César había llegado a su casa. Realmente no quería volver allí. Últimamente se estaba transformando en un ambiente muy tóxico para vivir.
Luego de que se fue del aeropuerto y se despidió de Victoria solo con la mirada, sintió que su mundo se caía a pedazos. Pues ella era su mundo.
-Que alegría por fin llegas.- Carla bajaba de la escalera e iba a saludar a su padre.
-Hola...- la saludaba muy desganado.
-Todo bien? En tú viaje?.- ella se estaba haciendo la desentendida con los problemas de sus padres.
Como nunca en ese momento Carla quería desaparecer entre medio de ambos, pero su madre seguía insistiendo y como fuera quería tenerla a su lado, en sus planes. Como si se tratase de una niña pequeña que podía retener a su padre. Sin embargo las cosas eran muy distintas, ella ya estaba grande. Era una mujer que estaba a puertas de terminar la universidad.
Sinceramente la pregunta era, ¿hasta dónde sería capaz de llegar Vivían para retenerlo?
El miedo de quedar sola, el orgullo, el no ser una mujer independiente tal vez eran motivos suficientes para detenerlo.
-Hola César.- Vivían lo saludaba y se iba a la cocina.
-Hola...
-Voy a preparar algo de comer para los tres.- Vivían gritaba desde el fondo de la cocina.
-¡No te preocupes! Yo no tengo hambre.- César miraba a su hija, que estaba sentada en el sofá viendo la tv.- Me voy a mi habitación.
-Mmm como quieras.- le dijo Carla.
César subió hasta su habitación. Una vez allí sintió la necesidad de escribirle a Victoria y decirle que no podía alejarse. Que era absurdo hacerlo a esas alturas. Las manos le comían, sin embargo no lo hizo.
Habían pasado dos días. Victoria no quiso ver a nadie, ni siquiera a su hermana Gabriela. Por otra parte, en casa de César le hacían el vacío. Ninguna de las dos le hablaba, solo dialogaban entre ellas.
-Me pasas el jugo, Carla.- le dijo su mamá.
César tenía el jugo cerca, en la mesa pero esta no le quería dirigir la palabra.
-Aquí tienes ma.- se lo pasaba en las manos.
-Gracias.
Se formaba otro silencio incómodo.
-Y cómo te fue hoy?.- le preguntaba Vivían a Carla.
-Bien, súper.
César las miraba a ambas muy molesto.
-¡Pues ya!.- gritaba en la mesa.- Pueden dejar de ignorarme?- las miraba a ambas con el entrecejo fruncido.
Carla saltó del susto.
-...Lo siento César, pero qué quieres que hagamos eh? Qué pongamos toda nuestra atención en ti? Después de que me dijiste que pensabas en comenzar el trámite de divorcio?
-Será mejor que yo me levanté. Son sus asuntos, no míos.- Carla se levantaba de su silla.
-¡No! No hija, quédate.- le dice Vivían.- Eres parte de nuestra familia no?
Carla volvía a tomar asiento.
-Puedes dejarla ir? Esto es entre los dos.- le dice César.
-Para qué? Si nuestra hija escuchó toda nuestra discusión por celular.
-Mmm.- César abría los ojos.
-Me imagino que te divertiste mucho, no? Tuviste tiempo de sobra para acostarte con ella.
-Puedes dejar el asunto con Victoria de lado por Dios. Si tú no crees que yo voy a trabajar en verdad, ya no me interesa.
-Que descaro tienes eh.
-Pues ya, ya estoy harto. Estoy harto de ti Vivían. Estoy cansado.- se levantaba de la silla.- A ver si ahora pueden ser felices y vivir en paz. Quieren saber? Si? Ya me aleje de Victoria. Contentas?
-Qué?.- a Carla se le iluminaba el rostro.
Vivían quedaba inmovilizada.
-Lo que oíste. Ya basta. A ti te digo Vivían, para que dejes de hostigarla. Y dejas esa obsesión de una vez por ella.- lanzaba la servilleta a la mesa.- Felices? Me voy a dormir.
César se encerró en su habitación. Hace tres años que no dormía en la misma habitación que Vivían, lo cual para él era un gran alivio.
-Escuchaste lo mismo qué yo?.- Vivían miraba a Carla muy sorprendida.
-...Si. Terminaron. Eso al parecer.
-¡Le ganamos! Le ganamos a esa bruja. Hija, te das cuenta de lo maravilloso que es esto?
-Si, claro. Es maravilloso así como tú dices pero no creo que la pinche Victoria se quedé tan tranquila.
-Es cierto, pero es un avance. Esto quiere decir que tú padre está cansado. No volverá a prestarse para estas idioteces de Victoria. Y gracias al descontrol de sus fans ya no volverán nunca más a trabajar juntos.- el rostro se le iluminaba.
-Esto sin duda es un triunfo. Hay que celebrar.- reía.
Esa misma tarde Victoria había decidido contestar las llamadas de su querida hermana Gabriela.
-Hola Gaby.- estaba acostada al lado de sus dos perritas.
-Hola mi querida hermana. Cómo estás? Cómo andas eh? No he sabido nada de ti. Me tienes preocupada, no solo a mi también a la mera.
-Estoy bien.- mintió.- Solo estoy cansada, no pasa nada.
-Me estás mintiendo Eugenia. Me estás mintiendo a mi, a tú hermana. Sabes? No te creo nada, en lo absoluto. Por lo mismo voy para allá, ahorita salgo y me vas a abrir la puerta eh.- le cortaba la llamada.
La puerta sonó y Victoria decidió abrirla.
-Ay hermanita.- Gabriela la abrazó cuando está abrió la puerta.
-No me sueltes Gaby.- Victoria se aferró a ella entre lágrimas.
-Ya, tranquila. Aquí estoy.- le acariciaba la cabellera.
Como si Victoria fuera la hermana menor, Gabriela la consoló hasta que ambas fueron al dormitorio.
-Yo sabía que algo te había sucedido. Te conozco demasiado Eugenia. Dime qué tienes?.- preocupada miraba a su hermana.
-Con César decidimos tomarnos un tiempo...no sabemos hasta cuándo. Las cosas se fueron de control cuando estuvimos en Perú. Vivían lo llamó y César le habló de divorcio. Ella se exaltó y lo amenazó.- a penas podía hablar.
-A ver, cómo es eso?.- fruncía el ceño.
-Lo que oíste. Esta loca, ahí mismo me enteré también que ella divulgó la nota que dió César a un periodista. Claramente debió tener ayuda de su hija Carla.
-Ay no. Pero esto está mal. Se salió de control esa mujer.
-Si, totalmente. Por otro lado las fans...ya no sé qué va a ser de nosotros Gaby. Yo...no puedo dejar a César y no quiero hacerlo. Me angustia pensar en que no nos vamos a ver. Yo ya me he acostumbrado a que estemos más juntos...- hablaba muy rápido y Gabriela la interrumpía.
-Eugenia por favor, respira un poco.
Victoria rompía en llanto.
-No puedo Gabriela. Mírame, no puedo ni respirar.- a penas hablaba.
-Dios mío. Nunca vas a poder amar a alguien así como lo amas a él.- le dolía ver mal a su hermana.- Se que la vida es rara, es injusta. Si tienes que llorar, pues llora. Yo sé que vas a salir a delante.
-Esto es mi culpa, no debí pedirle que entrara a la obra.
-No digas eso. Tú solo querías tenerlo más cerca.
-Todo parecía que por fin íbamos a poder estar juntos. Pero ya ves, viste que cada vez pasa algo que se interpone entre los dos.- se secaba las lágrimas.- Por Dios, quiero dejar de llorar. Pero no puedo. No sé por qué nos envuelve este ambiente tan tóxico a ambos. Te juro que desearía que los dos fuéramos personas distintas...
