《Abigail》
Ver la determinación de Paloma en esos momentos me hizo recordar a mi vieja amiga, esa que no le tenía miedo a nada—, aunque en sí, en esta vida tampoco—sé que por algún lado Paloma lo sabe todo y su cerebro se bloquea porque sabe las consecuencias de recordar, me devastaba la idea de que aún no recordara a ese chico de sus sueños, pero era lo mejor tanto para ellos dos, como para todos—, y cuando digo todos me refiero a: Cielo, tierra e infierno— por otro lado estaba Ice, ese chico me ponía de los nervios, siempre nos la pasábamos peleando y dedicándonos miradas de odio, de cierta manera me gustaba, de hecho cuando tengo a Jean cerca ya ni siento lo mismo porque ahí está Ice, con sus ojos azules como un océano de sentimientos—, bien me desvié del tema— el chico no me gusta ni nada por el estilo o eso pensé hasta que lo tuve en mis brazos con una herida en el brazo y los ojos cerrados sobre mi regazo, bien debo admitir que cuando Paloma insinuó lo que insinuó, me quería morir, esa chica sabía que mi lengua podía estar en cualquier garganta, pero aun así dedujo lo de Ice y repito, no me gusta.
Repítelo hasta que te lo creas.
Salimos a pelear con los demonios, Maya puso la iniciativa y fue la primera en arrasar con varios de ellos—, de hecho, en el cielo ella y su hermana, eran las mejores en eso, o eso nos contaban—Jean, no se quedaba atrás pues como dije era uno de los más agiles del cielo y Abril era una maquina asesina, claro, ella sabía pelear, pero ser un caído le favoreció de más, Ethan y ella se cubrían las espaldas, y yo estaba junto a Ice, estábamos acorralados por diez demonios así que tuve que usar mi técnica para arrasar con la mitad de ellos, Ice luchaba y yo me uní a él para ayudarlo, en eso él acabó con una herida en el brazo, los otros tres que quedaban los hice reventar, miré a Paloma que también estaba luchando y vi que estaba acorralada por tres demonios.
—Ice debemos ayudarla— le grité al chico.
—¿Pero a quién?—dijo con una sonrisa.
Mi mirada se volvió hasta Paloma y me quedé boquiabierta al ver que acabó con los demonios, Ice estaba frente a mí y frunció el ceño al ver a mis espaldas, cuando me iba a dar la vuelta el chico casi cae al suelo y sin importarme una mierda el demonio atrás de mí, lo atrapé y mantuve su cabeza en mi regazo.
—¡Maldita sea Ice!—, en ese momento comprendí, que no podías obligar al corazón a creer lo que él sabía que era mentira, estaba asustada, el demonio que había atrás de mí me importaba una mierda, mi cabeza no estaba razonando y como el idiota sobre mi no despertara, iba a correr sangre, mucha sangre. El demonio atrás de mí comenzó a convulsionar y cayó al piso mientras Ice volvía en sí, mi alma volvió a la tierra cuando sentí sus pestañas moverse en mi muñeca, él se puso de pie, me dedicó una sonrisa y me ayudó a levantarme.
—Lo siento—, me dijo con una sonrisa de autosuficiencia—no quería asustarte.
—No me asusté, idiota—, dije tratando de ocultar mi rubor— de hecho iba a dejarte ahí como no despertaras.
Este sonrió con burla y comenzamos a luchar de nuevo, vi como Paloma chocaba con la pared del club haciendo un gran daño colateral a esta y supuse que también a su espalda, cuando iba a ayudarla una de esas cosas me sujetó, Ice también estaba teniendo dificultades debido a su brazo lastimado, cuando trate de usar mi telequinesis un hombre vestido de negro y con cara tapada ayudó a Ice, me miró e iba a dejarme ahí, al ver que Ice no se movió de su sitio lo miró extrañado y quitó su mascarilla.
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Destino 1: Destiny Bella Esperanza.
Fantasy¿Alguna vez han creído en el destino? Se han preguntado alguna vez ¿Qué tan fuerte puede ser el amor de dos personas que están destinadas a encontrarse, pero no pueden estar unidas? El destino los quiere juntos, pero la vida los quiere separados, má...