Capítulo 33: Huérfano en la gira

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Flashback.

15 de septiembre. Día de la independencia mexicana, un día especial en el cual se hacía un homenaje en cada Estado, con el famoso "grito de independencia".
-Y qué tal? Se muy bien que se parece mucho a los años anteriores y que solamente le cambiaron la rosa de color. Pero bueno, es mejor así. Me incomodan los vestidos tan elegantes.- Victoria le habla a su fiel apoyo, su hijo, José Eduardo.
-Si, la verdad es que es igual. Pero ni modo, si tú dices que te sientes más cómoda así, eso está bien ma.
-A ver mírame. Te ves guapísimo con ese traje azul. A ver déjame arreglarte el cuello de la chamarra. Ven aquí.
-Ya está?
-Si, ahí quedaste mucho mejor.
-Gracias.
-Oye.- entrelazaba sus dedos.- Este, gracias hijo. Gracias por estar aquí conmigo.  Se muy bien que tenías que hacer cosas no? Pero preferiste venir aquí, para acompañar a tú madre. No sabes lo importante que es para mi, me hace sentir más segura.
-No hay de que. Además mis hermanos no pudieron venir, así que está bien.
-No, no es que no hayan podido venir. Al contrario, Omar no quiso que vinieran. Es mejor así, ya han pasado muchas cosas. No hay que exponerlos.
-Ah claro, entiendo. Me imagino, se refiere a lo que están hablando los medios?
-Si, todo el asunto de que se me ha vinculado con César y él salió a desmentir, ya sabes.
-Si, si lo sé. Pero la verdad me parece un verdadero lío. Qué piensas hacer?
-No lo sé. Creo que es una pregunta que se ha vuelto muy frecuente últimamente en mi vida. Me imagino que en algún momento todo este escándalo va a parar.
-Pues no lo creo, más si tienes que volver a irte de gira con César. Con mayor razón todos van a estar al pendiente. Solo cuídate mucho...me imagino que Omar no quiere que salga todo a la luz ahora.
-No, para nada. Este, pretende apostar hacia la presidencia. Para las próximas elecciones.
-¡Dios! Y tú? ¿Qué hay de ti?
-No tengo nada claro. No sé si sería capaz de acompañarlo en esto. Son palabras mayores, ya no nos aguantamos.
-Tienes que pensarlo y tomar una decisión cuanto antes. Es tu futuro el que está en juego ma. Es algo importante, creo que te la debes jugar.
Victoria le sonrió.
-Con su permiso.- entraba un secretario.- El gobernador los está esperando en el coche abajo.- una vez salió, cerró la puerta.
-Bueno ayúdame aquí con la cola de la chamarra.- Victoria vestía con un pantalón negro, muy suelto de cuerpo y encima llevaba una chamarra negra muy larga y sobre esta una rosa blanca.
Era de noche, la luna recién comenzaba a aparecer. La gente llegaba en grandes cantidades a festejar el grito.
A su vez los tres se encontraban en unos salones enormes que daban vista a la plaza central de Pachuca. Allí estaban muchas figuras de la política, disfrutando de unos tragos. Era una pequeña velada previa al evento más importante.
Había llegado el momento y Omar debía salir junto con Victoria y José Eduardo a un pequeño escenario que estaba en altura. Dio unas palabras, las mismas de todos los años, como parte de la festividad. A su vez Victoria se encontraba con la mirada completamente ida entre la multitud de gente. Como cada año se sintió mal, extraña de estar allí. Todos los años lo hacía porque sus hijos están allí presentes y además era parte de su compromiso como primera dama, pero esta ocasión fue distinto, sus hijos no estaban allí y cada día sentía que estaba más apartada de ese mundo donde las apariencias eran obligación.
Cuando Omar dio el grito e hizo sonar la campana, Victoria debía acercarse a él junto con José Eduardo y los trabajadores de Omar. Mientras lanzaban los fuegos artificiales, Victoria miraba el cielo, perdida entre las estrellas y la luna. Esa luna que amaba mirar y que sin duda tenía un significado especial para ella.
Sentía los flash de las distintas cámaras de periodistas que estaban presentes. Omar la sostenía desde la muñeca ni siquiera de la mano.
Al mismo tiempo César estaba en su casa, con su hija y esposa. Carla había pedido tacos para cenar, mientras esperaban que llegará la comida se quedaron en el sofá viendo la tv. En todos los canales nacionales estaban transmitiendo el grito desde diferentes Estados del país.
-Dejamos este canal? Donde están transmitiendo en vivo el grito de aquí, Ciudad de México. Miren sale el presidente.- Carla sostenía el control de la tv.
-Si, déjalo no más.- dijo Vivían.
De pronto la transmisión se cambió y mostraron el de Monterrey.
-Mira que bonito.- dijo Carla.
-Si, esta muy bonita esa imagen con los fuegos artificiales.
La transmisión volvió a cambiar y justamente mostraron la que nadie quería ver. Pachuca, Hidalgo.
-¡Cámbiala Carla!.- grito Vivían.
-¡No! Déjala allí.- dijo César.
Se quedó perplejo viendo la cara de Victoria, que justamente el camarógrafo le hizo acercamiento. Donde se ve a ella mirando hacia el cielo mientras Omar la sostenía de la muñeca.
-Vicky, mi amor...- dijo en su cabeza.- Otro año más en el mismo juego.
-Aja, tengo que aguantar que me salga esta mujer incluso en la televisión, qué coño.- se levantó y fue hasta la cocina.
Justo sonó el timbre, por fin habían llegado los tacos.
-Ya, llegó la comida. Voy a recibirla.- se levantó Carla.
César se quedó solo en el sofá, seguía pegado viendo a Victoria. Se dio cuenta que ella miraba mucho hacia el cielo, que incluso se veía desconectada del lugar. Eso lo motivó para salir al jardín de la casa. Una vez afuera, miró la luna y decidió dejarle un breve mensaje en WhatsApp's.

Tan enamorados (historia terminada)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora