Destino 1: Destiny Bella Esperanza.

Capitulo 2.💫

《PALOMA》

—Lo siento—, fue lo primero que dijo él—Es que me dirigía al baño y, pues bueno, choqué contigo...

—Este es el baño de chicas—Le respondí.

—Ya me di cuenta...

Silencio...

¡Incomodo!

—Bueno, fue un placer ¿Verte?—, Sonreí y me dirigí al salón de clases, pero antes de dar un paso él me tomó del brazo y me detuvo.

¡Aaaaah! Viólame si quieres.

A veces pienso que debes ser mejor la conciencia de Abby.

Créeme, pienso igual.

—Disculpa—, Dijo mientras me miraba a los ojos—, pero la verdad es que, quería conocerte.

—¿En serio?—Pregunté algo sorprendida, mientras este asentía con la cabeza— Si te mandaron las víboras déjame decirte que estoy de un pésimo humor.

¡Uff! Que novedad.

Este soltó una carcajada y lo miré con extrañeza.

—¿Víboras?—, y siguió riendo—Vaya, interesante nombre.

Rodee los ojos. De igual forma el nombre era ridículo miraras por donde lo miraras, e iba a seguir mi camino, pero el idiota me detuvo... Otra vez.

—Espera—, siguió mirándome a los ojos— soy Gael, Gael González, estoy contigo en literatura.

—Es un placer Gael, y sé que estas conmigo en literatura, si no te molesta, ¿Puedes soltarme?, odio que me toquen.

—Veo que piensas que, soy amigo de las ¿Víboras?—Dijo mientras trataba de no reír

—Quizá, pero eso no me interesa—aclaré mientras quitaba su mano de encima—, lo que me interesa es que quiero llegar al salón, pero un loco no me lo permite.

Si no te mata Abigail, lo voy a hacer yo misma.

—Bueno, pues te acompaño.

—¿Qué no ibas al baño?—Noté que no sabía como responderme. Raro.

—Cambié de opinión— Y nos dirigimos al salón.

Ya dentro solo nos quedó escuchar al profesor decir lo que ya todos sabíamos, las normas y reglas de la Uni... La verdad no entiendo para qué si de igual manera no les dan importancia y ellos no hacen nada al respecto. Mientras el viejo hablaba me quedé concentrada pensando en ese chico, Gael...

Mmmh, ¿No que era un loco?

Pues sí, no he dicho que lo piense de otra manera, sino que es, Raro.

¡Ja! El burro hablando de orejas.

No en ese sentido, es que siento que lo he visto antes, cada vez que lo miro siento algo muy fuerte, como una punzada en mi corazón, como si lo conozco de otra vida, no lo sé...

Creo que a eso se la llama amor a primera vista.

Que no es eso...

—Señorita Blake— El profesor detuvo mi lucha interna— ya acabó la clase puede irse.

Mire incrédula a mi alrededor, y sí, estaba todo vacío a excepción del chico sexi que me miraba fijamente y el profesor... Un momento, ¿Chico sexi que me miraba fijamente? Creo que esto es acoso.

Pues a mi me gusta que nos acose.

Voy a ignorar eso.

Siempre lo haces.

Tomé mis cosas y salí casi corriendo del aula, para dirigirme hacia donde Abigail y su auto antes de que al esperancito se le ocurra...

—Blake... Espera, Blake.

Demonios...

¡DIOOS!

Detuve mi paso y lo miré casi matándolo con la mirada, porque lo primero que quería evitar era hablar con él o que las víboras nos vean, o aun peor, Abigail... Si ella nos llegara a ver nos planearía un matrimonio con siete hijos, un perro, un gato y una tortuguita.

—¿Quieres que te lleve?—Preguntó—Digo si es que no tienes auto.

—No, no tengo auto, pero mi amiga me va a llevar, siempre nos vamos juntas, gracias por la oferta, Gael.

—Tu amiga es esa chica mmmh...—Se dio topecitos en la barbilla pensando en su nombre—Abigail ¿no? Una chica muy agradable—Dijo mientras sonreía.

—Aaah, con que es eso—Dije con voz cantarina y haciendo énfasis en la "O"—Te gusta ella, porque no lo dijiste antes y evitaste caerme mal desde el principio—. Me miró extrañado.

—Bueno no... Es decir sí... Eemmh, ¿Te molestaría darme su número?—Vaya, se puso muy nervioso.

—Claro, no hay ningún problema—. Apunté su número y me dirigí hasta donde Abby, una muy feliz Abby.

Oh mierda, esto solo significa una cosa.

En este caso dos querida.

O me vio con el chico sexi...

O pretende invitarte a una fiesta.

—Antes de que digas nada, no, no voy a ir—, me apresuré a decir mientras me acercaba al auto—, Aah, y por cierto le di tu número al chico sexi.

Ya dentro del auto y con los cinturones puestos, la chica esbozó una sonrisa más grande, bueno esta vez tengo la certeza de que no va hacer para planearme un matrimonio.

—Sí, si irás, y sí ¡ah!—Soltó un grito que me dejó casi sorda— Sí se que le diste mi número al chico sexi, que por cierto tiene un nombre bastante sexi, y una voz igual de sexi...

¡Ja! Te lo dije.

Son tan idénticas—Rodee los ojos ante aquel pensamiento y seguí escuchando a Abby hablar.

—Y es precisamente por eso que me vas a acompañar—Concluyó.

—¿Desde cuando necesitas mi ayuda para ligar?

—Desde que el chico sexi me pone nerviosa, Vamos Paloma, por mí.

—Si tuviera un euro cada vez que dices eso ya tuviera un auto.

—Porr fiiissss—Dijo con voz chillona, la miré como pidiendo piedad con la mirada, y eso fue suficiente para que entendiera que si iba a ir a la estúpida fiesta, encendió el auto y soltó un grito más fuerte que el anterior, debido a su emoción.

Llegamos a mi casa, Abigail iba a pasar la noche en ella y de paso iba a persuadir a mi padre para que me dejara ir a la fiesta—, mi madre siempre me deja ir a esas cosas, solo para que "Extienda mis horizontes", en cambio a mi padre le agradaba la idea de que no sea tan sociable, según él así nunca llevaré novio a casa—, Abby y yo nos conocemos desde la secundaria justo cuando cursaba cuarto grado, tenía quince años cuando la conocí... Bueno, Abby siempre a sido... Abby el punto es que se volvió un blanco para las Black Lady's,—o como yo las llamo Black's Bitch, o más conocidas como las víboras—desde que decidió ser mi amiga, algo que me pareció extraño ya que ella era tan verano y yo tan invierno, y porque siempre escuchaba voces y me ponía histérica, bueno la razón de que nadie este cerca de mí, mis ataques de ansiedad, pero ella era diferente, gracias a ella tengo a Ethan Marcus, mi mejor amigo y Abril Brown, su hermana, ellos me dan la alegría y me llenan con la Luz de su esperanza, y lo irónico es que a ambos los conocí en las fiestas a las que la loca me invitaba.

Y no te voy a negar que la primera vez que vi a Ethan, me lo quise comer.

¿Y a quién diablos tú no te quieres comer?

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