68 || ¿Y esta random?

6.3K 746 1.7K
                                    







¿Y esta random?





—"...Entonces ella volteó con el pecho hecho un nudo de emociones y..."

—Ad —me llamó Tom, interrumpiendo mi lectura. Bajé el libro con cuidado, mordiéndome la lengua para no insultarlo por intervenir en la mejor parte. Antojoso.

—¿Si? —dije en lugar de soltar una grosería, respirando profundamente para mantener la calma. Él se quedó unos segundos viéndome, como pensando. Estábamos en la biblioteca principal de la mansión Grindelwald, solos, conmigo leyendo para él y él limitándose a escucharme, ya que aparentemente le gustó mucho esa dinámica desde que lo hicimos por primera vez.

—¿A quién odias más en el mundo? —me preguntó de repente, lo que provocó que enarcara una ceja.

—Es una pregunta muy repentina como para que recién se te haya ocurrido, ¿desde hace cuantos días te está martillando la cabeza? —Ladee mi rostro, conociendo como es.

—Dos —respondió, esbozando una media sonrisa.

—Lo supuse —reí—. Y pues la respuesta es que no odio a nadie. No realmente, al menos.

—¿Segura? —ladeó su rostro—. ¿No hay nadie que te caiga así de mal?

—Ah, no te confundas: muchas personas me caen mal —aclaré—. Pero no las llego a odiar. El odio es un sentimiento mucho más fuerte que el amor, y nadie ha merecido esa parte de mí aún.

Asintió ligeramente, mirándome con atención. A veces sentía que Tom me veía como una pintura que no sabía como descifrar, y no porque fuera especialmente interesante: me considero una persona muy transparente, solo que... a libre interpretación, si eso tiene sentido.

—Es interesante...

—¿Y tú, a quién odias? —me incliné hacia él entornando mis ojos. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios y desvió su mirada para no delatarse con sus ojos. Ya sabe que puedo descifrarlo solo con observarlo.

Por alguna razón caer en cuenta de eso me hizo sonreír. El frío e inescrutable Tom Riddle me tenía que apartar la mirada a porque sabía que conmigo no podía evitar ser transparente. El poder de mucho sexo y una personalidad bipolar.

—Eso es información clasificada —dijo finalmente, volviendo sus ojos a mí. Me reí.

—Está bien, Sherlock —rodé los ojos, divertida. Cuando iba a volver a abrir el libro para seguir leyendo y saber el final del capítulo, Gellert entró a la biblioteca y yo bufé. Nadie me deja leer tranquila, pensé, mirándolo mal. Cargaba una pequeña sonrisa y se veía extrañamente de buen humor, cosa que me dio mala espina.

—Chicos, esta noche recibiremos a una visita... un tanto especial —nos hizo saber, risueño. Incliné mi cabeza hacia un lado en lo que de inmediato todas las alarmas de mi cerebro de descomponían y empezaban a alertarme de algo.

—¿Qué clase de visita? —pregunté, aparentando estar tranquila.

—Lo sabrán en la cena. Lo mínimo que les pido es que se pongan ropa decente, solo por hoy. Será algo elegante —nos lanzó una última mirada, y sin más salió, aún sonriendo.

Es una mujer, supe de al instante. Me volteé a mirar a Tom para empezar a crear teorías conspiranoicas con él, más me sorprendí al encontrarlo ya de pie frente a mi, presionando la palma de su mano contra mis labios antes de que pudiera hablar. Un saltó agitó mi corazón por culpa de su cercanía. Uy.

—No me interesa. Solo sigue leyendo —pidió. Rodé los ojos y me alejé de su agarre.

—Ni sabes que iba a decir —bufé, tomándolo de la muñeca para bajarla de mi rostro.

Stupid Whore #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora