¿VENENO?

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Andrew fue el primero en presentir que algo iba a salir mal, muy mal, cuando Aiden les notificó que iba a ir Gales en lugar de Inglaterra a acompañarlo a la asamblea del día de hoy.

Bueno... no les notificó a ellos exactamente, le avisó José María, pero como lo mandó al celular del mexicano pues... todos lo leyeron.

No es como que fueran celosos, paranoicos o algo parecido.

No, para nada...

Pero bueno, volviendo al tema, Estados Unidos supo que en definitiva todo se iba a volver un infierno en el momento en el que Francia se ofreció a servir las bebidas.

¿Qué tiene de malo que Jean Pierre se ofreciera a servir las bebidas?, todo, tiene todo de malo, porque el maldito francés nunca lo hace.

Y que lo haga justo ahora que viene Gales se le hace sospechoso.

Con un suspiro expectante decidió prestar atención a la asamblea y la presentación de los informes de cada país, o eso era así hasta qué...

Un grito de dolor resonó en toda sala, todo el mundo, literalmente, volteó a ver al francés que estaba empapado con el agua casi hirviente de la taza de Gales.

—A la otra que intente envenenar las bebidas, le recomiendo que aprenda a ocultar el olor lo más que pueda primero. — dijo Caerwyn con su ya tan acostumbrado tono neutro y sin indicio de modulaciones.

Luego de eso volvió a su asiento al lado de Aiden de manera tranquila y retomó su clásica actitud profesional, pero la semilla del terror ya había sido sembrada y solo las palabras tuvieron que ser asimiladas por los presentes.

"A la otra que intente envenenar las bebidas" ...

"A la otra que intente envenenar las bebidas" ...

"A la otra que intente envenenar las bebidas" ...

"envenenar" ...

"envenenar" ...

"veneno" ...

Y el pánico se desató, unos corrieron al baño a intentar vomitar, otros se pusieron a llorar histéricos, como Caden y Pierre, algunos empezaron a ingerir anti venenos varios a lo puro baboso, otros, entre ellos Méx., se pusieron a beber leche como locos y Percy se desmayó.

Sí, el sexto sentido de Andrew nunca falla, por eso él no tomó ni un trago de lo ofrecido por Francia.

Pero una duda se instaló en lo más profundo del cerebro de Estados Unidos, ¿Francia en serio habría envenenado todas las bebidas o solo alteró la de Gales?

Como sea, fuera cual fuera la respuesta, de todos modos, acabó en el ala médica con unos convalecientes Caden, José María, Ricardo y Pierre, que acababan de salir de un lavado de estómago.

Al ver las caritas asustadas y preocupadas de sus amigos y su primo, Andrew lo decidió: fuera culpable del todo o no...

Francia se las iba a pagar.  

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