-TREINTA Y UNO-

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¿Qué se supone que haces cuando la tensión del ambiente es palpable? O mejor aún, ¿Qué haces en esa situación, cuando la tensión es palpable y tú eres Nie Huaisang? Definitivamente fingir que no ves nada ¡Correr por tu vida! Probablemente algo así...

¿Qué podía hacer? ¡Ésta vez realmente no sabía qué pasaba!

Las dos personas frente a él seguían fulminándose silenciosamente con la mirada, o al menos la mirada molesta de Xue Yang no disminuyó en lo más mínimo. Viendo la expresión confusa y el ceño ligeramente fruncido de su hermano menor, MingJue suspiró lentamente con la intención de explicar, pero fue interrumpido.

—A-Sang, tu hermano es un pesado... —dijo Xue Yang mirando al menor de los Nie. Un pequeño toque burlón se escondió en sus palabras— Me dejó hablando solo...

El oficial frunció el ceño con cierto disgusto, ¿Cómo contaba eso como dejarlo hablando solo? Es decir ¡Ni siquiera pudo responder Extrañamente, Huaisang no dudó en las palabras de su amigo, provocándole un pequeño malestar emocional que se acentuó ante el ceño fruncido del menor.

—Dage, deberías ser un poco más amable con Xue Xiong. De hecho, sus fanáticos seguramente sueñan con hablar con él como tú y yo lo estamos haciendo.

Xue Yang sonrió en su corazón, pensando en que incluso las cucarachas pueden sacar la voz cuando quieren.

Estaba conmovido.

—Sé que parece un delincuente medio loco, pero es un buen chico. —cerró el menor.

Y su conmoción se destrozó tan rápido como Huaisang abrió la boca.

—En realidad no es nada, Huaisang. Pensé que a tu amigo le sería inconveniente venir a cada clase junto a su hermana, pero viendo su reacción, no hay problema en que venga si eso lo hace sentir tranquilo. —mencionó MingJue.

Silenciosamente, la implicación fue que no volvería a hablar el tema, pero que si le hacía sentir más seguro de alguna forma, entonces podía acompañar a su hermana a las clases, no le importaba.

En la mente de Huaisang el problema calzó inmediatamente, provocando que sus ojos se abran ante la resolución.

—Dage, no te lo tomes a mal, ¿Recuerdas cómo eras de sobreprotector conmigo en primaria y secundaria? —cuestionó el menor.

MingJue asintió.

—Bien, Xue Xiong es tres veces más protector con A-Qing que tú.

En este sentido, hubieron dos reacciones; por un lado, Xue Yang sintió una pequeña victoria al ser mejor que el oficial en algo, por muy estúpido que sonara. Y por otro lado, MingJue frunció ligeramente el ceño. Xue Yang tiene ese aspecto de chico problema al que no le importa nada, de sonrisa engreída, lenguaje soez y mirada desafiante. Si no hubiese tomado sus declaraciones ese día, ¿Cómo podría saber que en realidad es un chico sobreprotector? Miró a su hermano nuevamente y respondió:

—Lo tendré en cuenta. Comenzaremos ahora.

A-Qing siguió al mayor hasta un pequeño campo de entrenamiento y lo miró fijamente.

—Muy bien, señorita Qing. El objetivo de cualquier entrenamiento de defensa personal es evitar la agresión, no vencer a alguien. —dijo MingJue—. Sin embargo, yo también le enseñaré otras técnicas que podrán servirle en situaciones de riesgo, para que pueda vencer a su atacante.

A-Qing sonrió contenta y asintió rápidamente.

—Aunque para eso. —añadió el oficial—. Debemos trabajar el acondicionamiento de su cuerpo, para trabajar la memoria muscular, fortalecer sus músculos, desarrollar flexibilidad y resistencia.

Papá Luchón | WangXian AU |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora