Capítulo 32: Alguien dijo entrevista?

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Habían transcurrido varias semanas. Y lamentablemente comenzaban a salir pequeñas notas periodísticas, en las cuales hablaba de César y su famoso video. Donde él hacía referencia a las amenazas que había recibido su hija, que lógicamente era una mentira descarada por parte de ella y su madre. A lo que César no era capaz de percibir.
Por ahora cada vez agarraba más fuerza en la farándula, y muchos medios le habían ofrecido entrevistas.
...
-Es para ti...- tapaba el micrófono del teléfono- Ten César.- le entregaba el teléfono.
-Pero quién es?.- la miraba con el ceño fruncido.
-Es un periodista, se quiere comunicar contigo. ¡Hombre!.- Vivían estaba apresurada en querer ver su reacción.
-Esta bien.- agarraba el teléfono.- Este...bueno?- se paraba al lado de la ventana que daba el jardín de la casa.
-Con quién habla mi papá?.- Carla bajaba la escalera y le preguntaba a su mamá.
-Con un periodista.- contestó Vivían.
-Y por qué? Es sobre qué?.- miraba a su papá intrigada.
-Por lo que me alcanzó a decir el periodista es sobre dar una entrevista exclusiva para exponer la amenaza que te hicieron.- le hacia una mueca en término de burla.
-Ay.- Carla reía y se acercaba a su madre.- Estará correcto eso?.- le preguntaba en un tono muy bajo, así su padre no escuchaba.- Digo, este porque no es cierto mamá.- abría los ojos.
-Esta bien, no te preocupes. No seas burra, que acaso no te das cuenta? Con esa nota rectifica aún más cuál es la verdad. Nos favorece, así la gente deja de suponer y todos felices. Así para el jueguito de esa zorra.- cruzaba sus brazos.
-Bueno, si tú dices.
Ambas se quedaron de pie, mientras César seguía hablando por teléfono. Trataban de escuchar algo. Para mala suerte de ambas, él entraba en una pequeña discusión con el periodista.
-Qué me esta diciendo?...no, por favor.- César subía el tono de su voz- Le recuerdo que yo no he solicitado ninguna entrevista ni exclusiva acerca de esto. Para mi es gravísimo lo que le hicieron a mi familia, en eso de las redes sociales. Pero no estoy dispuesto a hablar con lo que me está proponiendo. A usted no le interesa, usted quiere vender, aprovecharse de esto. No lo voy a hacer.- se movía de un lado a otro. Estaba muy enojado.
-Pero señor...no me malinterprete. Yo quiero ayudarlo. Si me permite, le hablo a Victoria Ruffo.
-Ya le dije que no. No entiende o qué? No voy a exponer a mi compañera...- hizo una pausa.- de trabajo. Solamente para que usted gane más. Es mi última palabra y punto. Esta perdiendo su tiempo.
-Lamentó este mal rato señor Évora. Bueno, de todas formas, si se arrepiente puede devolverme el llamado a este mismo número.
-No me interesa, ya le dije.
-Lo lamentó.
-Adiós, buenas tardes.- cortaba la llamada.
Vivían y Carla lo miraron.
-Qué pasó?.- Vivían le preguntó.
-Nada.- posaba sus manos en la cadera.
-Cómo que nada papá? Si te vimos, estás molesto. Qué te dijo el periodista?
-...Eh me quería entrevistar. Para exponer lo del video.
-Y cuál es el problema? No te entiendo, no seas testarudo.- expresó Vivían.
-El problema es que me estaba poniendo condiciones. Condiciones a su modo, eso no lo voy a tolerar.
-Qué condiciones?.- Carla siguió.
-Quería entrevistarme con Victoria, a los dos. Que los dos expusiéramos todo lo que dije en el video. Lo que la incumbe a ella y a mi.- miraba al suelo.
-Y cuál es el problema? Eso está bien, es mucho mejor.
-Mejor?.- levantaba su cabeza para verla.- No te metas en esto si? No tengo porqué exponer en esto a Victoria. Es estupido, además ella no quiere eso.
-Ah claro, tienes que hacer todo lo que te diga ella. Que descaro el tuyo, le sigues con esto.- Vivian se molestaba.
-Por Dios, ya van de vuelta.- Carla ponía los ojos en blanco.
-Es tú madre la que empieza. Se mete en mis cosas, esto es asunto mío.
-No, te equivocas. Todavía somos una familia, y esto nos incumbe a todos. Yo que tú estaría considerando dar esa entrevista.
-No, no lo voy a hacer. Así llamen miles.- se iba a su dormitorio.- Permiso, me voy a mi habitación.
-Ya ves? No coopera en nada tú padre.- llevaba sus manos a la cabeza.
-Voy a salir, con un amigo.- tomaba su bolsa.- Nos vemos más tarde.
-Ah. Todos me dejan sola. Muy bien.- se sentaba en el sofá.
...
Las semanas pasaron y así llegó septiembre. Cada vez se hacía más difícil lidiar con todo. Los meses avanzaban y el que venía era peor que el otro.
-Bueno?
-Ma, soy yo. José Eduardo.
-Lo siento hijo.- reía.- Disculpa, es que ni leí nada, solo conteste la llamada.- guardaba la caja de sus cigarrillos en su bolsa.
-Estas ocupada?
-Eh...si. Ósea no, resulta que voy saliendo ahorita. Pero no tengo problema en seguir hablando contigo.
-Ok, no te preocupes. En otro momento mejor, hablamos. Es un tema delicado.
-Cómo así?
-Si, necesito hablar contigo. Pero no así. Por celular y además tú toda apurada.
-Mmm, lo siento. De veras, estoy atrasada incluso.
-No te preocupes, en serio. Y bueno se puede saber a dónde va la Ruffo?
-Si, claro. Voy a una junta. Esta de cumpleaños Omar Fierro, mi compañero de la comedia.
-Ah mira, que bien. Pues, pásala bien. Diviértete que te lo mereces.
-Muchas gracias hijo. Lamento que no hayas podido hablar conmigo de lo que querías. Pero ya, un día nos juntamos a hablar. Ok?
-Si, nos hablamos. Te quiero, un beso.
-Y yo a ti hijo. Un beso.- cortaba la llamada.
Se miró en el pequeño y redondo espejo que tenía colgado al lado de la puerta que estaba en la entrada. Abrió su bolsa y se puso un labial rosa en los labios.
Manejo el coche hasta la casa de Arturo Peniche. Allí lo quiso celebrar Omar Fierro, se habían vuelto tan cercanos durante los meses de grabación que se les había ocurrido festejarlo con algunos actores y productores.
-Por fin llegas.- Arturo abría la puerta.- ¡Miren quién llegó!.- grito desde la puerta.- Nada mas ni nada menos que Victoria. Pásale, entra Vicky.- le daba un beso en la mejilla.
-Hola Arturo, gracias.- rió un poco cohibida.- Hola a todos, a todas.- sonreía.
-Siéntate aquí Victoria.- le dijo un productor.
-Si, gracias. Pero dónde está el festejado? Yo le traje un regalito.
-Lo voy a buscar. Esta en la cocina.- dijo Arturo.- Ya se apoderó de mi casa eh.- lo dijo en tono de broma.
-Cómo estás Vicky?.- le preguntó Sofía Garza.- Que gusto verte aquí.
-Ay gracias. Bien, bien. Y tú cómo estás?
-Que bueno Vicky.- le sonrió.- Yo estoy bien también. No iba a venir pero después lo pensé y en verdad...ya nos queda poco para terminar las grabaciones. El otro mes terminamos.- hacia un puchero.
-Ah pues si.- bajaba a la cabeza.- Ya no quiero que acabe, no quiero dejar a Mauris.- rió.
-¡Aquí estoy! Me disculpan. Me tienen cocinando allá adentro, imagínense, soy el festejado y ando trabajando.- rió Omar Fierro.
-Esta mal eso eh.- dijo Vicky.- Feliz cumpleaños atrasado.- Victoria se levanto de la silla y fue hasta él.
-Ay muchas gracias.
-Ten te traje un pequeño detalle.- Vicky le entregó una pequeña bolsa.
-Muchas gracias. No debiste haberte molestado.- la abrazo.