-Me está rompiendo el corazón verte así. De todas formas yo tengo fe que todo se va a solucionar muy pronto hermanita. Si?.- se acercaba a abrazarla.- Yo creo que necesitas estar positiva, subir tú energía no? Y no caer, eres muy fuerte. Realmente te admiro Eugenia. Además de mi mamá, tú eres una mujer admirable. Nada te destruye. Esto va a pasar, ya vas a ver. Tú y César van a salir a delante.
-Quiero pensar cómo tú Gaby...quiero que los días pasen y sentirme mejor.
-Así va a ser. Ya vas a ver.- le acariciaba la cabeza.- Quieres que te traiga un vaso con agua? O algo?
-Agua, por favor.
Llegaba noviembre y durante la primera semana de este mes Victoria fue a Pachuca, ya que sus hijos estaban allí.
-Hola hijo.- Victoria abrazaba a Anuar.
-Hola ma. Cómo estás?.- cerraba la puerta de la casa.
-Bien...y tú hijo?
-Que bueno. Yo bien, tienes una cara de cansada.
-Pues si...iba al sofá y tomaba asiento. Tú hermana? Dónde está?
-¡Aquí estoy!.- entraba a la sala.- Hola.
-Hola mi vida.- se acercaba y le daba un beso.
-Veo que por fin terminaste la gira esa.- Vickyta la miró y tomó asiento.
-Si...ya terminé la gira. Su padre a qué hora llega?
-Dijo que esta noche no va a llegar a casa.- dijo Anuar.
-Ah.- Victoria habría los ojos.- Ya veo...me pidió que viniera para hablar supuestamente de un asunto importante y ahora no está.
-Bueno, supongo que es mejor. Así estamos contigo.- le dijo Anuar.
-Mmm si.
-Que aburrido.- dijo Vickyta.
-Todavía estás molesta conmigo?
-Tú qué crees eh?
-Por lo mismo te estoy preguntando hija.
-Solo piensa. Nos dejaste solos el día de nuestro cumpleaños para irte a Ciudad de México, preocuparte de esa novela e irte de viaje con ese señor...
-¡Ay! No me digas eso vale? Tú bien sabes que tengo que trabajar hija. Y tuve que irme de viaje por trabajo también.
-Si pero mi cumpleaños fue antes.
-Lo sé y tú no quisiste que yo fuera. Estabas molesta conmigo. El día que hiciste tu fiesta de quince también me ignoraste. Tú y tú hermano. No quiero seguir con este asunto.- se levantaba del sofá.- Me voy a mi habitación.- abandonaba la sala.
-Ya ves lo qué haces?.- Anuar miraba a Vickyta.
-Qué? Si es la verdad no?
-No te cansas Vicky.
-Ay ya, ni al caso. Tanto le importamos que incluso se fue a dormir. Todavía es temprano.
Eran las seis de la tarde y Vickyta quería salir con su novio Erick. Tenía que pedirle permiso a su madre ya que su papá no le contestaba las llamadas.
-Qué hago Anuar?
-Pues pregúntale a mamá.
-Mi pa no contesta.- miraba su celular.- Y no quiero ir a preguntar a ella, sería humillarme.
-Qué cosas dices? Es nuestra mamá. No sé en qué momento cambiaste tanto. No eras así. Eras más cariñosa, sobre todo con mamá.
-Si, tú lo dijiste. Era, ya no. Sabes perfectamente por qué.
-Ok ya.
-Le puedes ir a preguntar tú por mí?
-Cómo eres eh? Te pasas Vickyta. Pues ya, voy.- salía de la habitación de su hermana.
-Permiso. Puedo pasar?.- Anuar tocaba la puerta de la habitación.
-Si, pásale.- sacaba la contraseña de la puerta.
-No quiero molestarte ma pero Vickyta quiere salir con su novio Erick. Le das permiso?
-Y tú papá?
-No le contesta.
-Carajo. Qué diría tú padre?
-No lo sé...generalmente la deja salir. Pero ya es un poco tarde no?
-Dile que no entonces.- Victoria volvía a recostarse sobre la cama en posición fetal.
Anuar fue a avisarle a su hermana que no podía salir.
-Qué? Pero...si es Erick no es un extraño. Ruégale, por favor.
-Ya estoy harto de tus caprichos. Ve tú a preguntarle a mamá.- Anuar se iba a su dormitorio.
Con todo su orgullo decidió ir a preguntarle a Victoria.
-Permiso, puedo pasar?.- la puerta estaba entre abierta.
Victoria estaba en completo silencio sobre su cama y algunas lágrimas le recorrían su rostro.
-Ma, puedo salir con Erick? Será breve, en una hora más estoy aquí. Vamos a ir al club a jugar golf.- se acercaba a ella y vió que estaba llorando.- Estás bien? Por qué lloras?- le tocaba el hombro.
-Estoy bien...- se sentaba en la cama y se secaba las lágrimas.
-Algo tienes, por eso lloras.
-No creo que te importe lo que me pasa. Menos si se trata de mi vida amorosa.
-...Es cierto. No me interesa saber de ese señor. Pero te veo mal.
-Nos dimos un tiempo. Eso sucede. Estás feliz?- miraba hacia abajo.
-...La verdad? Es lo mejor para todos. Ya vas a estar bien, lo sé.
-No te compadeces de mi dolor. Espero que nunca sientas lo que yo estoy sintiendo.
-Lo lamentó pero estoy siendo sincera.
-...Puedes salir con Erick. Vuelve pronto.- se recostaba nuevamente.
-...Gracias.- se iba.
Al día siguiente Omar volvió a la casa temprano por la mañana. Se encontró a Victoria en la cocina.
-Anuar me dijo por mensaje ayer que dejaste salir a Vickyta en la tarde.- la miraba molesto.
-Si y qué hay con eso?.- tomaba una taza de café.
-Que era muy tarde. Yo no le permito salir a esa hora.
-Si pero tú no estabas. Y yo si le permito, no le iba a suceder nada.
-Tiene quince años Victoria. Andan con su novio, el cual tú con suerte lo haz visto unas dos veces.
-Estas exagerando mucho. Ella está bien. Gracias a Dios que llegué ayer, tú te fuiste y los dejaste solos.
-Estaban con el chofer y la empleada. Que pasan, sin duda más tiempo con ellos que tú.
-Tengo un trabajo muy demandante. A diferencia tuya.
-Hola papá. Cómo estás?.- Vickyta iba a la cocina.
-Bien y tú hija?.- la abrazaba.
-Que bueno. Yo bien.
-Me enteré que saliste con Erick ayer.
-Si, por qué?
-No puedes llegar y salir así. Ayer ya era tarde.
-Ay, estás exagerado todo.- se iba de la cocina.
-Bueno, tú me pediste que viniera no? Qué es lo que quieres ahora?.- cruzaba los brazos.
-Vamos a mi despacho. Es un asunto político, el cual te incumbe.
Cuando ya se encontraban en el despacho, Victoria tomó asiento.
-Qué tengo que hacer ahora?
-No, primero me vas a explicar qué fue todo ese escándalo que hiciste en Perú. Porque mis asesores me dijeron que tenías un millón de comentarios insinuando tú relación con ese tipo. Borraste las fotos con él?
-Creo que eso no te incumbe a ti. Eso pertenece a mi vida privada.
-Te equívocas, porque eres figura política. Te guste o no? Y esa imagen tienes que cuidarla hasta el final.
-Bueno, esta bien. Te voy a dar el gusto de sentirte feliz y tranquilo de una buena vez. Con César nos tomamos un tiempo. Ahora estás en paz?
-Wow.- soltaba una carcajada.- Veo que tú jueguito no duró mucho. Lo siento, en verdad. Pero ya te puedes dar cuenta Victoria, que todo se paga en esta vida. Tarde o temprano. El dolor que le hiciste a tú propia familia ha regresado a ti.
Victoria tragaba en seco. Las últimas palabras de Omar si que le habían hecho sentir un pesar.
-...De verdad crees que me vas a seguir hiriendo con tus palabras? Ya no tienes ese poder de hacerme sentir mal Omar. Te confieso que si estoy aquí es por mis hijos. No por ti. Y si algo bueno tengo que sacar de esto, de mi alejamiento con César es volver a recuperar la confianza de mis hijos.
-Esta bien, me parece muy ético de tú parte.
-Yo que tú no diría eso. Pues no quiero que sigan aquí, contigo. Y no me importa mi pasado, que varías veces me lo sacas en cara.
-Te quiero ver Victoria. Qué piensas hacer, claramente ahora nada. Se ve que estás destruida.
-Pero no por mucho, eso te lo aseguro.
-Por ahora no hagas nada que nos ponga en peligro, ni a tus hijos ni a mi. Gracias. Pero voy más allá, te informo que tengo que ir a Roma Italia, específicamente, al Vaticano. Es en diciembre. Nos invitaron por un título que entregó el Vaticano a la Virgen de Guadalupe. Van a ir con nosotros unas pueblerinas de aquí. Ya sabes? Diplomacia. Por lo mismo tenemos que ir los dos.
-...Cuánto dura ese viaje?
-Son cuatro días y ya. No es tanto, pero es importante. Vamos en representación de México.
-Sinceramente tengo cero ganas de querer ayudarte.- le sonreía sarcástica.
-Los dos hicimos un trato. Solo cúmplelo, me da igual lo que opines.
-Si no fuera por el trato...
-Los dos ganamos algo. Que no se te olvide. Tú el divorcio y yo mantener mi puesto de político sin que tú jodieras ninguno de mis planes. Yo cumplí mi palabra, ahora te corresponde a ti.
-...Esta bien. Eso es todo?
-Si. Ya te puedes ir.
-Me voy a devolver al DF.
-Como gustes.
Victoria volvió a Ciudad de México ese mismo día. Llegó a su casa y justamente recibió una llamada, era su hermana Gabriela.
-Hola Eugenia. Cómo estás?
-Un poco mejor. Acabo de llegar de Pachuca. No tengo mucho ánimo la verdad. Y tú? Cómo estás?
-Mmm me imagino. Yo bien, muy bien. Adivina qué?
-Qué pasa?
-Tengo entradas para ir a ver una obra de teatro. Tú y yo. Qué te parece?
-No estoy de ánimo para salir Gabriela.
-No me interesa que no tengas ánimos. Vamos a ir te guste o no porque no quiero que mi hermana termine en depresión. Además te extraño mucho, te fuiste de viaje casi todo el año. No he salido contigo, así que mañana salimos. Te pasó a buscar eh.- cortaba la llamada.
-Bueno? Gaby?
Victoria al día siguiente aceptó la salida que le ofreció su hermana. Fueron a ver una obra de teatro llamada "Sugar" que era una comedia musical.
Ambas salieron del teatro e iban en busca del coche.
-Te divertiste?
-Pues si. Tenías razón Gaby, me sirvió para despejarme.
-Me alegra oír eso. Esa era la idea. Tienes que tratar de mantenerte ocupada, para no pensar.Pasaron unos pocos días. Y Victoria se encontraba sola con sus perritas en su casa.
Salió al jardín de su casa, allí habían muchas plantas. Todavía estaba en pijama y era mediodía. Sin tener nada que hacer decidió sentarse sobre el pasto verde. Y allí vió una hermosa mariposa. Contemplándola, le tomó una foto para luego subirla a su Instagram.
Las fans todavía seguían preocupadas por ella. Pero Victoria no tenía deseos de hablar con nadie, por lo mismo no entró a twitter en varios días.
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"Guárdame en tus silencios".
Gracias por leer ♥
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Tan enamorados (historia terminada)✔️
RomanceSiempre han estado hechos el uno para el otro, a pesar del tiempo siguen unidos por el mismo amor, ese que los une con un hilo rojo. El hilo se puede estirar, contraer, flaquear pero jamás romperse. Tan enamorados como antes, como siempre. Solo el...