Destino 1: Destiny Bella Esperanza.

💫Epilogo💫

《Jean》

Años después...

Me encontraba en el comedor desayunando, Paloma no estaba, pero dejó todo listo, me divertía como no se perdía un solo detalle, ella se encontraba en el hospital con Abigail, había hablado con los chicos y hasta ahora no tenían detalles de mi hijo.

—Ya terminé— me dijo la pequeña vocecita que me acompañaba en el comedor—¿Te ocurre algo papá?

Preguntó mi pequeña ya que luego de esa llamada quedé pensativo.

—No, princesita— le sonreí.

—¿Y cuando viene mi mamá? — preguntó haciendo puchero.

Me levanté y recogí los platos para lavarlos, ella me siguió y se sentó en uno de los bancos de la encimera.

—No le falta mucho.

—Oye— la miré, para ese entonces ya tenía su cabecita posada sobre sus brazos que estaban en la encimera— ¿Cómo se conocieron tú y mi mamá?

Sonreí porque ella también sonrió, se veía tan tierna, sus ojos me recordaban mucho a los de su mamá, cuando lavé el último plato me posé en la encimera, esta nos separaba.

—Es complicado— ella sonrió alentándome a continuar— no nos llevábamos para nada bien, alguien que creía que estaba haciendo lo correcto me educó para que le hiciera daño a tu madre— ella abrió la boca asombrada y sonreí— la seguía de muy cerca siempre.

—La acosabas— inquirió.

—No, pero si lo ves de esa forma...

—Continua, Pa.

—Una vez estaba en peligro y me vi obligado a salir de mi escondite— sonreí al recordar ese momento— tu madre siempre ha tenido un carácter fuerte tras toda esa ternura que la oculta y cuando le salvé la vida me reprochó porque tenía todo controlado— ella río a carcajadas, ya que entendió que en realidad no tenía controlado nada— no pude esconderme más porque ya sabía de mí así que tenía que estar con ella todo el tiempo, a ninguno de los dos le gustaba esa idea, yo era una persona muy fría y oscura.

—Un faboy— no pude evitar reír ante su forma de decir "Fuckboy"

—Era peor y tu madre era muy odiosa así que no ayudaba— apoyó sus codos de la encimera y apoyó su pequeña mandíbula en sus manos, sus ojos brillaban— hasta que un día casi la pierdo, ese día me di cuenta de tres cosas...

—¿De cuáles, papá? — preguntó porque me quedé callado en ese momento

—Que mi primer y único amor tenía a su amor, que no podía estar sin ella y que el sentimiento era de ambos— suspiré— hasta que lo dimos todo y aquí estamos.

—Quiero tener un amor como el de ustedes— dijo con los ojos iluminados.

—Por tu bien y por el bien de ese pobre infeliz espero que no— satiricé, parecía que bromeaba, pero no.

—¿Pero por qué? — preguntó divertida.

—Estás muy pequeña.

—¿Pues cuándo?

—¿Qué te parece cuando muera? — ella me miró asustada y yo feliz porque sabía que mi vida era eterna.

—¡No! ¿Por qué dices eso?

—Un novio podría provocarle un infarto a tu papá y no quieres eso ¿Verdad? — negó y bajó del taburete, fue al lado de la encimera en donde me encontraba y me abrazó, me acuclillé entonces.