-Ah yo estuve de cumpleaños ayer.- bromeó un productor.- Quiero mi regalo.- todos rieron.
-Yo estoy de cumpleaños pasado mañana Victoria.- dijo Anahí Allué.
-Ya, no sigan.- Victoria reía.
La tarde pasó. Todos lo pasaron muy bien, gratamente compartieron. Se tomaron muchas fotos juntos. A pesar de que faltaron varios actores y actrices.
...
-Y esa cara de aburrido?.- le dijo Carla a César.
-Ah yo pensé que tú habías salido.
-Si, si salí. Pero ya volví.- se sentaba a su lado en la cama.- Qué estás viendo?.- miro la tv.
-No sé de que se trata. Estaba cambiando de canales y recién la puse.
Carla miró a su papá y encendió su celular. Entró a las redes sociales y su intriga pudo más. Entró al perfil de Victoria. No vio nada importante, luego vio las etiquetas. Y ahí lo entendió. Victoria estaba en una fiesta con sus compañeros de trabajo. No se le ocurrió nada mejor que mostrárselo a su padre.
-Pero mira a quién tenemos aquí! Ahora entiendo porque estás tan aburrido aquí.- lo miró.
-No sé de qué hablabas.- tenía la mirada en la tv.
-De esto hablo.- le mostró su celular.
-...-abrió los ojos.- Esta con sus compañeros, esta bien.- le entregaba el celular.
-Pues si.- lo miró.- Pero no en cualquier casa...- fijaba la vista en su celular.
César la miró.-...En...en qué casa está?.- se rascaba la nuca.
-En la casa de su amigo, Arturo Peniche.- le sonrió.- Se debe estar divirtiendo.
-Ya. Basta Carla. Déjame solo, quiero ver esta película.
-Mmm ya. Me voy.
César tomaba su celular. Quiso enviarle un mensaje, pero luego se arrepintió. Sus celos volvían.
-Hasta cuando tengo que aguantar a ese idiota.- dijo en voz alta.
...
Los días pasaron y no se demoró mucho en que la noticia saliera en todos los medios de farándula.
-Pero qué es esto?.- dijo Victoria leyendo la nota desde su celular.
-Qué pasó?.- Le preguntó la muchacha que la atendía en su casa.
-Mira nada más. Cómo se atreve, por Dios. Que vergüenza...- soltaba el celular y lo dejaba en la mesa.-Cómo no me dijo nada?.- se molesto un poco más.- Ah lo voy a llamar.
-Bueno? Mamá? Cómo estás?- le dijo José Eduardo.
-Nada que bueno eh? No estoy bien, qué quieres que te diga? Acabo de ver tu nota en los medios de farándula. Cómo se te ocurre decir eso? Que vergüenza.
-Ay no es para tanto.
-Si es para tanto. No me dijiste nada, ahora me entero que terminaste tu relación con esa niñita. Y más encima dijiste una serie de idioteces. Me das vergüenza hijo.
-Lo siento, pero tienes que entenderme que yo soy otra persona. No estoy hablando de ti mamá. Estoy hablando de mi. Además, yo te iba a decir, te llame. Eras tú la apurada que no podía hablar ese día.
-Dios...lamentó mucho que hayas terminado tu relación.
-No lo lamentes. La verdad ya estaba aburrido.
-Oh por Dios. Sabes? Mejor te voy a colgar, espero que tengas un bonito día, adiós.- le cortaba.
Victoria pensó en un momento en César. Hacía días que no hablaban. Más que por mensajes, en los cuales él estaba muy distante. Así que decidió llámarlo.
-¡Hola! Mi amor, cómo estás?- se plasmaba una sonrisa en su bello rostro.
-Hola Vicky.- estaba muy serio.
-Qué te pasa? Por qué estás tan serio?
-No por nada...
-Cómo qué por nada? Ya no te hagas. Algo te ocurre, lo sé. No me mientas.
-No me pasa nada te dije, solo estoy cansado.
-César? Algo te ocurre.
-Solo estoy cansado.
-Se que te pasó algo. No me engañas a mi.
-Esta bien si, si me pasa algo.
-Qué te pasó? Dime.
-Me has tenido muy solo...se que estás con tu proyecto pero no tienes tiempo para mi.
-Ay mi amor.- reía.- Ya pareces un niño. Sabes perfectamente que tengo mucho trabajo.
-Si...claro. Y el trabajo incluye ir a la casa de Arturo...
-¿Qué? Pero qué dices, estás loco. Mi amor.- comenzaba a reír.
-Vicky. No me parece que hayas ido a su casa.
-César, no fui sola. Fueron varios más, la pasamos bien, compartimos. Eso fue todo, nada más.
-...Esta bien.
-No te enojes si? Esta todo bien.
-Pues claro.
-Estas molesto? No te enojes por eso, por favor.
-Tienes razón.
-No seas mentiroso. Estamos muy serio todavía. No te creo nada.
-No estoy molesto, de verdad.
-César, hace unos minutos me dijiste que si. No entiendo de verás.
-Sabes, estoy ocupado. Me tengo que ir a grabar. Adiós.
-...Esta bien.- cortaba la llamada. Una vez lo hizo estalló en risa.
...
César se había quedado con los celos atravesados. Y la actitud de Victoria más lo irritó.
-Y esa cara? Todavía estás molesto?- le dijo Carla.
-No, no sé qué cosas dices.
-Bueno mejor será que vayas cambiando esa cara que te traes, porque en treinta minutos llegan los periodistas.- le dijo Vivían.
-Qué hiciste qué?.- César la miraba molesto.
-Lo que oíste. Ya que no te atreviste a hacerlo, pues lo hice yo.
-Por qué haces eso mujer? Por Dios. Ya arruinaste mi desayuno.- se pasaba una mano por la cara.
-Porque si. No podías dejar ese asunto así inconcluso. Piensa en tu hija por favor.
Habían llegado los periodistas. Era una entrevista escrita.
-Pasen, adelante.- Vivían abría la puerta.
-Hola, buenos días.- dijo César.
-Buenos días señor Évora.
-Tomen asiento, están en casa.- les dijo Vivían.
Las preguntas comenzaron, y César se sentía cada vez más incómodo. No quería hablar, pero que más daba. Cuando el periodista le preguntó por su relación "cercana y estrecha" con Victoria, no supo que decir. Se quedó quieto, lo pensó un instante y los celos se le volvían a subir a la cabeza. Fueron los celos quienes actuaron por el, un impulso que lo llevó al error.
-No, yo no tengo nada con ella. Solo somos amigos. La gente confunde eso.- mintió.
-Una especié de locura?.- le preguntó el periodista.
-Si, exacto. Es una locura, un fanatismo extremo. Nada es lo que parece.
Cada palabra era una cadena más y más pesada, que lo iba a arrastrar tarde o temprano.
Una vez terminó la dicha entrevista le llegó el cargo de consciencia. Se dio cuenta que Victoria veria la nota y eso sería una bomba. Sin duda estaba jugando con fuego, los celos, la presión de la casa y las fans lo estaban haciendo colapsar hasta explotar.
Al fin de todo esto, Vivían estaba aprovechando cada segundo. Para filtrar la información.
-Qué? Pero cómo hiciste eso? Le dijiste a mi papá?.- Gritó Carla.
-Shhh baja la voz, quieres que te oiga o qué?.- le dijo su madre.
-Es que no le dijste. Cómo no le dices?
-No tiene por qué enterarse. Solo fue...error de los periodistas.
-Ah claro, después va a ver mil notas dando vueltas.
-Solo le di un empujón. Llamé al periodista para que tuviera libertad absoluta para vender la nota al medio que fuera. Puede que tengamos notas infinitas, hasta el próximo año.- le guiño el ojo.- Qué te parece? Ya quiero ver la cara de la zorra esa.- sonrió.
-No está bien, no estoy de acuerdo.
-Tú? No estás de acuerdo? Me extraña que digas eso.
-...Pues ya ves. No creo que sea lo correcto.- el celular le sonaba por cada mensaje que le llegaba. Miró el celular que estaba en la mesa de noche, mientras hablaba con su mamá.
-Por qué miras tanto el celular?
-Por nada.
-Te lo pasó?.- se acercaba hasta el.
-No. ¡no! Mamá...- se tapaba la cara.
-Quién es X?.- miraba el mensaje del celular intrigada.
-...Nada...-
-No me mientas. Qué es esto?.- la miraba extrañada.- leía los mensajes en voz alta.- Aquí dice "gracias por la salida del otro día. Me haces feliz, aún que no podamos estar juntos" "¿Cuándo nos volvemos a ver?" "Te parece mañana cuando salgas de clases? Mi esposa no va a estar en casa".- miraba a su hija impactada.- Qué? ¡Carla! Explícame esto.
-Mamá. Te dije que no lo agarraras.- estaba muy avergonzada.
-Pero si aquí no hay nada que entender. Cómo es posible? Eres amante de ese tipo?.- los ojos se le iban a salir.
-No...no es así. Este...- no sabía que decir.
-Ahora entiendo porque te acercas a tu papá tan seguido. Acaso quieres seguir sus pasos? Eh? Respóndeme.
-Por favor cálmate. No subas la voz.
-Es mi casa y subo la voz cuando quiera si quiero. Esto es...demasiado. Cómo pudiste? Sabes todo lo que yo he sufrido por causa de esa mujer y mírate, estás haciendo lo mismo.
-No, no es así.
-Sabes qué? Ya no quiero escucharte.- le lanzaba el celular en la cama y se iba.
...
-Oh no. Pero qué? ¡César!.- Victoria estaba alterada leyendo la nota de César.- Cómo es capaz de hacerme esto?
Estaba dentro de su camerino, alterada, decidió llamarlo por celular. No podía creer que cayera tan bajo como para dar una entrevista exclusiva donde negará todo tipo de relación entre los dos, eso fue lo que más le dolió.
-Cómo te atreves?.- le dijo casi gritando.
-¡Vicky! Vicky mi vida...
-Mi vida ni nada. Qué te sucede? Por qué das una entrevista diciendo que no tienes nada conmigo. Por qué esa necesidad? Explícame antes que vaya a tu foro y te queme el camerino contigo adentro.- estaba gritando.
-A ver cálmate primero estás muy alterada.
-Cómo quieres que este? A ver dime. Yo jamás te haría eso. Y no me pidas que me calme porque no lo voy a hacer.
-Esta bien, tenemos que hablar esto en persona. No por celular.
-Que te quede claro que estoy furiosa contigo. Cuando te tenga enfrente te voy a volar los sesos.- cortaba la llamada.
Entró a las redes y vio el caos que había entre sus fans. Estaba tan enojada fue allí cuando decidió escribir un tweet en su perfil.

"La lealtad, el respeto y la confianza, nunca deben perderse".

Se encontraban en la casa de Victoria. Era media tarde. Ambos habían dejado de grabar.

-Jamás pensé que me harías esto!
-No fue mi intención, te dije que Vivían los llevó a la casa.
-Si, pero de todas formas no debiste decir nada de nosotros.
-Lo siento, fue un impulso.
-Impulso? Cómo pretendes que tengamos una relación sana si haces esto, César. Nunca vamos a poder tener una relación normal si no somos capaces de tener respeto el uno por el otro, la confianza. Es algo muy importante.
-Fue un arrebato.
-Qué?.- lo miraba extrañada.
-Si...estoy harto. No te veo, se muy bien que ibas a hacer esta novela este año, pero tenía la ilusión absurda que dentro de todo pasaríamos tiempo juntos en la obra. Pero no fue así...
-No...no sé por qué no me dices las cosas. Carajo.
-Pero que te quede claro, no fui yo quien llamó a los periodistas. Incluso me habían hablado de entrevistarnos a los dos.
-Qué? Ay no.- movía la cabeza.- Esto es demasiado.
-Pero dije que no, tranquila.
-No me voy a quedar tranquila si? Quiero sacarte los ojos en estos momentos.
-Ya te explique.
-Por qué tendría que perdonarte eh? Ya no sé que más hacer, te dije desde un principio que no hicieras nada. Y de todas formas grabaste un video, defendiendo a tu hija supuestamente. Pero esto no era necesario, para nada.
-...-
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"Cada palabra tiene consecuencias, cada silencio también".

Gracias por leer ❤︎

Tan enamorados (historia terminada)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora