Tan enamorados (historia terminada)✔️

Capítulo 43: Otra navidad sin ti

-Ya quedamos si? Mañana cenamos todos juntos en casa con mamá.- le decía Gabriela por celular a Victoria.
-Esta bien...allí estaré.
-Nunca se sabe cuándo puede ser la última vez que estemos con ella.
-No digas eso mensa.
-Es la verdad Vicky... mamá ya está muy viejita, lamentablemente.
-Me da pena pensar que algún día ya no va a estar, es mamá no?
-Si, totalmente. Pero bueno, no pensemos tanto. Todavía no va a pasar. Entonces, nos vemos mañana.
-Nos vemos hermanita.- cortaba la llamada.
Victoria se encontraba desganada. Pero sin embargo su hermana tenía razón, nunca se sabía cuándo podría ser la última vez. Siempre evitaba pensar en eso.
Al día siguiente fueron todos a pasar navidad en familia.
-Bienvenidos, pasen.- Gabriela abría la puerta del penthouse.
-Hola Gaby.- la saluda Paty, una amiga de la familia.
-Hola Paty, pásale.
-Hola hermanita.- detrás de Paty llegaba Victoria con Omar y sus hijos.
-Pásale Eugenia. ¡Ayyy! trajiste a Coco y Chanel.
-Si, no quisé dejarlas solas en casa.
-Esta bien. Andan todos con sus perritos, cuidado que Marcela también trajo a su perro.
-Esta bien.- dejaba a las dos perritas en el suelo.- Traemos muchos regalitos para todos. ¿Dónde está mamá?
-Allí en el sofá.- Gaby se quedaba en la puerta.
-Hola tía.- Vickyta y Anuar saludaban a Gaby.
-Hola muchachitos.- le daba un abrazo a cada uno.
Omar saludaba a Gabriela, lo cual le era muy incómodo ya que nunca le había caído bien.
-Hola Gabriela.
-Hola Omar.- Gabriela cerraba la puerta.
Doña Lupita se encontraba con una chamarra café, completamente con la mirada ida.
-Hola mamá. ¿Cómo estás?.- Victoria se sentaba a su lado.
-Bien y tú...¿cómo estás?.- Doña Lupita hablaba muy pausado.
Poco falto para que llegará José Eduardo. Luego de mucha plática, llegaba la hora de cenar.
-Ok por fin estamos todos. Pasemos a la mesa para cenar.- dijo Gaby.
-Si, pero antes tomemos unas fotos.- dijo Marcela. De inmediato la apoyo Omar y los demás.
Todos juntos posaron para la foto. Doña Lupita quedó al medio, sentada en una silla y los demás al rededor de ella. Omar se apegó a Victoria, agarrándola de la cintura. De manera que se vieran muy juntos, casi como una pareja normal. Al mismo tiempo, Victoria dejó su mano izquierda en su pecho para que se vieran lo más estrechos. Pero lo más contradictorio fue que en esa mano resaltaba el anillo que César le había regalado el 2018.
Cuando terminaron de tomar fotos, la cena todavía no estaba lista.
-Pero Gaby, andas muy parlanchina. Yo tengo mucha hambre tía.- le dijo José Eduardo.
-Ya casi esta listo eh.- Gabriela se quedaba esperando el ok de la muchacha que estaba en la cocina.
Mientras tanto Victoria se encerró en el dormitorio de su mamá por unos breves minutos. Se sentía un poco triste, necesitaba animarse.
Para esas fechas era muy normal que se sintiera nostálgica. Pues cada año que pasaba perdía la esperanza de poder pasar una navidad o un Año Nuevo junto a César. Con el solo hecho de pensarse junto a él, se le formaba un nudo en la garganta.
Allí, en el dormitorio de su madre, se acordó que todavía no le enviaba saludos a sus fans. Decidió grabar un corto video para luego subirlo a Instagram. Una vez subió el video, también subió las fotos familiares.
-¿Permiso? ¿Puedo pasar?.- le dijo Gaby.
-Adelante, es tú casa.
-Ay si, que bruta, pero no quería interrumpirte. Ya está servida la cena.
-Bueno, voy ahorita.
-¿Estas bien?.- la tomaba del brazo.
-Si, ¿por qué?
-Veo que estás un poco desanimada o es mi idea. Te conozco muy bien Eugenia.
-Si, estoy bien. De maravilla, solo piensa...tengo una hermosa familia, unas hermanas divinas, una gran madre, unos hijos hermosos, un trabajo soñado...fans que me adoran. Todo está bien.- bajaba la mirada.
-No, ¿me estás mintiendo? Yo te conozco. ¿Estás así por el cuñado? Todos los años te pasa lo mismo. Estás disfrutando muy bien hasta un poco antes de la cena y al final te agarra, te desanimas.
-No...ahora estoy bien en serio. En algún momento todo esto va a acabar. ¿Verdad Gaby?- la miraba como si necesitara una luz de esperanza.
-Si mi hermana. Así será.- la abrazaba.- Vamos a comer.
-Ok.- Victoria iba abrir la puerta.
-¡Eugenia!.- Gaby la miraba.
-¿Si?.- se daba media vuelta para verla.
-Ya...ya llegará tú momento. Ya lo verás.
Victoria le sonrió ligeramente.- Gracias Gaby.- abría la puerta y salía de la habitación.
Todos cenaron en la redonda mesa. Cuando ya eran las doce de la noche decidieron abrir los regalos. Habían abierto todos los regalos, solo quedaron unos pocos alrededor del árbol y unos pequeños sobre el piano.
-¿De quiénes son estos regalos que quedaron?.- preguntó Anuar.
-Son de Mariana y Michel. Que no pudieron venir ya que fueron a pasar navidad con la familia de él.- respondió Marcela.
-¿Y tantos?
-Este, también hay regalos que yo hice a otras personas. ¡Que obviamente no están aquí!.- dijo Gabriela.
-Ok tía.- Anuar quedó intrigado, así que se acercó al piano a ver los nombres de los regalos. Y efectivamente habían regalos para unos amigos de su tía, pero entre ellos vió uno que decía "Cuñadito". No entendió para quién era, sabía muy bien que su tía no le decía así a su padre. Rápidamente se alejó y olvidó el asunto.
Ya todo había acabado y todos comenzaron a irse.
-Me despido de todos porque ya nos vamos.- dijo Victoria.
-Eso si, antes de irte necesito que vengas.- Gabriela se la llevaba a una habitación, las dos solas.
-¿Qué ocurre Gaby?
-Nada grave mensa. Solo que tengo estos regalitos, este especiales para César. Te los entrego para que se los pases. Ahí le dices que va de parte de su cuñada favorita.
-Muchísimas gracias hermanita. Yo se los entrego...solo que...- gaby la interrumpía.
-¿Qué?
-Pasado mañana me voy de viaje, no sé si logré ver a César.
-No me habías dicho nada. ¿A dónde vas?
-...Es algo muy largo, ya me tengo que ir. Mañana en la mañana aparece por mi casa temprano y te digo.
-...Mmm...no me huele para nada bien.
-No es algo malo...espero que todo salga bien.
-Ok, de todas maneras le entregas el regalo al cuñado, ojalá mañana lo puedas ver. Por lo menos antes de irte.
-Si, tranquila. Muchas gracias.- le sonrió y recibió los regalo.
-Lo hago con mucho gusto y cariño. Le das un abrazo de mi parte, muy apretado.
-Ya si si. No sigas eh.- fingía molestia.
-Y un beso...también de mi parte. El beso, se lo puedes dar donde tú quieras.- reía.
-¡Pues ya! Te dije que no siguieras.- reía con ella.
-Son bromas Eugenia. Te quiero muchísimo, a ti y al cuñado. Me imagino que se van de vacaciones juntos? Luego.
-No lo sé...
-¿No?
-No hemos hablado de eso...pero me dijo que me tenía una sorpresa, un regalo de navidad. Que todavía no me puede dar.
-Ah mira tú.- abría los ojos.
-Si, estoy ansiosa. Quiero saber qué es.
-Que emoción. Cuando sepas me dices ok?
-Pues claro, yo te llamo a penas sepa.
-Adiós.-la iba a dejar hasta la puerta.