Era mediados de noviembre y Victoria había tomado la decisión de volver a Pachuca. Pues sus hijos habían vuelto de EEUU. En la escuela que estaban les daban vacaciones anticipadas por las fiestas de fin de año. De todas maneras los hijos habían pedido un permiso especial para quedarse en México hasta febrero del año que entraba.
-Hola ma.- como siempre Anuar la recibía en la puerta.
-Hola mi vida.- le daba un caluroso abrazo.- Y Vickyta?
-Está en su dormitorio.
-Ok. Y cómo lo pasaron en Estados Unidos?
-Bien, bueno la que más disfruto estos últimos días fue Vickyta porque salimos con Erick, los tres a unas calles que estaban muy decoradas con adornos navideños. Estuvo padre, pero la verdad yo estaba sobrando.- Victoria soltó una carcajada.
-Ah órale.- reía.- Y tú hermana que no baja de su dormitorio?
-La verdad no se siente muy bien.
Victoria lo miró extrañada.- Y eso por qué?
-Los últimos días que estuvimos allá, antes de venirnos Vickyta discutió con Erick. Están un poco peleados, creo. Pero mamá no le vayas a decir que te dije.
-Ya, tranquilo. No le voy a decir nada. De todas formas voy a ir a su dormitorio.- subía la escalera.
Vickyta estaba acostada en su cama.
-Puedo pasar?.- Victoria asomaba su cabeza desde la puerta.
-No, no entres. No me siento bien.- tapaba su cara con una de sus almohadas.
-Pues no me importa. Como estas mal, por lo mismo voy a entrar.- una vez adentro cerró la puerta.
-¡Sale! No quiero hablar con nadie.- gritaba.
Victoria se sentaba a su lado.
-Ok, tranquila. No me grites.- la observaba.- Se que no estás bien. Me preocupas.- trataba de quitarle la almohada para ver su cara.
-Déjame.
-Hija, en verdad quiero hablar contigo. De mujer a mujer. Ya estás grandecita, necesito que hablemos las dos.
-Qué quieres decirme eh? A ver?.- tiraba la almohada al suelo.- Si me vas a empezar a hablar de sexo y todo ese lío vas a perder tú tiempo porque ya lo hice. Ya no soy virgen ma.
-Qué dices?- abría los ojos.- No te iba a hablar de eso explícitamente. Pero de todas formas no quería creer que tú ya...habías dado ese paso.
-Encuentro que es absurdo que vengas aquí. De verdad es mejor que te vayas.
-No lo voy a hacer. Vine aquí por ustedes. Y si tengo que enterarme que mi hija anda en estos pasos quiero que sea de tú boca. Se que no soy quién para decirte que actuaste mal porque yo tuve muchos novios cuando tenía tu edad. Y también era bien loca. De hecho este muchacho es tú primer novio, yo a tú edad ya había tenido varios.
Vickyta ponía los ojos en blanco.- No me importa saber eso, en serio.
-Si, tienes razón. No quieres saber de mi juventud. Pero si tienes que cuidarte hija. No quiero que por un error quedes embarazada.
-Te digo una cosa?
-Si?
-La secretaria de mi papá ya se hizo cargo de este asunto. Antes que tú incluso. Me llevó al doctor y me estoy cuidando. Así que no te preocupes.
-...Esta bien. De todas maneras si necesitas un consejo es mejor que recurras a mi, que soy tú madre. Si?
-Mmm.
-Ahora dime. Qué tienes? Anuar me dijo que estabas triste.
-¡Ay que bocón es!
-Es tú hermano. Se preocupa por ti.
-No quiero que me veas aquí sufriendo por amor es ridículo y penoso.- bajaba la mirada.
-Si, lo es. Así como tú me viste triste hace semanas. Pero aún así te comenté lo que me ocurría. Quiero que me tengas confianza hija.
-Es tan extraño esto.
-Si lo es. Pero yo no quiero perderte.- Vickyta la miraba.
-Esta bien...supongo que tengo que dar mi paso al igual que tú. Aunque no quiero abrirme mucho a ti porque siempre terminas yendo para estar con ese señor.
Victoria quedó perpleja.- De verdad te sientes así?
-Si.- miraba para otro lado.
-Lo lamentó, en serio. Quiero cambiar, quiero ser mejor mamá con ustedes dos. Me ha costado mucho por culpa de su padre. Pero no quiero que lo odien, simplemente quiero que me entiendan y se pongan en mi lugar también.
-De qué hablas? Qué hizo mi papá?
-Cuándo yo me fui a grabar a Colombia ustedes estaban muy pequeños y yo me los quería llevar conmigo. Estaba gestionando a una niñera que estuviera allá con ustedes. De esa manera los iba a tener cerca. Pero...su padre no quiso. Por eso se quedaron aquí y casi no pude compartir con ustedes. Me perdí sus primeros pasos.
-No tenía idea de eso.
-Porque no nos conocemos hija. Cuando comenzaron a crecer te enteraste de mi relación con César.
-Si. Todos lo sabían, hasta mi papá menos nosotros con Anuar.
-No tenían la edad para saber aquello. Hoy te invito a que confíes en mí. No tienes idea de cuánto he sufrido por amor. Creo que ninguna novela de las que yo he interpretado se compara. Si estás sufriendo en estos momentos por Erick, dímelo. Yo puedo entenderte.
-La vez pasada me dijiste que todo iba a cambiar. Que no sabías si ibas a volver a la obra, yo creí en ti. Pero volviste a la obra y te fuiste con él a Perú. Cuál es la diferencia ahora?
-Lo sé, me equivoqué. Pero ahora es distinto. Ahora yo en verdad me tome un tiempo con César y pienso hacer las cosas bien. Esta vez quiero poner a ti y a tú hermano sobre cualquier cosa. Dame la oportunidad.- le acariciaba la cara.
-...Esta bien. Pero no me dejes de nuevo. No lo vuelvas a hacer mamá.
-No lo voy a volver a hacer mi vida. Te lo prometo.- a las dos se les escaparon unas lágrimas.- Te amo hija.
Vickyta le sonrió.
-Entonces te escucho. Cuando quieras puedes contarme que te sucede.- Victoria se levantaba de la cama.- Tómate tú tiempo.
Victoria se iba acercando a la puerta. Cuando la chica decidió hablar.
-Erick...me pidió un tiempo mamá.- miraba hacia el suelo.
Victoria se dió media vuelta y volvió a tomar asiento en la cama de su hija.
-Te escucho.
-Creo que le gusta otra niña. Él se junta con muchas chicas. La mayoría del tiempo pasa viajando a México. Últimamente ha pedido muchas salidas para ir a su casa. Mientras yo me quedó allá.
-Entiendo...
-Y...- la chica rompía en llanto.- Yo de verdad lo quiero. Y no quiero que juegue conmigo. Él siempre anda bebiendo alcohol. Tú sabes que yo también, pero sólo cuando voy a fiestas y en esas ocasiones, pero él no. No me gusta eso de Erick. Pero yo lo quiero.
-Ay hija.- Victoria la recostaba en su pecho.- Me imagino cómo te debes de sentir. Es tú primer amor y eso es muy bonito pero siempre llegan otros que te hacen sentir mejor. Eres muy jovencita todavía.
-Si se ma. Pero, nunca nadie me había querido así, como él. Nunca me había sentido querida por alguien.
-Mmm no te preocupes. Todo pasa, te lo digo yo que tengo el corazón roto en estos momentos.
Vickyta salía de su pecho y la miraba directo a la cara.
-Qué? Todavía estás triste?
-Si...se que no te gusta que te hable de esto. Pero...- Vickyta la interrumpía.
-No, ahora no ma. No me molesta. Si quieres desahogarte, pues hazlo.
-Gracias...bueno, este.- se le caía una lágrima.- Se que es duro para ti escuchar esto pero de verdad lo siento así. Yo...amo a ese señor como tú le dices. Al igual que tú, nunca nadie me había amado de esa manera, ni tú padre de hecho. Si tú y tú hermano se dieran la oportunidad de conocerlo un poco me entenderían. José Eduardo sabe a qué me refiero. Y es cierto él es perfecto para mí. No sabes cómo me duele el alma cuando discutíamos o cuando estamos distanciados como ahorita. Nuestras peleas no podían durar mucho porque siempre uno de los dos volvía al otro. Realmente yo lo amo. Con toda mi alma y me duele mucho que ambos hayamos tomado esta estupida decisión de tomar distancia. Pero en verdad nos estaba afectando el comportamiento de los demás hacia nosotros.- rompía en llanto.
-Ay no. Mamá no llores.- se quedaba impactada al oír tales palabras de la boca de su madre. Cuidadosamente le secaba las lágrimas con su mano.
-Perdón pero es lo que siento.
-No me pidas perdón. Yo verdaderamente nunca te había oído hablar así, de esa forma. Lamento mucho verte de esta manera. No pensé que lo amaras tanto. Sé que nunca hablamos de él y tú. Pero yo pensaba que lo de ustedes era algo netamente físico, no más allá.
-Pues te equivocaste. Lo nuestro es amor. Yo amo a ese hombre. Como nunca pensé amar a nadie.
La chica estaba paralizada. Cada palabra de su madre hacía César le había conmovido en lo más profundo de su corazón. Tal vez el hecho de que ella también estaba experimentando el amor en su vida, ese sentimiento tan puro y el más hermoso del mundo, que ahora podía comprender en carne propia lo que significaba sentirse así.
Como nunca antes, Victoria había logrado conectar con su hija.
-Me dejas sin palabras mamá. No puedo decirte que los entiendo a ambos porque yo a él no lo conozco. Pero si puedo ver ahorita que en verdad lo amas. Discúlpame si? No quiero verte así, tan triste. Quisiera dejar de tenerle tanta bronca a César pero por ahora no puedo, lo siento mamá. Y creo que por estos momentos es mejor que me mantenga al margen.
-Lo sé y por lo mismo no quiero presionarte a ti ni a tú hermano. Pero ojalá algún día se den el espacio de conocerlo, así como José Eduardo lo hizo.
-Tal vez.
-Aunque ahora ya no sé qué pasará. Creo que lo de nosotros ya no tiene caso.
-...Lo lamentó, pensé que nunca iba a decir esto. Pero te veo tan mal. Quieres un pañuelo?
-Bueno.
La hija iba a buscar pañuelos para que su madre se secará las lágrimas.- Ten.
-Gracias.- se secaba las lágrimas.
-Mamá?
-Si?
-En verdad lamento lo jodido que fue mi padre contigo cuando quisiste llevarnos a Colombia, yo no tenía idea. Pensé que...- Victoria la interrumpía.
-Pensaste que no los quería tener cerca?
-Pues si. Lo lamento, no creí que mi padre fuera esa clase de persona.
Habían muchas cosas que ninguno de sus hijos sabía todavía acerca de su padre. Ya que a ambos los habían mandado a Estados Unidos.
-No te preocupes. Ahora lo sabes.
-Se que nunca te lo digo. Pero te amo mamá. Puedo ver que eres una mujer muy fuerte.
Victoria sonreía ligeramente.
Varios días habían pasado. Y ninguna de las dos, ni Victoria ni Vickyta había vuelto a tocar el tema de César, ni la chica hablaba de su novio Erick.
-Oye ma.
-Si?
Ambas se encontraban en el jardín de la casa.
-Por qué no le hablas a César? Digo, tal vez puedan hablar por celular. O no? No sé, yo te digo.
-De verdad tú me estás diciendo esto?.- Victoria sonreía.
-Si.- reía la chica.
-Ay si fuera tan fácil hija. La verdad es que las cosas son mucho más difícil.
-Si me quieres contar algo. Tengo tiempo de sobra. Yo te escucho.- le sonreía.
-¡Uy! Veo que están bien habladoras las dos.- aparecía en el jardín Anuar.
-No te metas, estamos hablando algo de mujeres.- le decía Vickyta.
-Hijo no es por nada pero de verdad estamos hablando algo de mujeres. Tú hermana y yo.
-Esta bien, esta bien. Mejor me voy. De todas maneras me gusta verlas así, hablado.- se iba.
-La esposa de César es loca. Ella vendió una nota periodística que hizo César aclarando que no teníamos una relación, para callar los rumores en redes y esta mujer entregó los derechos de la nota a muchos sitios. Por eso que hasta la fecha pueden seguir sacando notas de nosotros. Cuando estuvimos en Perú César le habló de divorcio y ella se transformó como una loca. Lo amenazó conmigo, lo peor es que la hija también está metida en esto.
-Pero que clase de loca es. Cómo puede seguir así, digo, ella sabe hace años lo de ustedes no?
-Si. Lo supo hace muchos años atrás. Pero se niega a dejar a César y lo peor es que involucra a la hija. Esa chica me odia, yo no le he hecho nada.
-Por lo que me cuentas si está bien loca esa señora. Yo pienso que tienes que alejarte de ahí mamá. Es lógico que ella no se va a cansar hasta hacerte daño.
-Pues ya lo está haciendo.
-Si, pero de una forma mucho peor y directa.
-Mmm
-Pero por lo pronto, disfruta. No hagas nada.
Los días pasaron. Y en el caso de César había comenzado a grabar "Te doy la vida". Lo cual para él fue un gran salvavidas. En ese momento necesitaba despejar su mente y concentrarse al cien por ciento en su trabajo, para no pensar en Victoria. Para su suerte las cosas comenzaban a calmarse en casa.Era 04 de diciembre. El cumpleaños de Gabriela Ruffo.
Ese día José Eduardo había llamado a su tía para saludarla y acordar una cena en un restaurante de Ciudad de México. Junto con Marcela, Victoria y una amiga de la familia.
-Me alegra mucho que estén aquí y hayan podido venir.- decía Gabriela.
-Y nosotras de compartir contigo hermanita.- dijo Marcela.- Lamentablemente no pudieron venir Mariana y Michel.
-No te preocupes, pronto hacemos otra salida. De todas formas estoy muy feliz que estemos compartiendo aquí.
-Si, la verdad el lugar está muy padre.- Victoria observaba cada rincón del restaurante.
Marcela y la amiga fueron juntas al baño, por lo que José Eduardo, Victoria y Gabriela se quedaron a solas.
-Bueno y qué tal tú viaje ma?.- le pregunta José Eduardo.
-Pues bien, algo agotador.
-Me imagino, estuviste casi todo el año de gira. El próximo siguen?
-Creo que si.- Victoria estaba revisando su Instagram.
-Que padre. Y bueno, este cómo está César?
-Ay no mejor no preguntes eso eh.- le dijo su tía Gaby.
-Y por qué?.- miraba extrañado.- Qué le hiciste está vez al pobre?
-No sigas preguntándome. No tengo ganas de hablar de eso por favor.- decía muy seria.
-Pero pasó algo grave? Pelearon?
-Que no sigas preguntando te dice tú mamá.
-Esta bien, ok va. No pregunto más...pero eso si me tienes que contar en algún momento.
-Ya esta bien.- le dice muy cortante Victoria.
Esa noche Marcela subió fotos y videos de su celebración hacía Gabriela.
...
Era lunes y la mayoría de la gente debía ir a trabajar. Así también era el caso de César. Que comenzaba un nuevo proyecto y en el elenco estaba Erika Buenfil. Quien insistía, hace años en volver a hacer pareja en televisión con César.
Erika envidiaba el gran trabajo que realizaba Victoria y César en la pantalla, ya que ambos cautivaban a mucho público. Sin duda era un gran reconocimiento para ambos en sus carreras, algo que siempre había querido ella.
César sabía que aquello le molestaba a Victoria, por lo mismo decidió mantener una sana distancia con la mujer rubia.
Era muy temprano por la mañana y César se encontraba en la ducha, cuando su esposa entró a la habitación para sacar la ropa sucia. Cuando se acercó a la mesita de noche vió el celular de él allí. La tentación por revisarlo era muy grande, y así lo hizo.
Quería tener la certeza absoluta que él ya no hablaba con Victoria.
-Vamos a ver si todavía me estás engañando.- decía en voz muy baja.
Entró al chat de Victoria en WhatsApp. Y solo encontró conversaciones pasadas, las cuales eran muy cariñosas. Pudo ver que a ella la trataba con todo el amor del mundo, mientras que a ella ni la miraba. Eso la hizo estallar en ira y sin pensarlo mucho se atrevió a enviarle un mensaje. El cual decía:"Hola. Buenos días Victoria. Te deseo lo mejor, pues durante estos días me di cuenta que lo nuestro ya no tiene caso alguno. Espero que seas feliz, así como yo ahora lo estoy porque encontré a mi familia de nuevo. Deberías hacer lo mismo. Gracias por darme tus mejores años, los que te quedan serán para tú familia.
Se despide, César".
*enviar*
Borró de inmediato todos los mensajes del chat y acto seguido la bloqueo.
Dejó el celular tal cual como estaba y salió de la habitación. Tenía la seguridad de que César no se daría cuenta alguna y a su vez Victoria se alejaría de él.
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.
.
.
"Quédate, ya se nos ocurrirá algo".
Gracias por leer♥
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Tan enamorados (historia terminada)✔️
Roman d'amourSiempre han estado hechos el uno para el otro, a pesar del tiempo siguen unidos por el mismo amor, ese que los une con un hilo rojo. El hilo se puede estirar, contraer, flaquear pero jamás romperse. Tan enamorados como antes, como siempre. Solo el...