<< ¡Váyanse a la mierda! >> pensó Pierre para sus adentros.
¿Qué era lo que lo tenía tan enfadado?, simple: Hungría y Austria no dejaban de acaparar la atención de México.
—Pero bueno, amorcito, no tienes nada de qué preocuparte. — dijo Deméter con voz dulce mientras acariciaba el brazo de Mauricio de forma reconfortante.
—Digo, has sobrevivido hasta ahora... — comentó Clemens.
Por toda respuesta a ese comentario, Deméter la dio un pellizco en un brazo.
—No ayudas. — siseó.
—No pensaba hacerlo de todas formas, solo señalé lo obvio.
Pierre ardía de enojo, ¿qué acaso no veían esos dos que Alejandro estaba ocupado?, iba a hablar para correrlos, pero Andrew se le adelantó.
—Deméter, ¿cómo fue que te acostaste con Joseph?, me interesa esa historia, digo, quitarle lo virgen a Josh debió ser toda una odisea.
El rostro del húngaro se tornó rojo y se puso muy nervioso.
—Y-yo...
—Vamos, hombre, no debe ser tan preciado el secreto...
—Nos vemos, Deméter, ya se pusieron de pesados. — demandó Austria y lo jaló para llevárselo de ahí.
Pierre miró con sorpresa a Andrew.
—Si no hacía nada te ibas a morir del enojo. — se burló el rubio.
Por toda respuesta, Pierre le enseñó el dedo medio.
Estados Unidos solo sonrió con petulancia y se encogió de hombros.
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CRÓNICAS NORTEAMERICANAS
General FictionYa hemos visto algunos momentos de la vida de estos cuatro, pero ya es hora de mostrar cómo es su relación cotidiana cuando hay más naciones presentes y lo que hacen cada uno al respecto. ¿Andrew es tan frío como dicen? ¿Caden ama ser ignorado? ¿Pie...