Papá Luchón | WangXian AU |

-CUATRO-

Una semana paso con rapidez desde que los niños se hicieron compañeros de clase, y aprovecharon para juntarse en la casa de los Jiang a jugar, WangJi invitado también. Solo faltaban veinte minutos para la hora acordada.

— ¡Shijie! ¿Crees que Lan Zhan venga?

YanLi sonrió sin mostrar los dientes. Wei Wuxian estaba nervioso.

—A-Xian, el maestro Lan te dió su palabra, seguramente vendrá.

— ¿Qué hago con mis cuadros? ¿Debería esconderlos? ¡imposible! ¡están por todos lados!

La sonrisa de Yanli desapareció. XianXian acaba de tocar la fibra sensible de su hermana mayor.

— ¡Wei WuXian! Un pintor nunca se avergüenza de sus cuadros. Tú eres uno, ¿no? Lan WangJi es profesor de arte, seguramente sabrá apreciar tus cuadros.

—Pero... ¿Y si no? —insistió.

—Entonces es un idiota.

Wei WuXian se sorprendió al escuchar tal palabra venir de su Shijie, pues nunca la usa, aunque cumplió su objetivo; lo distrajo hasta que llegaron los Lan.

— ¡Wei Gege, te extrañamos muchísimo! —dijeron los mellizos al unísono. Wei Ying los abrazó.

—Mis revoltosos, también los extrañe. Pasen, Shijie los espera en la sala ¡Lan Zhan! Siempre es bueno verte.

—Wei Ying, gracias por invitarnos.

WuXian pensó fugazmente que Lan Zhan luce muy bien en trajes formales, sobretodo con su cabello largo. Mientras el Lan miraba muy curioso todos los cuadros que habían de camino a la sala. Después de ser mimados por YanLi, los mellizos se acercaron a Wei Wuxian otra vez, que estaba sentado frente a Lan WangJi.

—Gege, te queremos muchos, ¿tú nos quieres? —preguntó JingYi mientras se encaramaba en una de las piernas del mayor.

Wei Ying los acomodó a ambos en sus piernas y los abrazó, luego, les dió un beso en la frente a cada uno.

—Aiyo~ A-Yuan, A-Yi, ¿ustedes de verdad piensan que cualquiera puede entrar en mi casa?

JingYi sonrió hasta que se le arrugaron los ojos, volvió a preguntar.

— ¿Entonces podemos entrar porque nos quieres mucho?

Wei Ying le revolvió el cabello a A-Yuan, que lo miraba con sus ojitos brillosos y le sonrió a JingYi.

—Exacto, muy inteligente A-Yi.

— ¿Y papá puede entrar porque también lo quieres mucho? —volvió a preguntar el mellizo menor.

Wei Ying casi se atragantó con su propia saliva, dió una risa nerviosa y se preguntó mentalmente "¿tanto se me nota?" Respondió algo incómodo.

—Jeje... Claro claro.

Originalmente, los mellizos querían que su papá interactuará más con Wei Ying mientras ellos jugaban, pero cuando vieron a su Gege en la puerta, lo único que querían era lanzarse a sus brazos, convertirse en unos niños mimados, y dejar que su amado Gege los llene de amor. Así transcurrió una hora. Y ambos niños no pudieron despegarse del pintor hasta que llegó Jin Ling con su tío Jiang Cheng, quienes andaban comprando verduras y carne para el almuerzo.

¿Por que es tan complicado hacer que su Gege se quede en su casa para siempre?

Lan Zhan miraba a sus hijos con su habitual semblante serio, pero muy curioso, realmente le sorprende el cambio en sus hijos cada vez que ven a este sujeto. De pronto, la voz de la hermana de Wei Ying lo sacó de sus pensamientos.