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🌹EVA 🌹

El fuerte dolor en mi parte baja de mi vientre me tiene estresada, mi periodo acaba de llegar y con el, mis cólicos menstruales.

¡Cómo los odio!

Tengo que ir a la farmacia a comprar tampones porque se me acabaron y solo tengo el que acabo de tomar del baño de Yuli, que para mí mala suerte había solo uno.

Maldita sea mi suerte.

Me coloco mi sudadera de conjunto fucsia y salgo.

Saliendo de la farmacia observo una señora con un niño de almenos unos cuatro o cinco años, o eso creo. El pequeño llora sin parar y trata de alejarse de ella, eso me da indicios de que el niño no la conoce y mi mente me alerta. podría ser una secuestradora. Decido acercarme y cerciorarme de que solo sea una paranoia de mi parte.

Tal vez solo esté haciendo una pataleta por algo que no le compraron.

—¿Qué sucede? —Me atrevo a preguntar sin apartar mi mirada del niño.

—Está perdido, y no deja que lo ayude —responde la señora.

Me acerco al pequeño para tratar de saber dónde estaban sus padres, pero se aleja de mi también e intenta correr en cuanto se libera del agarre de la señora.

—¡Espera! —Corro tras él— No voy a hacerte daño, solo quiero ayudarte. —digo en cuanto logro sujetarlo, le doy la vuelta y me coloco a su altura.

—¿Cómo te llamas? —pregunto.

—Papá dice que no debo hablar con extraños —habla mientras frota sus ojitos.

—Tú papá es muy sabio y tiene razón, pero en estos momentos necesitas ayuda para encontrarlos y... Bueno, soy una extraña, pero prometo que no te haré nada malo —Extiendo mi mano hacia el pequeño—. Soy Eva María Londoño Charris. Ya me presenté, así que ya no soy una extraña —El pequeño duda un momento, pero después asiente.

Empiezo a hacerle algunas preguntas que me ayuden a localizar a su familia, pero es en vano, no sabe nada de nada.

—¿Cómo te llamas? —vuelvo a preguntar al recordar que no me lo dijo.

—Dixon Miller.

—Bien Dixon, ¿Sabes dónde trabaja alguno de tus padres?

—Papá fue al hospital hoy, es doctor.

¿El hospital?, bueno eso ya es un inicio, aquí solo hay dos hospitales, es cuestión de llamar y preguntar. Tomo al pequeño de la mano y le explico que lo llevaré a casa para buscar los números y llamar. Parece entender lo que le digo porque sonríe y acepta ir conmigo.

Por el camino me explica como fue que se perdió. Resulta que en un descuido de su niñera, él se fue detras de un payaso y cuando se dio cuenta ya no sabía dónde estaba.

Sé que lo más fácil hubiese sido llamar a la policía y que ellos se encargaran, pero los ojitos cafés del pequeño me conmovieron y mejor yo misma lo hacía. Al llegar a casa lo siento en el sofá y le doy un poco de comer mientras hago las llamadas. Decido comenzar por el hospital más grande, tecleo y tecleo los números que me pide la estúpida contestadora hasta que por fin alguien responde.

—Muy buenas tardes, habla Angélica Sánchez ¿En qué le puedo colaborar?

—Hola, buenas tardes. Soy Eva Londoño, ¿Podría por favor comunicarme con el Doctor Miller — Por dentro rezo para que si esté ahí.

—El doctor Miller no se encuentra en estos momentos, tuvo que irse por una emergencia familiar.

Bingo.

MATEO, La Mejor Decisión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora