todo contigo y no me importa, siento que ya no me importa ser una persona de mierda o lo que tú desees. Quiero… Quiero darte mi corazón—Suspiró—Así que por favor, acéptame, haz lo que quieras conmigo… Porque así lo siento. Tómame, bórrame, haz arder la desgracia que consume mi corazón, destrózalo en mil pedazos si quieres… Al cabo… Es tuyo.
   En el ciego silencio de la capsula, ambos corazones fueron lo que siempre se escucharon.
   —¿Mío?
   —Dame la libertad de ser… Un completo idiota. Hazme llorar, hazme reír, hazme enojar, hazme feliz, mátame de celos—Se acercó a su oreja lentamente y susurró—Dame el placer de sentir.
   Un dulce escalofrío recorrió el cuerpo de Peverell al sentir las manos de Draco apretarla contra él.
   —Eso… Es muy enfermo.
   —Así me acostumbre a ser.
   —Entonces… ¿Te gusto?
   —¿Tendré que repetirlo todo?
   —Solo era para confirmar.
   Malfoy rodó los ojos.
   —Si… Me gustas.
   _________ sonrió y lo abrazó.
   —Eres un enfermo.
   Él solo se quedó callado con un suave sonrisa sobre sus labios. No entendía como era que se sentía tan bien el hecho de revelarse y decir que sería completamente suyo, incluso aceptaba su muerte si ella lo deseaba, porque claro, lo merecía.
   Aunque todavía quedaba un cabo suelto, pues Draco había confesado su necesidad de sentir algo por ella y sentirse él, sin embargo, los sentimientos de Peverell era inconcluso para él. No lo sabía. El sentimiento era casi mutuo, se esperaba que en un futuro las cosas no se complicará más.
   No, no lo harán.
   Se separó de ella y presionó un beso sobre su frente.
   —Mira… La ciudad.
   La chica se giró emocionada y tomó la mano de Malfoy, para que ambos pudiera apreciar juntos la belleza de la ciudad.
   Se veían los intensos colores de las luces de ciudad y más allá. Era hermoso, era espléndido, eran todas las palabras bellas, pero… Nada podía escribir lo mejor que era verla a ella, sonreír y Draco se contagió de ello.
   Una vez pasada la confesión, se daban cuenta, que al bajar, las cosas se volverían completamente diferente, mucho más de lo que pensaron. Quizá, el contacto sería un clave especial.
   ¿Besarse?
   No era como algo que estuviese en plan de ambos hacerlo. Se sentía felices y completamente satisfechos con estar juntos.
   Eran todo lo que necesitaban. Draco… La necesitaba, pero… Amarla sería dar un paso mucho más adelante, era un compromiso serio.
   No importa.
   Apretó su mano con la de ella, así la mantendría siempre.

Hechizo ~ Draco Malfoy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora