-VEINTICUATRO-

12.3K 1.6K 600
                                    

¡Bendito sea el feriado! Pensaron los mellizos antes de salir de clases aquel jueves, su vida es una constante montaña rusa de emociones desde que conocieron a su Gege. Últimamente les carcome el alma no poder llamarlo como querían sin tener ese molesto sentimiento de estar incomodándolo, y aunque pueden abrazarlo cuando quieran, Sizhui piensa fervientemente que cuando le digan "papá" va a sentirse igual de bonito que cuando le dijo "A-Yuan" por primera vez. Esa sensación de calidez en el corazón, mientras el estómago da vueltas por la emoción y los ojitos se le ponen brillosos.

Tampoco es un secreto que se sienten muy orgullosos de su padre, pues ambos hermanos pensaron que tardarían muchísimo más en ser pareja, después de todo, desde que WangJi se separó de MianMian no había vuelto a tener pareja. Y aunque la química entre dos personas no puede medirse en una escala basada en tiempo, no deja de ser un hecho emocionante.

—Papá, ¿podemos ir al parque? —preguntó JingYi mientras daba la última cucharada a su helado.

—Mn. —respondió WangJi en afirmación.

Los cuatro se levantaron y caminaron hasta el dichoso parque que encontraron un par de calles más arriba desde donde estaban, algunas personas los miraban con una pequeña sonrisa en el rostro, mientras que otros pasaban a su lado con el rostro serio. En realidad, recibieron una diversidad de miradas, pero estaba bien, no pasaba nada. Los mellizos tomaron con determinación las manos de Wuxian y caminaron con la cabeza y la espalda erguidas, tratando de demostrar que no se vergonzaban para nada de su familia, luciendo una bella sonrisa en sus lindos rostros. La pareja se percató de ello y no pudieron evitar sentirse enternecidos.

—¿Por qué son tan lindos? —les preguntó Wuxian deteniendo sus pasos para revolverles el cabello.

JingYi sonrió orgulloso. —¡Así nacimos!

Wei Ying soltó una sonora carcajada y una pequeña sonrisa se esbozó por los labios de WangJi, sintiendose orgulloso de sus pequeños.

Jugaron en el parque un rato, corriendo de aquí para allá con el pintor, quien les seguía cada juego que inventaban. Unas dos horas después se tiraron sobre el cesped agotados, soltando algunas risas bobas.

—Son muy rápidos, ¿Cómo le hacen? —dijo Wei Ying, recuperando el aliento.

—Gege, ya te habíamos dicho. —respondió JingYi, A-Yuan asintió.

—Oh, ¿De verdad?

—Mn. Hacemos ejercicio con papá. —aclaró Sizhui.

WangJi los miraba entretenido, sentado en una banca a unos pasos de ellos. Les tomó una fotografía y sonrió al ver lo bien que se veian sus tres personas amadas, luego guardó su teléfono y siguió escuchando. Su novio y sus hijos siguierom hablando sobre cualquier cosa, y Wei Ying aprovechaba cualquier oportunidad para hacerles bromas a los pequeños, luego los mimaba o les hacía un pequeño cumplido para que no se enfaden.

El nunca fue ese tipo de padre que les daba muestras de afecto a cada instante, su personalidad callada y reservada tampoco le ayudaba mucho en ese sentido, pero siempre intenta ser más abierto con ellos, les habla, los abraza, los escucha y los ama con todo su corazón. De hecho, varias veces después de terminar su teletrabajo jugaba con ellos, sacando una faceta que él mismo desconocía. No es algo que saque frente a otras personas, es especial porque solo pasa con ellos.

Vio a Wei Ying levantarse y fruncir el ceño, provocando que él también lo frunciera. Se acercó a él.

—¿Paso algo? —le preguntó.

—Al parecer... Jiang Cheng me mandó un mensaje diciendo que debo ir a casa.

—¿No dijo nada más?

Papá Luchón | WangXian AU |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora