Capitulo 23: Una cuñada odiosa

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Victoria se sentía intranquila. Por la hora ya casi terminaba su cumpleaños, sin embargo tenía la esperanza y la dicha de pasar las últimas horas del día con las personas que más amaba en su vida; su madre y César. Pero él había huido, nadie sabía por qué. La cabeza de Victoria comenzó a llenarse de preguntas, ya que todo aparentemente había estado muy bien entre ambos. ¿Qué había pasado para que el king size saliera corriendo de allí?
-Lo llamaste?.- Gabriela tomaba asiento.
-Si, Gaby ya lo hice.- se agarraba la cabeza con el celular en la mano.- No entiendo porque se fue y no me contesta las llamadas.
-Ustedes discutieron antes de que te fueras al restaurante?.- su mamá la miraba.
-No...- se quedó un segundo pensando.- Para nada mamá, es más me apoyo en que fuera a celebrar con ustedes. Realmente no entiendo que le habrá pasado.
De manera inesperada sonó el timbre de la casa. Alguien llamaba en la puerta.
-Voy yo Gaby, no te preocupes.- Victoria se levantaba del sofá.
-Esta bien.- tomaba un sorbo de jugo.
Victoria abría la puerta.
-Ah eres tú. Pues pásale.- la invitaba a pasar.
-Gracias hermana.- Marcela entraba.
-Y por qué decidiste venir Marcela?.- caminaba detrás de ella, que se dirigía a la sala.
-¿Por qué la pregunta eh? Acaso te molesta mi presencia?- se detenía a medio pasillo y volteaba a verla.
-No, no dije eso. Simplemente no sé...dijiste que te ibas a tú casa, incluso te invitamos a venir junto con Gaby y te negaste.
-No pasa nada...solo cambie de parecer al final.- Marcela seguía caminando hasta encontrarse con Gaby en el sofá.
-¡Ah mira tú al final viniste!.- Gaby la miraba.
-Ay no. Otra más que se sorprende. Pero qué les pasa? Solo cambie de parecer.
-Es una broma, boba.- Gaby la molestaba.- ¿Quieres jugo?.
-Bueno. Ya que mi querida hermana no me atiende, siendo que es su casa. Te lo acepto Gaby.
-No tengo ganas de atender a nadie.- Vicky se paseaba de un lado a otro.
-Y a ti qué te pasa?.- Marcela miraba a Victoria.- Ocurrió algo mamá?.- luego miraba a Doña Lupita.
-Si. Tú hermana está preocupa por César. Él se quedó aquí y ahora no está. Nadie sabe por qué se fue.
-Ah.- Abría los ojos.-...Pero que absurdo eh. Yo pensé que estabas preocupada por algo realmente más importante hermana.-Marcela la miraba molesta.
-Ya, deténte Marcela. ¿Si? No voy a aceptar que comiences con tus típicas charlas, que claramente no son de apoyo para mi.- la miraba estando de pie.
-Bueno. Y qué pretendes que te diga? ¡Que te de la razón! Eso quieres? Que me transforme en una loca más. Apoyando algo que todas aquí presente, sabemos que no tendrá frutos. Por favor Victoria, entra en razón por una vez en tú vida.
Claramente ambas entraban en una discusión. Sin duda Marcela no había aceptado nunca su relación extramatrimonial. A pesar de los años jamás lo iba a hacer, era la única que no apoyaba su relación con César. Ella, a diferencia de Gabriela, si quería a Omar. Encontraba que era el hombre perfecto, además le encantaba la política.
-¡No te metas en mi vida Marcela! Nunca vas a entender lo que siento.
-Pero ya ves? Ves cómo eres de egoista? No te importa ni siquiera un poco tú familia. No te da vergüenza? No te da pena? ¡No te da pena ver a tus hijos así, tan solos y desprotegidos, ajenos a ti? Respóndeme Victoria.- Marcela se alteraba.
-Ja. Pero cómo te atreves Marcela???- Victoria subía el tono de su voz.- Tú me vienes a hablar de egoismo. Aquí tú estás siendo egoísta conmigo, prefieres darle apoyo al idiota de Omar que no es nada tuyo, en vez de apoyar a tú propia hermana. ¡Pero claro! Como no me había dado cuenta antes...¡si tú vives enamorada de Omar!.- alzaba sus manos.
-¡Ya, suficiente!.- Dice Gaby.- Paren, no pueden andar así discutiendo.
-Es ella Gaby. La amargada de la familia que no puede verme feliz, que se empeña en ver mis errores y restregarmelos en la cara. Parece que todavía no supera que a mi si me aceptaron para ser modelo cuando niñas, con la diferencia que a mi no me interesaba. Siempre en las sombras de mi, te estorba mi fama.- la miraba furiosa.- Como le duele, no pierde oportunidad de criticarme.- Victoria sacudía la cabeza.
-¿Qué estás diciendo loca?...Y qué quieres que haga? Que te aplauda? Cada decisión que has tomado ha destruido tú vida privada. Y no sólo la privada, también tú fama...¡Es que no te das cuenta Victoria! No valoras nada, nada. Tienes un marido perfecto, que si te amaba, unos hijos hermosos. Una familia bien constituida Victoria.- Movía ambas manos.- Algo que ni Gaby ni yo tenemos. Y tú te das el lujo de desecharlo.
-¿Sabes? No es mi problema que tú no seas feliz con tu vida. Que estés sola, a medias saliendo con puros viejos. No es mi culpa. Cada una puede hacer lo que quiera con su vida. No te metas en la mía.
-Si pero no de esta manera. Estás profundamente equivocada. Te estoy aconsejando Victoria.
-¡Ah muchas gracias! para qué te molestas...Vaya manera de aconcejarme.- movía la cabeza.
-Los años pasan, los amantes no son eternos.
-¿Qué sabes tú de lo que siento yo? Eh? Dime...Claro, nada. No sabes nada de lo que siento. Tú piensas que yo elegí esto? Pues no, estás equivocada, yo no elegí enamorarme perdidamente justo después de casarme, no elegí enamorarme de un hombre casado, prohibido para mi. No elegí esto Marcela. Pero no puedo hacer nada, lo amo. Lo amo como nunca he amado a nadie. Con pasión, con locura. Algo que claramente nunca vas a lograr entender.- la miraba molesta.
-Si tienes razón. No sé lo que sientes, sin embargo hay algo que se llama razonamiento, úsalo.
-Que fácil decirlo si no estás en mi posición.
-Por favor Victoria.- se levantaba del sofá.- Viste la sorpresa que te tenía Omar hoy. Lo ayude para poder celebrar tú cumpleaños.
-Eres tonta o qué? Acaso no te das cuenta las intensiones que tiene Omar? Crees que lo hizo por mí? No seas ilusa Marcela. Lo hizo porque tuvo presión de su hermano, de su cuñada, de sus amigos esos que invitó. No lo hizo por mi, más bien lo hizo por él, por su imagen; como siempre. Puedes verlo o eres ciega?.- le hablaba duro.
-¡YA! ¡SE ME CALLAN LAS DOS!.- Doña Lupita gritaba. A pesar que le costaba hablar cada vez más por la edad.- Miren...no quiero que vuelvan a discutir, ambas tienen el deber de respetarse, siempre. No imparta nada, tienen que hacerlo.
-...Ok.- Marcela se callaba, al mismo tiempo cruzaba sus brazos.
-Si, esta bien mamá.- Victoria bajaba la mirada.
-Mamá tiene razón. Compórtense, vale?.- Gaby se levantaba.- Ambas son mis hermanas, a amabas las quiero mucho. No quiero verlas peleadas.
-Tienes razón Gaby.- Marcela le daba la razón.
-Bueno, tema cancelado.- Victoria se acomodaba en el sofá nuevamente. Luego tomó su celular y entro a Instagram. Allí se llevó una impresión grande.- Oh no. Por Dios.- hablaba en voz alta, llevaba una mano a su boca.
-¿Qué pasó?.- Gaby la miraba.
Victoria levantaba la mirada que tenía en el celular.- Esto es lo que pasa.- Le mostraba su celular.- Mira, por favor. Mira esto.
-A ver.- tomaba el celular de Victoria.- ¡Ay no!
Ahorita entiendo a mi cuñado.
-...Es tú culpa Marcela.- Victoria la miraba enfurecida.
-¿Por qué? Ahora que hice yo?.- miraba a las dos.
-Qué no hiciste Marcela. Ahora si que te pasaste. Arruinaste el cumpleaños de Victoria.- Gabriela la miraba.
-Ya, por favor. ¿Qué pasa no entiendo?.- Doña Lupita no entendía nada.
-Mira mamá.- Gaby le mostraba el celular.- Esto es lo que pasa.
-Ay no.- La mera tenía el celular en su mano.

Tan enamorados (historia terminada)✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora