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1 año después...

🌷YULISSA🌷

Si pudieran sentir la emoción que siento justo ahora porque en dos semanas mi pequeño Mateo cumplirá su primer año de vida , entenderían que si existe la felicidad completa y el amor verdadero, ese que es puro y eterno. Ese amor que solo se siente una vez porque es para siempre, así es el amor que siento por mi hijo y quiero compartirlo con todos aquellos que conozco, le estoy organizando una reunión familiar para festejar este magnífico acontecimiento,  aunque lo sea solo para mí.

Ha pasado un año y se siente como si hubiese sido ayer cuando mi hermoso bebé luchaba por su vida en esa incubadora, fueron las tres semanas más duras para Eva y para mí, porque ambas estuvimos en ese hospital día y noche haciendo de mamá canguro. Dándole todo nuestro amor, ánimo y apoyo. Cuando por fin le dieron el alta y lo llevé a casa, "bueno a nuestra habitación" , me sentí inmensamente feliz aunque sabía que debía mantener ciertos cuidados para su salud.

Elly y Eva estuvieron a cargo del restaurante mientras yo me encargaba en cuerpo y alma a mi bebé, y en ese lapso de tiempo todo marchó muy bien.

Dos meses más tarde Elly me presentó al hijo de su novio Óscar, quién se convirtió en mi socio. Al principio me negué, no quería más personas en mi pequeño restaurante, pero con la ayuda de esas dos mujeres insistentes los cuatro, incluyendo a Carlos y a Óscar, terminaron convenciéndome.  Acepto que la propuesta que Carlos me presentó me gustó mucho y eso también ayudó para que aceptara integrarlo a nuestro equipo de trabajo.

Carlos Duarte, así de llama mi socio, tiene 25 años, es alto, trigueño, no tan delgado, su cabello es negro, sus ojos cafés, usa una barba que la verdad, se le ve muy bien. Reconozco que es atractivo, su sonrisa es adictiva y a veces suele un poco idiota, pero es un buen tipo. Siempre está de buen humor, es agradable. Pues, resulta que Carlos invirtió una buena cantidad de dinero que usamos para comprar el terreno de al lado, y agrandar el restaurante, hicimos algunas remodelaciones, compramos nuevas mesas e utensilios que facilitaran el trabajo en la cocina, buscamos nuevos proveedores que nos brindaron mejor calidad para hacer algunos cambios en el menú, esto nos llevó a contratar más personal para tener una mejor atención hacia nuestra clientela, que ahora es mucho más grande, también se implementó el uso de líneas telefónicas y redes sociales para atraer a más clientes, por supuesto mi nombre no aparece en las redes, solo el de Carlos.

La inauguración de MATEO'S RESTAURANT fue todo un éxito. Si, también cambie su nombre en honor al amor de mi vida y al hombre quién me impulsa cada día a seguir adelante.

Mi precioso hijo.

Eva y yo por fin alquilamos un departamento cerca de aquí, cada una tiene su propia habitación, el lugar no es muy grande, pero es acogedor, tiene mucho más espacio para que mi hijo pueda jugar y andar ahora que gatea y pronto empezará a dar sus primeros pasos, algo más lento que los otros niños de su edad. También compramos un carro que pagamos por cuotas y lo usamos las dos. 

La antigua habitación dónde vivíamos mi hijo y yo, se convirtió en una oficina, así que ahora tenemos un espacio para reuniones, para que Eva pueda llevar mucho mejor la contabilidad del lugar y atender sugerencias, felicitaciones, quejas y reclamos de nuestros clientes. La verdad es que estoy muy feliz.

—Tierra llamado a Yuliiiii —La voz de este idiota me trae de vuelta a la realidad, sonrió al ver a Carlos haciéndome señas con las manos.

—¿Qué quieres bombón?  —Me mira con enojo, pero luego sonríe, odia que lo llame así, es un apodo que le colocó Eva.

—Estás distraída ¿En qué o en quién pensabas hermosa?

—En muchas cosas Carlos, en como ha cambiado mi vida y este lugar después de mi hombrecito.

MATEO, La Mejor Decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora