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Mansión Malfoy






Draco.

Él fue el motivo principal por el cual fuí a mi Realidad Deseada, y realmente no tengo muy claro del por qué. Tal vez haya sido porque en mi tiktok no paraban de salir videos de chicas contando como fue su intensa y apasionante relación, o porque todo mi Wattpad se basaba en historias de rayita con él en la que morirían y matarían por el otro.

Yo quería eso con él. Quería experimentar eso con Draco. Y estaba tan encaprichada con esa idea que no me di cuenta de que ya lo tenía. Pero no con él.

El viaje de ida a su mansión fue mejor de lo que esperé. Draco parecía otra persona cuando sus amigos no estaban alrededor. Era divertido, atento y tenía un aire coqueto que no se iba de sus ojos. Lo vi como una buena oportunidad para olvidarme de mis sentimientos por Tom y poner los de Draco por encima. Finalmente iba a tener lo que tanto había querido.

Mientras nos acercábamos más a la mansión, lo notaba más tenso, más nervioso y más serio. Como si estuviera yendo hacía la guerra. Podía ver en sus ojos que no quería llegar, ya que miraba el camino como si fuera un camino de muerte y en cualquier momento nos pudieran bombardear.

— ¿Todo bien? — le pregunté. Él asintió con seriedad, sin mirarme.

— Si. Solo es algo desagradable volver aquí — murmuró, ahora si conectando su mirada con la mía —. Antes de que lleguemos, quiero que sepas que mis padres son personas muy selectivas: Mi madre es una arpía amante de hacer sentir incómodas a las personas, y mi padre es el peor. Te va a preguntar sobre tu familia, estatus de sangre, herencia, rango social.

>> — A mi madre es fácil agradarle solo con actuar indiferente ante sus indirectas, pero si se trata de mi padre, no bajes la cabeza pero tampoco seas respondona. No lo dejes intimidarte pero tampoco seas imprudente. No hables de más pero tampoco muy poco. No...

— Draco, Draco, Draco — lo detuve —. Me estás mareando. Déjame llevarlo por mi misma.

— Tengo que advertirte primero o podrías arruinarlo todo — siseó entre dientes.

— Confía en mi — le pedí — y en mi magnífica capacidad de improvisar. No la cagaré.

— Promételo — exigió. Llegamos a nuestro destino y yo abrí de inmediato la puerta del carruaje.

— Confórmate con mi palabra — fue lo que dije antes de salir y cerrarla.

Él se bajó a toda velocidad hasta llegar a mi lado y me tomó del antebrazo. Sus ojos se veían ligeramente alterados y pensantes, como si quisiera decirme mil cosas pero se estuviera mordiendo la lengua para no hacerlo. Finalmente, soltó todo el aire de sus pulmones y relajó sus hombros, soltándome. Me miró serio y algo amenazante, pero a la vez preocupado.

— No lo arruines — dijo —. Haz que valga la pena confiar en ti.

Sonreí ligeramente, pero no dije nada. Solo seguí de largo con él a la par hasta que quedamos frente a las puertas de su mansión. Se trataba de una estructura grande y amplia que parecía estar abandonada. Y eso, personalmente, le daba un toque que a mi me gustaba bastante.

La mansión Malfoy era demasiado aesthetic y yo muy pathetic.

Draco y yo nos adentramos al lugar en silencio. Había mucho eco, y el solo caminar por el costoso suelo te daba la impresión de que ibas a despertar a toda la mansión, aunque estaba técnicamente vacía. Ya eran como las 8 de la noche y yo estaba que me desmayaba del hambre, ya que no recordaba la última vez que había comido.

Stupid Whore #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora