Capítulo 42: Sorpresa navideña

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Victoria volvía a Ciudad de México, luego de pasar unos pocos días en el Vaticano. A penas aterrizó el avión César la estaba esperando en el aeropuerto, de esta manera se iría con él directamente a su casa.
César tenía las dos ventanas de adelante del coche abajo.
-Señor, me lleva?.- le dijo una vez se acercó al coche, desde la ventanilla del copiloto.
-Mmm no lo sé. Resulta que estoy esperando a mi mujer. Ella viene de Italia...no creo que le guste la idea de llevar a alguien más.- la miró serio.
-Es una lástima. Tendré que subirme al coche de otro señor para que me lleve a mi casa...- lo miró pícaramente.
-Aun que...puedo hacer una excepción. Tengo que admitir que usted es más guapa que mi mujer.
-Ah si?
-Si, pero no le diga. Súbase, no tengo problema en llevarla.
-Sería tan amable de echar mi maleta dentro del coche.
-Claro.- César bajo del coche y acto seguido abrió el maletero, así dejó la maleta dentro.
Ambos se subieron al coche. Una vez Vicky se sentó dentro, César la agarró del rostro y le dió un largo beso.
-Me encanta que estes de vuelta mi vida.- le dijo César sonriéndole.
-Y a mi estar contigo otra vez.
-Ahora nos vamos a tú casa?
-Si señor...me imagino que nadie te vio aquí o si?
-No, descuida. Con estas gafas nadie me vio.- César le mostraba las gafas negras que había llevado puestas.
-Ah muy bien.
-Pienso en todo, para que veas.- se quedó pegado viéndola unos segundos.- Estás más guapa que nunca.
-No me digas eso. Mírame, tengo una cara de desvelada y cansada por tantas horas de vuelo.
-No me importa...sigues siendo guapa. Oye a todo esto, y los tulipanes?
-Ay mi amor. No me las pude traer en el avión, iban a llegar marchitas.
-Bueno si. Tienes razón.
-Pero agarre un tulipán y lo dejé dentro de un libro que me dieron en el Vaticano. Debe estar seca, pero la voy a guardar. Junto con tú dedicatoria.
-Te gusto?
-Me encanto. No sabes lo feliz que me hiciste. Fue una gran sorpresa, me haces feliz.- acercaba su nariz hasta quedar frente a César.
-Y yo soy inmensamente feliz cuando te veo feliz. Te amo.
Se dieron un delicado beso.
-Entonces nos vamos?- César encendía el coche.
-Si, vámonos.
Llegaban a casa de Victoria. Para su buena suerte lolita había dejado comida. Pues sabía que Victoria llegaría al día siguiente.
-Tenemos para comer.- Ella lo miró.
-Que alegría saber que no me voy a intoxicar.- soltó una carcajada.
-Ay no. Que feo eh.
-Es verdad.- reía más fuerte.
-Malo.- le pegaba con un paño de cocina.
-Me encanta cuando te pones agresiva conmigo, pero me gusta más cuando me golpeas en la cama.- la agarraba de la pequeña cintura.
-Mmm.
En ese momento se les quitó el hambre. Juntos subieron al dormitorio para llenarse de cariño. Luego de aquel encuentro, por fin decidieron comer.
-Esto le quedó muy rico a lolita.- le dijo César.
-Pues si, la verdad cocina bastante bien.- Vicky llevaba la camisa negra de César.
Los dos se miraban mientras comían.
-Me encanta como te queda mi camisa, sin dudarlo te queda mejor a ti.- sonreía.
-Tú crees?
-Si totalmente.
De un segundo a otro a César se le vino a la mente preguntarle por los pollitos.
-Y cómo están Vickyta y Anuar?
-Bien, están bien los muchachos.
-Me imagino que ya les dijiste que ya no nos vamos a distancias más?
-No...no les he dicho nada aún. No he tenido tiempo...- César dejo de comer y la quedó viendo.
-Yo pensé que si...
-No he encontrado el momento adecuado la verdad. Además Vickyta se ha acercado a mi y no quiero desaprovechar la oportunidad.
-Eh?
-Es la verdad...muy pronto les voy a decir.
-...Esta bien. Es asunto tuyo y de tus hijos. No me puedo meter allí.
-Cierto.
-Ni tú tampoco con los míos.
-Esta bien.

Al mismo tiempo en Pachuca, Hidalgo.

-Pusiste una foto con mamá?
-Si, qué tiene Anuar?
-No, nada malo. Solo que la pusiste en tu Instagram público donde te siguen todos.
-Si y qué? Esta bien, no me interesa lo que piense la gente.
-Ni tus amigas?
-No,  ya casi no hablo con nadie. Ni pedo.
-Igual si. Ya quiero que lleguen mis papás. Se han demorado en llegar del aeropuerto.
-Seguro hay tráfico en Ciudad de México.
-Si como siempre.
A los pocos minutos Omar habría la puerta de la casa, venía solo.
-Hola pa. Y mi mamá?.- le preguntaba Vickyta.
-Se quedó en Ciudad de México.
-...Mmm que extraño.

Tan enamorados (historia terminada)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora