《Maya》
Debía admitir y aceptar que los que estaban en esa lucha quizás me estaban odiando y tenían sus razones, siempre actué como la villana para que el día que descubrieran a mi hermana esa sea yo, pues pese al odio que llegué a sentir por ella la amaba, aunque siempre fui su sombra, aunque según las palabras de mi madre ella era la favorita y me hacía sentir menos en todo.
Aun así, la hubiese defraudado, pero vamos a ser sinceros, hiciera lo que hiciera siempre las defraudaría, pero excedí mis limites cuando me enamoré de quién no debía y decidí tener un hijo, ahora tengo dos, unos hijos de distintos padres. Uno el cual su padre no sabe de su existencia y Kara, aquella nena que fue la causa por la que decidí hacer lo que hice.
Y como madre de dos hijos sabía que Paloma debía saber que aquel niño que creyó haber perdido para siempre vivía y fui egoísta al decirlo a última hora, pero si lo encontraban harían de ese chico la misma arma que Lara hizo de su sobrino y sin olvidar mencionar que ahora más que nunca buscaría a su hermana y le envenenaría la cabeza, no tuve el coraje suficiente para cuidar de él y defenderlo como se merecía, pero no iba a cometer el mismo error con Kara y creo que por eso, porque sé de lo que es capaz la familia Newt... Mi familia, decidí confesar a Paloma que su nene vivía, pero no me alcanzó a decir los planes que tenían con él, pues me desvanecí pronto.
Fui odiada durante toda mi vida y cuando por fin iba a ser feliz todo se echó a perder, quizás no nací para eso.
Cuando vi que Lara tenía acorralada a Paloma y no estaba resistiendo, no pude evitar sentir aquel remordimiento, el último demonio que había quedaba en mis manos y sin piedad alguna como solo yo sabía hacerlo lo maté, quitándole su arma en el proceso.
—Alec— llamé aquel hombre de rizos los cuales llevaba amarrados—Cuida de Kara ¿Sí?
Él me miró sin entender y se dio cuenta cuando apreté con más fuerzas el arma que tenía.
—Maya, no— me pidió— hay otra salida.
—No la hay— dije con ojos cristalizados y voz ahogada— te amo, no lo olvides.
El grito de Paloma fue señal para acuchillarme a mí misma y el grito de mi chico fue tan doloroso que incluso mi corazón llegó a romperse.
—Es por ella, Alec— expliqué con las lágrimas ya afuera— es para protegerla.
Enterré más el arma y cuando el cuerpo de mi hermana cayó, supe que sería mi turno, visualicé a Paloma, me dio diversión, ella creía que yo no sería capaz de salvarle la vida nunca porque mi corazón estaba con el hombre que ella amaba, pero esta vez ya estaba dispuesta, por ella, por mis hijos, por el hombre que ahora amaba.
—Él está vivo— confesé con mi último aliento mientras la sangre salía de mi boca— tu hijo está vivo, Paloma.
En ese momento sí caí al suelo y ella vino hasta mí exigiéndome explicaciones que no sabría cómo darle sin poner a nadie en peligro, cuando Sheik la calmó, Alec se acercó a mí y acarició mi rostro.
—¿Por qué eres tan necia? — preguntó con lágrimas en los ojos y yo sonreí, pues siempre me decía que era muy cabeza dura y debo admitir que sí.
—¿Por qué te enamoraste de mí? — pregunté en agonía, mientras salía una lagrima de mis ojos.
—Porque vi en ti lo que nadie más veía— susurró cuando bajó su cabeza para pegar nuestras frentes—¿Tú por qué te enamoraste de mí?
Besó mis labios sin dejarme responder, le di acceso a casi todos mis recuerdos incluso a aquellos que le daban la respuesta a mi amor por él.
—Te quiero tanto, necia— llegué a escuchar, pero no pude responder porque me desvanecí, sentí como lloró cuando no le respondí, pero morí en paz, porque sabía que mi hija quedaba en buenas manos.
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Destino 1: Destiny Bella Esperanza.
Fantasi¿Alguna vez han creído en el destino? Se han preguntado alguna vez ¿Qué tan fuerte puede ser el amor de dos personas que están destinadas a encontrarse, pero no pueden estar unidas? El destino los quiere juntos, pero la vida los quiere separados, má...