Papá Luchón | WangXian AU |

-SEIS-

Aquel día, Wei Ying vistió un chaleco rosa crema, sus habituales jeans negros y su cabello lo dejó medio suelto atando dos mechones que trenzó previamente con una cinta roja, dejando su fleco libre. Sonrió al mirarse al espejo.

— ¡Shijie! ¿cómo me veo?

—Mi XianXian se ve muy guapo, ¿ya te vas?

—Si, prometí llegar a las 11 y a esa hora llegaré.

YanLi sonrió.

— ¿No se te olvida nada?

—A ver... me peiné, lave mis dientes, me puse un poleron y pantalones... ando con zapatos... ¡Mi bolso! ¿Dónde lo metí? Shijie, ¿lo viste?

—Anoche lo dejaste en la sala.

Wei Ying corrió a la sala y tomó su bolso con materiales aliviado, le tomó mucho tiempo elegir que llevar, así que estaba feliz de no tener que hacerlo a ultima hora.

—Ahora si, Shijie, ya me voy.

Wei Wuxian se acercó a su hermana y le dio un abrazo, dejando que YanLi le pellizque la mejilla con suavidad.

—A-Xian, no hagas travesuras, ¿bien?

A-Xian asintió y salió de la residencia Jiang, de camino a la casa de los Lan, iba pensando en los lugares que visitarán hoy, esperando que los pequeños escojan buenos sitios para dibujar. Aunque en realidad no le importaba mucho, pasaría el día entero con la familia que quería, eso era más que suficiente.

Al llegar no fue necesario tocar la puerta, pues dos pequeños mellizos, seguidos de un papá muy encantador salieron a su encuentro.

— ¡Gege! —gritaron ambos.

— ¡Mis amores! ¿Están listos? —dijo Wei Ying mientras los abrazaba y luego saludaba a Lan Zhan con un beso en la mejilla.

—Mn, listos. —respondieron los tres Lan al unísono. Wei Ying sonrió.

Comenzaron a caminar, ambos niños adelante por petición de Wuxian y ambos adultos atrás.

—Gege, ¿por qué no podemos ir tomados de la mano? —preguntó JingYi con un puchero.

—Porque esta vereda es demasiado pequeña para los tres.

—Cuatro. —corrigió Lan Zhan. Wei Ying esbozó una sonrisa.

—Cierto, cuatro.

Los mellizos sonrieron complacidos, porque su papá por fin se estaba incluyendo en sus conversaciones. Un rato más tarde, los niños iban en las espaldas de los adultos, porque estaban cansados. Sizhui iba sobre su papá y JinYi sobre su querido Gege.

—Llegamos. —avisó Lan Zhan.

— ¡Este lugar es genial! ¿Cómo no supe que existía?

—Hijos, pueden ir a jugar un rato, su Gege va a ver si pilla algo para pintar.

— ¿Y tú, papá? —JingYi y sus certeras preguntas.

—Me quedaré aquí a vigilar.

—Cuida a nuestro Gege por nosotros. —le susurró Sizhui antes de irse.

—Mn.

Wei Ying mientras tanto sacó de su bolso una croquera con hojas gruesas, un lápiz y goma.

— ¿No trajiste nada más?

—Oh, traje unos colores igual. Lan Zhan, no podía traer todos mis implementos, además, puedo sacar fotos con mi celular y pintar cuando llegue. Hablando de eso, este paisaje es precioso... ¡Lan Zhan! ¿Puedo dibujarte? Prometo que será rápido.