🌷 YULISSA 🌷Me siento muy feliz con el resultado, la cama cuna y todo lo que pedí anoche en la página de la tienda llegó temprano. Estuve tan ocupada acomodándo todo que no me dio tiempo de salir para nada, ni siquiera porque tuve ayuda de los chicos.
Marcos no está, se fue a la compañía después de desayunar; desayuno que fue muy incómodo para mí porque su madre se levantó de su asiento en cuanto me vio y pidió que se lo llevaran a su habitación.
Esa mujer me detesta y me lo hace saber cada vez que puede.
Ya es hora del almuerzo y no pienso bajar, sin Marcos en casa no me siento cómoda. En cuanto pueda, me prepararé algo rápido para mí y mi pequeño.
El toque de la puerta me trajo de vuelta.
—¿Quién? —pregunto para estar segura de que no sea ella.
—Soy Carmen Señorita, le traje su almuerzo.
—Un momento. —Abro la puerta y recibo la bandeja con la comida. Hay un plato pequeño también. Huele delicioso y mi estómago reclama porque lo coma. —Muchas gracias. —Agradezco su noble gesto.
—De nada señorita, la niña Alissa me pidió que lo trajera. —Dice y se marcha.
Mi pequeño al ver el plato de comida empieza a removerse y entiendo que tiene hambre. Tomo la cuchara para probar la sopa y esperé un tiempito. No es por ser desconfiada, bueno si tal vez un poco, pero estando aquí, hay que estar prevenidos.
¿Exageré?
Tal vez.
Le doy sopa y un poco del otro plato para luego terminarlo yo.
Después de reposar y sentirme un poco cansada, decido meterme junto con mi pequeño en la tina para desestresarme y para que el tiempo pase más rápido mientras Marcos llega. Al salir me vesto y hago lo mismo con mi pequeño, preparo su biberón y lo acuesto en su cuna nueva para que tome su siesta. Canté su canción favorita hasta que se queda dormido y su biberón cae a un lado.
Tomo mi teléfono para llamar a Marcos y justo en ese momento la puerta se abre. Sonrío creyendo que es él, pero se borra en cuanto veo que es ella. Camina imponente hasta quedar en frente de mi, no me da tiempo de reaccionar, solo siento el ardor en mi mejilla izquierda.
Me ha golpeado.
—¿Crees que te saliste con la tuya maldita mujerzuela, y que porque le abres de nuevo las piernas a mi hijo has ganado? ¡Pues no querida!. Te advierto que cada minuto que estés aquí me encargaré de que tú vida y la de tú bastardo sean miserables.
—No lo llame así, le guste o no, es su nieto.
—¿Nieto? Sabrá Dios a quién le abriste las piernas y ahora vienes aquí a embaucar a mi hijo de nuevo. —Tengo toda la intención de lanzarmele encima y golpearla, pero me aguanto porque estoy segura que ella usará eso para poner a Marcos en mi contra.
—No me importa lo que usted piense, a mí solo me importa lo que Marcos crea y él está muy seguro de su paternidad, así que hágase a la idea que estamos juntos, que soy su mujer y viviremos aquí. —Carcajea.
—¡Su mujer! Eso fue muy gracioso querida, déjame decirte que estás equivocada, tu solo eres la amante de mi hijo, te usa solo por el bastardo. Dime algo, querida, ¿Marcos ya te habló de matrimonio? ¿No, verdad? Y no lo hará ¿Sabes por qué? —No digo nada, solo la observo con rencor—, porque sentiría mucha vergüenza presentarte ante sus amigos y su círculo social como su esposa, con Martina si lo hizo, en cambio a ti... Es que solo mírate, no encajas, no eres nada, no eres nadie. —Si quería lastimarme lo estaba consiguiendo, porque en algo tenía razón, Marcos no me ha hablado de casarnos, ni siquiera me ha presentado aquí con sus empleados.
ESTÁS LEYENDO
MATEO, La Mejor Decisión.
RomanceEstaba perdidamente enamorada de mi novio, el hombre más guapo y sexy que haya podido ver, al menos lo era para mí. Nuestra relación era perfecta. Bueno, eso era lo que yo pensaba. Tiempo después descubrí que estaba embarazada y decidí contarle lo q...