Calendario: El producto final.

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Andrew despotricaba contra todo mientras Caden intentaba procesar lo que veía.

—¿Cómo los convencieron de hacer eso?, ¿eh?, ¡dime! — gritaba Andrew.

Caden repasaba las fotos del calendario, no es como si nunca hubiera tenido un calendario con fotos coquetas o sensuales, pero en ESE calendario habían fotos de sus amigos y su compañero de casa... dios.

—Me gusta la foto de septiembre. — dijo intentando calmar los ánimos asesinos de Andrew.

—Bueno, te acepto que sale bien ahí. — replicó entre dientes el rubio.

En esa foto se veía a Mauricio cubierto solo con una delgada sabana tapando lo más importante.

—Cálmate, An, dudo que esto salga de aquí siquiera, solo es un proyecto artístico de Panamá.

—¿Y cómo explicas la jodida postal?

—... Pues... podemos no mostrársela a nadie

—Mhmn...

En sus respectivos sobres, con el calendario venía una postal en la que se mostraba a Pierre, Mauricio y Ricardo compartiendo una paleta de hielo, una sola y los tres la saboreaban de forma nada santa.

—Si esto sale de aquí, juro que me las van a pagar. — clamó Andrew.

Justo en ese instante le llegó un mensaje:

"Son muy buenos para venderse, ¿no?, ¿Cuántos querrán pagar por él con esas sexys fotos, Andrew?"

El rubio tenía un tic en el ojo cuando acabó de leer, tomó un maletín y se encaminó a la salida.

—¿A dónde vas? — quiso saber un preocupado Caden.

—A cerrar unos asuntos con unos locos. — zanjó antes de azotar la puerta.

Y así fue como esecalendario nunca salió del territorio del continente americano

CRÓNICAS NORTEAMERICANASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora