Capitulo 22💫

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Jean

Ver a aquella chica dormir como el bello ángel que era me hacía sonreír como un idiota, aunque el saber que lo que estaba haciendo no estaba bien, la necesitaba más que un ángel necesita a sus técnicas en un campo de batalla, aquella chica que estaba en mi cama era mi amor imposible, aquella que me marcó para toda la eternidad y que hoy simplemente no me recordaba, encontrarla y no tenerla era una lucha interna en mi existencia, vivir sin Kazumi era lo mismo que estar en el vacío.

Aproveché que dormía y con las yemas de mis dedos inicié un recorrido desde su nuca deslizándolos suavemente por su columna vertebral hasta llegar a su espalda baja y volver a subir, quité el cabello que tapaba su rostro y di un suave beso en su mejilla, susurré en su oído:

-¿Crees en el destino, amor?-di otro beso en su mejilla-¿Crees que puedas volver a recordarme?

Sentí como se removió en la cama, era increíble ver como en esta vida ella era incapaz de ver lo perfecta que era, que con esos preciosos ojos podría poner el mundo a sus pies, que seguía teniendo aquellos suaves labios delicados y finos como la ceda que podrían comprar el mundo, con ella entendí que por más que intentemos alejarnos siempre regresaremos, porque nada ni nadie es más que nuestro amor o el que ahora solo yo siento por ella.

Podría pasar toda una vida apreciándola, pero no una más deseándola y me importaba una mierda el peligro, ella era mi vida y la única mujer capaz de hacerme tocar el cielo aún sin alas, la futura madre de mis diablitos o angelitos, la única con la que quiero pasar el resto de mis días. Es una pena volar tan alto, ahora todos esos sueños se fueron a pique, ella no me recuerda y yo tengo que aguantarme el que sufra por un hombre el cual estoy seguro que no amaba, aunque su cabeza se niegue a recordarme, su cuerpo me dice lo que su memoria se niega.

Kazumi Blake, me estaba volviendo loco.

Aproveché que el sol salió y me dirigí hasta la cocina, preparé algo de café y le hice unos wafles, cuando coloqué el plato en la encimera me encontré con unos lindos ojos y una sonrisa hermosa.

-También cocinas-, se acercó a la encimera y posó sus codos en ella-dime que no sabes hacer, Jean.

-Hacer que me quieras, por ejemplo-la chica se atragantó con el wafle que llevaba a su boca y tosió unas tres veces.

-Jean...-trató de decir mientras tomaba asiento en una de las sillas.

-Estaba bromeando, Kazumi-, me acerqué a ella y di un beso en su frente- sé que lo de anoche no fue nada.

No sé si fue mi imaginación, pero al decir aquello su cuerpo se tensó, incluso más que el mío al pronunciar aquellas palabras que eran como si te arrancasen las alas sin piedad alguna.

-No fue nada-repitió y bebió un poco del café que dejé en la encimera.

No pude evitarlo, me acerqué a ella e hice que me viera a los ojos, en ellos se leía la tristeza-, odiaba pensar que la causa era la muerte de ese tipo-le di un beso de pico, pero me quedé con ganas y la volví a besar suavemente, ella no se alejó, simplemente me abrazó y siguió mi beso, podía sentir como luchaba por separarse de mí, pero se quedaba y eso solo me daba la esperanza de que por algún lado de su memoria me recordaba y deseaba lo mismo que yo.

Me separé de ella y pegué mi frente a la suya.

-¡A la mierda, Kazumi! -, trató de alejarse de mí, para verme a los ojos, pero la retuve tomándola de la cintura-tal vez para ti eso no fue nada y no puedo engañarme a mí mismo diciendo lo mismo, pero cada vez que te tengo cerca no puedo evitar las ganas de besarte-, llevé mis manos a sus mejillas, me separé de ella y abrí mis ojos, conectando nuestras miradas-de querer hacerte recordar, de hacerte el amor como un loco... Te amo

Destino 1: Destiny Bella Esperanza.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora